El Gobierno calcula que las aerolíneas tendrán que invertir 50 euros por vuelo para adaptarse a los nuevos protocolos de seguridad.
VALÈNCIA (EP). Aena estima en 294 millones el impacto de las medidas de control sanitario previstas para este año y el siguiente con el fin de evitar contagios por coronavirus a partir de las recomendaciones elaboradas por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y el Centro Europeo para la prevención y control de enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) en materia de transporte aéreo.
Así consta en la memoria de impacto presupuestario a la que ha tenido acceso Europa Press, y que acompaña al decreto ley aprobado en el Consejo de Ministros de este martes, en el cual el Gobierno establece la obligatoriedad de cumplir con estas recomendaciones.
Según informa el Ejecutivo, Aena estima un impacto global en sus costes de aproximadamente 60 millones de euros este año y unos 97,5 millones en 2021, así como una inversión aproximada de 16,4 millones.
Entre las actuaciones que implican el aumento en los costes se encuentra el desarrollo de aplicaciones para reducir el contacto de los pasajeros con las instalaciones en el aeropuerto, la instalación de medios de protección en el aeropuerto --por ejemplo, pantallas en puestos de atención al público y medidas de separación-- o de dispositivos sin contacto y dispensadores de hidrogeles.
También está prevista la potenciación de los sistemas de información para la mejora de la comunicación y concienciación del pasajero y otros usuarios del aeropuerto, entre otras medidas.
Adicionalmente, señala el Gobierno, la adaptación de zonas en el aeropuerto para aumentar la superficie útil con el fin de facilitar un mayor distanciamiento entre pasajeros supondrá un impacto de unos 40 millones de euros en 2020 y de 80 millones el próximo año, según la información provisional aportada por Aena.
En todo caso, según asegura el Gobierno, este impacto quedaría compensado por la recuperación de la actividad en el ámbito aeroportuario así como por las medidas de compensación ya aprobadas, que permitirán la recuperación de estos costes por parte del gestor a través de las tarifas aeroportuarias.
Por otro lado, la adopción de las medidas incluidas en las directrices emitidas por EASA por parte de las compañías aéreas también tendrán un coste, al incluir el refuerzo de los procesos de limpieza en las aeronaves, la disposición de medios de protección de las tripulaciones o medidas de desinfección.
Concretamente, el Gobierno estima un coste adicional de unos 50 euros por vuelo, además de ciertos costes indirectos derivados de unos mayores tiempos de embarque y de las necesidades de un mayor distanciamiento de pasajeros.
Los costes derivados de la actividad de supervisión de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, apunta el Gobierno, se cubrirán con sus dotaciones presupuestarias.