VALÈNCIA. Han pasado casi tres meses desde que la Dana dejó más de 80 municipios arrasados, 224 víctimas mortales, tres desparecidos, miles de ciudadanos desamparados y un catálogo de promesas que, en algunos casos, solo han demostrado ser papel mojado. Este jueves, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volvió a València. Pero no pisó las calles inundadas de l'Horta Sud o la Ribera Alta, ni tampoco atendió a los vecinos de estas comarcas que, tras la tragedia, todavía buscan reconstruir sus vidas.
En cambio, el Jefe del Ejecutivo escogió el blindado edificio de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana, lo suficientemente alejado del escrutinio público, para presidir una Comisión Interministerial junto a los 28 alcaldes y alcaldesas de los municipios que se encuentran en el nivel 2 de Emergencias. Una visita que, más allá de ser un ejercicio efectivo de gestión, terminó siendo percibida por algunos ediles como un espectáculo de "marketing político".
Sánchez llegó con grandes noticias bajo el brazo. Anunció que el Estado asumiría el 100% del coste de reconstrucción de las infraestructuras municipales, en lugar del 50% inicialmente previsto, con una inversión total de 1.700 millones de euros. También prometió cubrir el ciclo integral del agua con 500 millones de euros adicionales. Unas cifras abultadas que suenan bien en los medios, pero que llegan tarde para ediles como la popular Paqui Bartual, alcaldesa de Xirivella. "La Dana no se gestiona con propaganda. Seguimos sin liquidez, sin recursos y con los vecinos desamparados", denunció en declaraciones a Valencia Plaza.
El alcalde de Algemesí, uno de los municipios más castigados por esta terrible Dana, José Javier Sanchis, tampoco ocultó su decepción: "Esto no ha sido una reunión, ha sido una puesta en escena por parte del Gobierno de España. Tres meses después, los vecinos siguen sin cobrar las indemnizaciones del Consorcio de Compensación de Seguros. Hay personas que han perdido su vivienda y solo han recibido un simple anticipo. ¿Cómo pueden reconstruir sus vidas?".
La dinámica del encuentro también dejó mucho que desear para varios de los asistentes. En la reunión, se dieron directrices claras por parte de Delegación del Gobierno de que solo podrían intervenir un par de representantes por cada partido político: dos portavoces del PSPV y dos del PP. Si bien es cierto que asistir a la exposición de cada uno de los 28 ediles resulta imposible en tiempo y forma, algunos alcaldes expresaron su "malestar" ante un acto que calificaron de más enfocado en la apariencia que en el contenido.
De hecho, para la alcaldesa de Torrent, la popular Amparo Folgado, este formato resultó frustrante: "En esta reunión no hemos podido hablar todos, algo que sí ha ocurrido en anteriores encuentros del Cecopi. Cada municipio tiene sus particularidades, pero aquí hemos sido reducidos a colores políticos, lo cual no tiene mucho sentido".
En la misma línea, Sanchis también cuestionó las formas del encuentro que, según afirmó ante los medios, no abordó las cuestiones clave: "Hemos pedido exenciones fiscales y no se nos ha contestado. Pedimos que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ejecute las obras necesarias para prevenir futuras riadas, pero ni siquiera estaba presente".
Lo cierto es que la CHJ no fue la única institución ausente en esta jornada. Tampoco se encontraba allí la Generalitat Valenciana, ni la Diputación de Valencia; las dos administraciones más cercanas a los municipios afectados y que, sin embargo, no recibieron la invitación estatal para acudir a esta cita. Desde el Gobierno, justifican la decisión en el formato de la jornada, ya que se trata de una Comisión Interministerial y, por tanto, las instituciones autonómicas o provinciales no tienen cabida en este tipo de actos.
Pero el gesto no sentó bien al Jefe del Consell, Carlos Mazón, que, desde Fitur, no desaprovechó el momento para lanzar una crítica contundente contra el "desplante" de Sánchez: "No me han invitado a la reunión. Es incomprensible que un gobierno que insiste en que la Generalitat es responsable de todo no se reúna con nosotros cuando finalmente viene a Valencia".
Para los alcaldes, esta falta de coordinación solo agrava una situación ya de por sí compleja en términos políticos. "Es fundamental que haya más comunicación entre todas las administraciones, incluidas la Generalitat y la Diputación", señaló el alcalde de Riba-roja, el socialista Robert Raga.
Incluso entre los alcaldes del PSPV hubo críticas, aunque mucho más sosegadas. En ese sentido, el alcalde de Riba-roja admitió: "Es verdad que todos nos hemos quejado de la tardanza de las ayudas. La tramitación administrativa está siendo muy lenta, pero al menos ya tenemos un compromiso de financiación al 100%. Eso es un avance".
Por su parte, la alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, prefirió centrarse en los aspectos positivos de la reunión con Sánchez y celebró que los ayuntamientos por fin tuvieran voz en la estrategia de reconstrucción: "Ha sido una reunión productiva porque nos han dado voz para trasladar las necesidades de nuestros vecinos. Nos tranquiliza que la reconstrucción contará con financiación del 100%".
Sin embargo, no desperdició la oportunidad de cargar contra el gobierno autonómico: "Desde la tragedia, no hemos recibido ni una reunión en el Palau de la Generalitat ni la visita del presidente Carlos Mazón. Esto debería ser un reto de todos". No obstante, cuando se le preguntó al presidente del Gobierno cuándo tiene previsto en su agenda acudir a los municipios afectados por la Dana, su respuesta fue clara: "Ahora no es momento de la foto, sino de la gestión".
Los alcaldes, por su parte, no comparten esa visión. Para Folgado, "la gestión la hemos estado haciendo nosotros desde el primer día, adelantando dinero y recursos que no tenemos. Lo que necesitamos no son reuniones tardías, sino soluciones concretas".
Sánchez se despidió prometiendo que el Gobierno de España estará "todo el tiempo que haga falta" con los valencianos. Sin embargo, para muchos alcaldes, las palabras del presidente carecen de credibilidad después de tres meses de retrasos. "Nos enviaron este lunes la declaración de responsabilidad para adherirnos a estas ayudas. Y ahora nos enfrentamos a un proceso administrativo lento y burocrático que solo asfixia más a los ayuntamientos", denunció el alcalde de Algemesí.
El sentimiento generalizado entre los ediles, independientemente de su signo político, fue de frustración. "Los vecinos no nos piden fotos ni visitas presidenciales. Nos piden soluciones reales, rápidas y concretas", zanjó Raga. Y mientras Sánchez regresaba este jueves por la tarde a Madrid, tras una visita institucional al Cuartel General de Bétera, los alcaldes volvían a sus municipios, donde los problemas se acumulan y las promesas no se traducen en hechos.