VALÈNCIA. La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas que dirige Mónica Oltra publicó este martes el nuevo plan de actuación en las residencias de personas mayores dependientes. Un protocolo que modifica parcialmente las medidas de control en los centros de mayores ante el significativo aumento de casos de covid-19 en las últimas semanas en la Comunitat Valenciana.
La resolución, que se anunció hace aproximadamente tres semanas y pretendía endurecer las restricciones de la fase 3 en la que todavía se encuentran los centros de mayores, cambia por completo el protocolo de actuación para prevenir casos en estos espacios. Pero no endurece las medidas solo en algunos aspectos, ya que en otros, por ejemplo, pasa a eliminar la prueba PCR obligatoria para todos los nuevos ingresos. En su lugar, los nuevos usuarios de residencias deberán someterse a un aislamiento preventivo de 14 días. Y "si se realiza una PCR a los 10 días de iniciar el aislamiento y su resultado es negativo se podrá levantar el aislamiento".
Así, respecto a la anterior resolución, la nueva normativa suprime este tipo de pruebas tanto para nuevos ingresos como para el reingreso de residentes tras un alta hospitalaria o domiciliaria. Es decir, aquellos usuarios que fueron trasladados al hospital y, ahora, al recibir el alta, vuelven a incorporarse al centro.
En la normativa anterior, en el caso de los reingresos, la persona residente que solicitara volver a la residencia debía "aportar una prueba PCR negativa" y, aún así, permanecería 15 días en aislamiento. Tras ese periodo, se le volvería a someter a otra prueba para confirmar que este usuario sigue siendo negativo y conseguir así que se le "autorizara la convivencia ordinaria en el centro". En cuanto a los nuevos ingresos, el protocolo anterior establecía exactamente lo mismo: el solicitante debía aportar una prueba PCR negativa y guardar cuarentena preventiva.
Un cambio que desde el departamento de Políticas Inclusivas justifican con que ahora mismo las residencias tienen capacidad de proceder a aislamientos preventivos que hace unos meses no se podían realizar. De hecho, el redactado de la normativa anterior fue ideado en su día para el cambio de fase 2 a fase 3 por este mismo motivo, porque no se podían realizar aislamientos.
La modificación, sin embargo, alarmó este martes a la patronal de residencias, Aerte. Su presidente, José María Toro, además de pedir PCR periódicas como ya había demandado en ocasiones anteriores, advirtió del peligro de no realizar este tipo de pruebas antes de que ingrese cualquier persona en una residencia por el peligro que suponen los asintomáticos en estas circunstancias, ya que podría someterse a aislamiento preventivo a una persona que es positivo pero asintomática y podría darse la situación de que tras este retiro temporal siguiera siéndolo y contagiara al resto de mayores.
De hecho, Sanidad advirtió el pasado lunes que el 67% de personas diagnosticadas de coronavirus el último fin de semana -casi siete de cada 10- son asintomáticas. Una cuestión que aumenta la necesidad de realizar más PCR, ya que una gran parte de los positivos no pueden detectarse por los síntomas y hay que encontrarlos con la realización de pruebas a los contactos.
En esta misma hoja de ruta, Oltra ya descartó recientemente realizar PCR cada 15 días en las residencias para evitar un "encarnizamiento" a los mayores al tratarse de una prueba "muy invasiva", medida que también solicitaba la patronal. Sin embargo, para la patronal resulta extraño que se opte por un aislamiento de los mayores, que además en el caso de tener el virus podrían seguir siendo positivos finalizado el periodo de éste.
Los casos, de hecho, no dejan de subir. La Conselleria de Sanidad daba a conocer este martes 252 nuevos casos por prueba PCR que sitúan la cifra total de positivos en 15.677 personas y 2.515 casos activos.
En la otra orilla de esta medida, se encuentran otras que sí que endurecen el régimen de funcionamiento interno en los centros de mayores. Como ejemplo, Igualdad contempla suspender las visitas a los mayores si la situación sanitaria empeora: "Si la situación epidemiológica del entorno local del centro lo requiere, según el informe epidemiológico emitido por la autoridad sanitaria competente (respecto a la trazabilidad, la incidencia acumulada los últimos 7 días, la evolución de la incidencia y otros criterios epidemiológicos), se podrán suspender las visitas y adoptar las medidas oportunas para garantizar el control de la enfermedad determinadas por la autoridad competente".
Además, también incluye un nuevo apartado referente a las salidas que podrán efectuar en los usuarios de las residencias si se van de vacaciones con familiares. Según la resolución, si el contexto del Covid-19 empeorara "se podrán suspender las salidas -de residencias- y adoptar las medidas oportunas para garantizar el control de la enfermedad determinadas por la autoridad competente". Esto es, Igualdad podrá suspender las salidas de los usuarios de los centros de mayores previo informe de Sanidad.
Por otra parte, la nueva regulación deja en manos de la dirección de los centros residenciales la elaboración de los protocolos de salida "con el fin de garantizar las salidas de las personas residentes así como el regreso de las mismas". Estos protocolos deberán "establecer al menos, la gestión de la demanda de salidas, designar profesional de referencia, registro, horarios, toma de temperatura, lavado de manos, uso de mascarilla, cambio de ropa y ducha tras el regreso".
Las residencias se han convertido en uno de los espacios más sensibles durante la crisis sanitaria provocada por la covid-19 debido a la letalidad que tiene sobre los mayores. Espacios donde el virus se adentró de forma virulenta y que obligaron a la Conselleria de Sanidad a intervenir en muchos casos con personal médico para poder atender los positivos en el punto álgido de la pandemia.
Según datos del departamento liderado por Ana Barceló, en la Comunitat Valenciana han fallecido más de 500 personas por covid-19 en residencias, un 39% del total de defunciones. La cuestión es que, un positivo no detectado y aislado a tiempo, puede desencadenar un trágico final como el fuerte brote del centro de Santa Elena en Torrent en el mes de marzo o las decenas de fallecidos en la residencia de Alcoy, donde murieron 73 mayores. En el último mes, cuando parecía que la situación estaba controlada, se han detectado al menos dos brotes, uno en una residencia de l'Eliana y otro en Moncada.