VALÈNCIA. El proyecto del soterramiento de las vías da pasos para acabar siendo una realidad. Adif sacó a exposición pública este jueves las expropiaciones de parcelas que servirán para llevar a cabo las obras de construcción del canal de acceso ferroviario de València, así como la ampliación de la estación Joaquín Sorolla. La actuación, que se antoja de calado, asciende a 400 millones de euros y requerirá la expropiación de más de 25.000 metros cuadrados de parcelas que actualmente no son propiedad de Adif, de las cuales la mayoría -20.500 metros cuadrados- corresponden a suelo rural, no urbanizado.
Así lo recoge uno de los anexos del 'proyecto básico del canal de acceso para la integración de la alta velocidad en la ciudad de Valencia' elaborado por la compañía, que se expone durante 15 días al público para que los afectados puedan presentar alegaciones. Con las expropiaciones empieza la cuenta atrás para las obras.
El proyecto, además, establece 42.000 metros de suelo sobre el que se impondrá una serie de gravámenes -40.000 metros cuadrados de suelo urbanizado- y fija otros 126.000 metros cuadrados que serán ocupados para llevar a cabo las obras en cuestión. En total, hay más de un centenar de parcelas afectadas, tanto de titularidad pública como privada. Entre los propietarios reconocibles se encuentran mercantiles del sector de la construcción como Urbem o Neinor, y también el Ayuntamiento de València.
El proyecto básico de la operación tiene por objeto soterrar todas las vías de acceso desde el Bulevar Sur hasta las estaciones de Joaquín Sorolla y Valencia Nord. Según el proyecto hecho público por Adif, se trata de alumbrar "un túnel global sumamente complicado" donde se integraran los diferentes túneles ya ejecutados en el Nudo Sur y las vías que se soterren. El viaducto "contará con características diferentes" para cada uno de los túneles, incluso para los que hay ya en servicio, "con mayores longitudes y por lo tanto con necesidades técnicas específicas desde el punto de vista de la seguridad".
Todas las vías discurrirán al mismo nivel, pero el proyecto cuenta con una curiosa especificación: se tendrá que construir una bifurcación especial -un "salto de carnero", en términos ferroviarios- para resolver el cruce de las vías con origen o destino en el Corredor Mediterráneo hacia Joaquín Sorolla. Dentro de estas actuaciones, se incluye tanto la obra del soterramiento como el montaje de vía, la electrificación, y las instalaciones ferroviarias y no ferroviarias (de protección y seguridad).
El proyecto también se topaba con otra dificultad: la interferencia del Colector Sur, que actualmente cruza por debajo la playa de vías a la altura del viaducto de Giorgeta. El proyecto de Adif plantea desviar la infraestructura acuífera de manera que en lugar de cruzar las vías, discurrirá en paralelo a ellas hacia el sur hasta el punto de cruce, cerca de la avenida donde pasará por encima del nivel de las vías del canal de acceso. Una solución de ingeniería que, detallada por Valencia Plaza, ahorrará cerca de 20 millones de euros al soterramiento de vías, según las cuantías calculadas hace dos años.
Pero la actuación no sólo será palpable en el subsuelo, sino que también conlleva cambios importantes a pie de calle. Más adelante, se prevé la demolición del actual viaducto existente en la Avenida Giorgeta y la reposición de la citada avenida sobre la losa de cubierta proyectada. Asimismo, se llevará a cabo la ampliación de la estación Joaquín Sorolla.
Dicho espacio, planteado como estación provisional, pretende dar servicio cada vez a más viajeros "como consecuencia de la la liberalización del sector ferroviario y del desarrollo del Corredor Mediterráneo", según el proyecto. De tal manera que se añadirán nuevas vías y andenes, y también se hará más grande el edificio, los aparcamientos y los accesos. Todo ello, dice el documento, "deberá entrar en servicio junto con el nuevo canal de acceso".
Por otro lado, hay que recordar que la puesta en marcha del nuevo canal de acceso supondrá la entrada en servicio de los túneles ya ejecutados -pero inactivos por ahora- en el Nodo Sur de la línea de cercanías C3. Para ello, se llevarán a cabo actuaciones de adecuación interna, obras y mejoras todas ellas recogidas en el proyecto de Adif. Además, todo lo detallado se completa con la implantación de tres nuevas vías de estacionamiento en el entorno de la Fuente de San Luis, que tendrán unos 400 metros de longitud y ancho internacional.
El proyecto básico ya cuenta con la aprobación de los técnicos de la Sociedad Parque Central, que está participada por el Gobierno central, la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de València. Según el convenio entre las tres administraciones, las obras se sufragarán al 50% por parte de Adif, y a razón de un 25% tanto la Generalitat como el consistorio. Con todo, los "extremos operativos" están por regular todavía en un convenio de cofinanciación que se sustanciará en los próximos meses.
Ahora, una vez superado este proceso de información pública de la actuación conjunta, se abordará la redacción de cinco proyectos constructivos: el del canal de acceso, el de la remodelación de la estación Joaquín Sorolla, el de estacionamiento en el entorno de Fuente de San Luis, el de adecuación de los túneles de la C3 al ancho convencional, y el de las instalaciones de seguridad en los túneles de acceso a València. Todos ellos se pretenden redactar de manera coordinada porque la ejecución de las obras también se plantea en estos términos.
El objetivo que manifestó la Sociedad Parque Central en un comunicado reciente es licitar las obras tras el proceso de información pública a finales de este mismo año, de manera que el inicio de las actuaciones podría tener lugar el próximo ejercicio. Ahora bien, los retrasos existentes han hecho que si inicialmente estaba prevista la finalización de estas obras en 2025, se retrasarán un año. Siempre que no haya interrupciones imprevistas.
Sobre la superficie liberada de las líneas ferroviarias está prevista, por parte del Ayuntamiento de València, la construcción del bulevar Federico García Lorca, con lo que se completará la integración de los barrios del sur de la ciudad, Russafa, Malilla y la Cruz Cubierta, aspiración ciudadana que se remonta a los años ochenta del pasado siglo. Asimismo, cuando finalice el soterramiento, este bulevar pretende estar integrado en un "gran corredor verde" que cosa los barrios del sur, y la idea es, según anunció la edil de Urbanismo, Sandra Gómez, evitar que sea una "gran vía" y dar mayor protagonismo a la zona verde en la parte central.