VALÈNCIA,(EP). El catedrático de Derecho Penal en la Universidad Autónoma de Barcelona y abogado en ejercicio Fermín Morales ha considerado este jueves que las redes sociales "han intensificado la cultura de las imágenes violentas y del acoso a las personas" y ha abogado por limitarla, con la incriminación de determinados aspectos, pero sin dañar otros derechos y libertades como los de información y expresión.
Morales ha realizado estas declaraciones a los medios de comunicación tras participar en València en las jornadas 'Ciberdelincuencia. Problemática penal de las redes sociales', preguntado por la difusión de imágenes de agresiones de violencia doméstica o de cualquier otro tipo a través de las redes sociales y los medios de comunicación y por si son necesarios límites.
El catedrático ha ofrecido en estas jornadas, que celebran el Consejo General del Poder Judicial y el Ilustre Colegio de Abogados de Valencia en la sede de esta última entidad, la ponencia 'Delitos contra la intimidad en el ciberespacio'.
Fermín Morales ha señalado que en torno a la difusión de este tipo de imágenes en las redes sociales o en los medios de comunicación "hay un debate para que el Código Penal pase también a incriminar, además de lo relativo a la pornografía infantil --"desde la toma de imágenes hasta la difusión y la venta--, imágenes violentas, tanto en al ámbito doméstico como fuera de él, que se cuelgan en la red".
En este sentido, ha comentado que se han planteado "propuestas para la creación de nuevos delitos" referidos a "la difusión de las imágenes de actos violentos" aunque ha apuntado que en ese debate "es difícil delimitar y determinar "dónde se ponen los límites" por "la cultura morbosa que hay respecto de imágenes violentas que aparecen en informativos o en películas".
"Dónde se pone el límite. Si aparece una persona que le están pegando en el ámbito doméstico sí pero si aparece la ejecución de un grupo terrorista a alguien que está secuestrado no", ha preguntado el experto en Derecho Penal. Tras ello, ha opinado que "no se ha dado el paso" para establecer límites por el "problema de que la incriminación pueda suponer un recorte importante a la libertad de información y de expresión".
Morales ha manifestado que "el Código Penal todavía no ha abordado esto, un debate latente". Ha insistido en que hay regulación e incriminación para "el tráfico de pornografía infantil y la difusión" de este tipo de imágenes y no para "otro tipo de imágenes que también son atentatorias a bienes jurídicos y derechos".
Así, ha aseverado que el debate en torno a estas últimas "no ha culminado en ninguna reforma legislativa puntual porque se tiene miedo de que la incriminación de conductas pueda afectar a la libertad de información y de expresión". El catedrático ha considerado que "se acabará abordando" aunque midiendo "muy bien la intervención del Derecho Penal" para que "los periodistas acaben quejándose de que se les ha recortado la libertad de información y de expresión".
Fermín Morales se ha decantado por ir "hacia una incriminación, pero limitándola mucho, de imágenes en las que se identifique a la víctima, de imágenes tomadas en un ámbito privado" para "no colisionar con otras libertades". Ha subrayado que esto supondría "poner un freno a la cultura de la violencia, la que las redes sociales han intensificado".
"Tenemos esa cultura de la violencia. No podemos decir que no está instalada en la sociedad, lo que pasa es que las redes sociales han intensificado la cultura de las imágenes violentas y del acoso a personas", ha manifestado.
Morales ha declarado que "nos guste o no, internet y las redes sociales son un sistema magnífico de comunicación en el que todos somos productores de noticias y consumidores" pero ha afirmado que "internet se instaló sin un previo debate sobre cómo queremos organizar nuestra sociedad y nuestra cultura". Ha agregado que esto ha hecho que "todos los gérmenes negativos --entre los que ha enmarcado las imágenes violentas-- se hayan intensificado en la red, como también los positivos".
Por otro lado, Morales se ha referido a la cultura de la intimidad de la que ha hablado en su ponencia y ha resaltado que "hay poca" en la sociedad, como se observa "cuando se le ofrecen acciones a las víctimas y les cuesta personarse en los procedimientos".
El catedrático ha destacado también que "la protección de la intimidad ahora se vincula a la protección de los sistemas de información" y ha dicho que "ahí la intervención del Derecho Penal cada vez es más robusta, con más penas" y con una intervención penal "más intensa". Asimismo, se ha referido a los hacker y los ha definido como "los nuevos mercenarios poderosos del mundo actual" al ser "personas que cotizan".
"Recibimos noticias de que las grandes empresas, los gobiernos y los servicios de espionaje se nutren de hackers. Todas las grandes empresas en sus sistemas de seguridad tienen hackers contratados. Esta es la nueva Edad Media en la que vivimos", ha señalado, al tiempo que ha advertido de que "la ley va por detrás de los acontecimientos". "Las previsiones legales son una cosa y la evolución social es otra", ha añadido Morales.
En la inauguración de las jornadas ha participado, entre otros, el delegado de Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, que ha ofrecido diversos datos sobre ciberseguridad. Así, ha detallado que el Instituto Nacional de Ciberseguridad había gestionado 100.000 incidentes de ciberseguridad en los diez primeros meses de 2016 y ha apuntado que en 2015 se incoaron más de 22.575 procedimientos por delitos informáticos según la Memoria de la Fiscalía General del Estado.
El 80,6 por ciento de estos procedimientos (18.201) estuvo relacionado con estafas cometidas a través de las tecnologías de la información. Por otro lado, ha detallado que casi la mitad de los 4.667 imputados y detenidos por cibercriminalidad en España en 2015 tenían entre 26 y 40 años.