Actividades tramita 118 licencias hoteleras pedidas en los últimos siete años

VALÈNCIA. Hoteles, albergues, hostales, edificios de pisos turísticos... El Ayuntamiento de València tiene en trámite un buen número de expedientes relativos a la concesión de licencias para actividades hoteleras. Concretamente, la concejalía de Actividades tiene abiertos 118 expedientes para establecimientos de esta tipología, los más antiguos de los cuales, aunque no son muchos, datan de 2015, hace siete años.

Son datos ofrecidos por el departamento municipal que dirige la concejala Lucía Beamud al grupo municipal ciudadanos, cuyo edil Narciso Estellés preguntó el pasado mes de julio sobre la cantidad de peticiones de licencia de actividades hoteleras estaban todavía en tramitación en los despachos municipales. Así, la concejalía respondió que a fecha de 14 de julio había en tramitación 202 permisos, pero ciertamente no todos ellos son para la implantación de la actividad.

En la cifra ofrecida por la concejalía se incluyen también obras concretas en actividades que ya se encuentran en marcha, así como permisos para la apertura de apartamentos turísticos. Apartando estos casos, en el listado de Actividades se contabilizan 118 títulos habilitantes en trámite para la implantación de todo tipo de actividades hoteleras. De ellas, 78 solicitudes están calificadas como hoteles, mientras que el resto se refieren a apartamentos, aparta-hoteles, hostales o albergues.

Por años, y como puede resultar lógico, la cifra aumenta conforme la fecha es más próxima. Pues son los meno Según el listado, de 2015 hay en trámite cuatro expedientes, otra decena de 2016, 20 del año siguiente y 23 datan de 2018. Otras 17 solicitudes pendientes se realizaron en 2019, 13 en 2020, 22 en 2021 y nueve, este mismo año -hasta julio-. Por otro lado, y según la misma respuesta de la concejalía, hay en marcha 14 expedientes de solicitud de licencias de residencias de estudiantes presentadas desde el año 2018.

Ciudadanos también preguntaba por la cantidad de licencias concedidas en los mismos períodos de tiempo. Y aquí, el departamento de Beamud responde que entre 2018 y 2022 se han aprobado 15 permisos para actividades hoteleras y otros 4 para residencias de estudiantes en la ciudad de València.

A juicio de Narciso Estellés, estas cifras resultan una "absoluta vergüenza" teniendo en cuenta la "importante paralización para el empleo y las inversiones que eso conlleva". "El equipo de gobierno debería asegurar una mayor agilidad a la hora de tramitar la concesión de licencias para los promotores que eligen nuestra ciudad como espacio de negocio", explica el edil, para quien "la parálisis del gobierno de Ribó con respecto a la tramitación de licencias es evidente".

"Entendemos perfectamente que los funcionarios no pueden dar el visto bueno a los proyectos si la documentación no se presenta correctamente en algunos casos, pero eso no justifica tampoco que haya licencias pendientes desde hace años, sin que se les haya asignado siquiera un técnico para llevar adelante el proceso", asegura el edil de la formación naranja: "Exigimos más personal y más medios para desbloquear esta situación, y permitir que València siga siendo atractiva para la inversión”.

Mejora pero insuficiente para el sector

La espera media para un permiso municipal en proyectos de esta clase acostumbra a tardar uno o dos años, según explican desde el sector, si bien algunas de las iniciativas pueden retrasarse más bien por la complejidad de los proyectos, bien porque en su tramitación se requieren de muchas correcciones para cumplir con la normativa.

Si bien el atasco total de expedientes de licencias de la concejalía de Actividades y de Urbanismo se ha mejorado notablemente, de los 18.000 en trámite que había en 2015 a menos de 7.000 en la actualidad, tanto el sector privado como la oposición reclaman un plan de choque para acabar con el tapón.

De hecho, el ámbito empresarial, en el marco del proceso abierto por el consistorio para la reforma de la ordenanza de obras y actividades, ha reclamado nuevas herramientas para agilizar trámites burocráticos, tales como la implementación de una ventanilla única o de una licencia básica. Una medida esta última que permitiría, según la Asociación de Promotores Inmobiliarios (Aprova), "el inicio de las obras de edificación mientras se ultima la tramitación de la licencia ordinaria". Y con ello, se dotaría de "agilidad al sistema".