lo nuevo de manero

Alicante tiene nueva sandwichería de culto: Bikini Cóctel Bar

La nueva creación del empresario Carlos Bosch va de poner la vida entre dos rebanadas de pan.

| 19/04/2024 | 5 min, 3 seg

Cuándo piensas en un sándwich, ¿qué te viene a la cabeza? La merienda o el almuerzo de cuando eras pequeño, esa cena socorrida cuando no te apetece cocinar, lo que te llevas al fútbol... Hay tantos momentos de consumo como historias tiene cada uno. Nos gusta el mixto, el descapotable y hasta el vegetal. Y aunque en esta tierra seamos más de bocatas, de esos suculentos manjares que amenizan cualquier esmorzar, no vamos a negar el placer a un sándwich bien hecho, son su paso por la plancha, con el queso fundido y hasta el jamón churruscado.

Pues bien, el sándwich puede ser uno de los productos que más ha evolucionado últimamente. Porque de ser una cosa simple, un tentempié o una comida rápida, ha conseguido sofisticarse, elevarse a los altares del cielo gastronómico y codearse con los platos top de algunos restaurantes. E incluso, como en lo que te contamos hoy, a convertirse en el protagonista absoluto. Así ha nacido el último proyecto de Carlos Bosch, Bikini Cóctel Bar una sandwichería premium en pleno centro de Alicante.

Pero, ¿en qué momento se convirtió el sándwich en un bocado gourmet? “El bikini se ha sofisticado a partir de los ingredientes, pero también por la calidad del pan y de cómo se ha desarrollado la técnica, como la utilización de la mantequilla para caramelizarlo o la del del tostador, que es especial para ese tipo de productos”, explica. A ello le siguió “el uso de ingredientes de calidad extrema, como el jamón ibérico de bellota, la mozzarella, trufa, foie, salmón ahumado o el caviar. Una serie de materias primas que lo que consiguen, es que una cosa tan sencilla como podía ser un sándwich, se convierta en un bocado gourmet. Es ahí donde realmente pasa a tener valor gastronómico y es algo especial, con una tendencia de consumo cada vez mayor.”


Lo de los sándwiches no era algo que le resultase ajeno. De hecho, en las cartas de los restaurantes Manero, tienen un apartado dedicado a las elaboraciones entre pan, ya fuese con un brioche de mantequilla, dentro de un mollete, en canapés y por supuesto, en formato bikini. De pastrami, de queso y trufa, de salmón ahumado y caviar o el bikini Manero by Carles Abellán. Y están entre los platos estrella de sus espacios en Alicante y Madrid. Así que, ¿por qué no abrir un lugar de culto al sándwich? 

“Hemos dedicado el espacio al bikini porque creo que es un producto que tiene mucho que decir. Identifica la idea de la gastronomía fast food española, muy lejos de lo que pueden ser las pizzerías italianas o las hamburgueserías americanas a las que estamos acostumbrados. El sándwich en sí, con la cantidad de ingredientes que acepta, es un concepto de lo que nosotros sabemos hacer”, cuenta a Guía Hedonista. Y es que considera que “es una manera distinta de hacer una comida rápida, casual... pero sobre todo, de acercarnos.” 


Y con acercarnos se refiere a hacerlo a todos los públicos, porque Bikini Cóctel Bar nace como un concepto divertido, casual y sobre todo, más accesible. “Mucha gente joven no se atreve a entrar a Manero porque considera que es un sitio para mayores o que para su economía es un poco más alto. Lo que hace este espacio, es acercar el producto a un perfil mucho más joven.”

Para llevarlo a cabo, ha cogido el coqueto espacio en el que antaño estaba Teatro Bistrot, que se encuentra en pleno Teatro Principal de Alicante y lo ha dotado además, de una terraza en la plaza Ruperto Chapí al abrigo de la arboleda, que promete convertirse en un nuevo place to be alicantino.

Y es que el concepto es redondo y fácil, para cuando no nos apetece pensar más que en comer un rico sándwich, tomar un cóctel -con un Spritz, un Comospolitan o con sangría de cava saben de lujo- o una cerveza para acompañarlo y quizás unas conservas como complemento. Por eso en la carta arrancan con algunas de las referencias de laterío con el sello Manero, como sus mejillones -también en versión picante- o las navajas, además de gildas o un plato de su aclamada ensaladilla.

Después, la cosa va por pedir uno de sus bikinis, que consiguen que queden con ese toque crunchy por fuera y que preparan en recetas como el tradicional mixto de jamón y queso, un bikini vegetal y otro de salmón. Pero hay más bikinis, uno relleno de pastrami, otro de pesto y espárragos o la creación de su director gastronómico Carles Abellán, con jamón ibérico, mozarella de búfala y trufa negra. Incluso tienen su versión dulce, como homenaje al postre de chocolate, aceite y sal, que meten dentro de su suculento pan de molde. 


¿El favorito de Bosch? “Tengo varios. El que realmente me sorprende y me gusta muchísimo es el de rabo de toro con foie, que es la unión de dos ingredientes que combinan perfectamente y que tampoco está muy visto. Es un bocado muy gastronómico. Eso sí, sin dejar atrás el mixto o el bikini de Carles Abellán”, confiesa. Y no le pedimos más, solo que nos haga disfrutar del placer que puede suponer comer un sándwich en condiciones. Porque a veces, la vida debe ser tremendamente sencilla. 

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