VALÈNCIA. La decisión de cerrar la unidad de cirugía cardíaca del Hospital de La Ribera, en Alzira, ha generado controversia en la comarca. Mientras sindicatos y representantes municipales denuncian el impacto negativo para los pacientes habituales del centro, la Associació Ciutadana per la Promoció i Defensa de la Salut del Pais Valencià (Acdesa-PV) defiende la medida como un paso necesario para mejorar la calidad de los tratamientos y reorganizar la red sanitaria valenciana.
Enrique Zafra, miembro de Acdesa-PV, asegura a Valencia Plaza que la apertura de esta unidad en Alzira "nunca debió producirse" porque no cumplía con los estándares recomendados en cirugía cardíaca. Según Zafra, "la calidad de una unidad cardiovascular depende del volumen de intervenciones que realiza. Si no se alcanza una cantidad mínima de operaciones, los resultados no son buenos". En la actualidad, Acdesa-PV estima que el servicio de cirugía cardíaca en el Hospital de La Ribera realiza unas 80 intervenciones al año, muy por debajo de las 500 operaciones anuales recomendadas por los estudios científicos para garantizar la especialización de los equipos quirúrgicos.
De hecho, una de las principales críticas de la asociación se dirige a la Conselleria de Sanidad; puesto que, según afirma Zafra, este departamento no ha hecho públicos datos esenciales como el número exacto de intervenciones realizadas en la unidad de cirugía cardíaca de Alzira durante los últimos años, así como las cifras de mortalidad y complicaciones de este servicio, que son indicadores clave para medir la calidad asistencial.
"La Conselleria debe publicar estas cifras para explicar a la ciudadanía por qué esta decisión es necesaria y está basada en criterios técnicos", reclama el miembro de Acdesa-PV. En su opinión, estos datos demostrarían que la actividad de la unidad no es suficiente y que su cierre permitirá que los pacientes sean atendidos en hospitales con mejores resultados, como La Fe, el Clínico o el General de València.
Los sindicatos han denunciado que el cierre afectará a más de 900.000 personas, pero desde Acdesa-PV matizan estos números. Es más, Zafra señala a este diario que el área de salud de La Ribera solo abarca 230.000 habitantes, por lo que el resto de pacientes provendría de otras comarcas vecinas, como La Costera o La Safor. Para la asociación, esto refleja un desequilibrio en el sistema sanitario, ya que la unidad de Alzira estaría desviando casos que deberían ser atendidos en otros hospitales de referencia.
"La unidad de Alzira ha estado absorbiendo pacientes de otros departamentos, lo que perjudica a las unidades de La Fe o el General de València. Estos hospitales, que sí están preparados para realizar este tipo de intervenciones y cuentan con más experiencia, ven reducido su volumen de operaciones", explica Zafra. Según los expertos, la dispersión de pacientes entre demasiadas unidades provoca que ninguna de ellas alcance el volumen óptimo para garantizar la pericia de los cirujanos y la calidad de los resultados. "Es mejor tener pocas unidades que realicen muchas intervenciones a disponer de un gran número de unidades con poca actividad", insiste Zafra.
Asimismo, otro de los argumentos en contra del cierre es el impacto que tendrá la pérdida del servicio en los pacientes, quienes deberán desplazarse a València para ser operados. Tanto el Ayuntamiento de Alzira como los sindicatos sanitarios consideran que esto supondrá un perjuicio importante para la población de la comarca. Sin embargo, Zafra descarta que el traslado represente un problema grave. "Los hospitales de València están bien comunicados. El desplazamiento no será un obstáculo para garantizar una atención de calidad", afirma.
Desde Acdesa-PV, insisten en que el cierre del servicio de cirugía cardíaca responde a una decisión técnica basada en estudios científicos. Las intervenciones quirúrgicas avanzadas no son muy frecuentes y, según los expertos, debe concentrarse en pocas unidades con una actividad elevada. Por tanto, dividir los pacientes entre muchos hospitales implica que ningún centro cuente con suficientes intervenciones para alcanzar un nivel adecuado.
En ese sentido, la asociación reclama que la Conselleria de Sanidad publique los datos de actividad y calidad de todas las unidades de cirugía cardíaca para justificar el cierre del servicio en Alzira y ofrecer total transparencia a la ciudadanía. "El cierre permitirá que los pacientes sean atendidos en unidades con más intervenciones y mejores resultados", asegura Zafra. La medida, aunque polémica, busca reorganizar el sistema sanitario para hacerlo más eficiente y seguro. Mientras tanto, la polémica continúa en Alzira, donde la clausura del servicio ha sido recibida con rechazo por parte de las autoridades locales, sindicatos y vecinos de la comarca.