VALÈNCIA/ALICANTE. La patronal autonómica CEV considera "un respiro" que la industria considerada no esencial, incluida la construcción, pueda retomar su actividad tras el 12 de abril -en el caso de la Comunitat Valenciana será el 14, al ser festivos los dos días anteriores-, tal como anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien afirmó que no renovará el Real Decreto que regula el permiso retribuido recuperable con el que endureció las restricciones de movilidad. Así pues, ese día se volverá al estadio anterior, a las condiciones establecidas por el primer decreto, del 14 de marzo, y la industria no esencial podrá volver al trabajo.
La CEV espera que la prórroga de dos semanas sirva para acelerar la salida de la crisis sanitaria, pero reitera la necesidad de acompañarla con medidas de carácter fiscal y económico que ayuden a resolver la crisis económica derivada de la Covid-19. Considera la patronal que preside Salvador Navarro que para las empresas y autónomos, "muy castigados" por el parón de actividad, cada vez es más urgente que se apruebe un aplazamiento o suspensión en el pago de tributos como el IVA, IRPF o cuotas a la Seguridad Social, según afirmó en un comunicado.
La CEV se opuso a los permisos retribuidos que obligaron a cesar la actividad a muchas empresas del sector industrial, aunque otras, como el plástico, el textil y alguna factoría de papel, han encontrado alternativas en la fabricación de material sanitario. Ahora celebra que esta medida se limite a las dos semanas iniciales y, según Navarro, "confía en que el Gobierno no sólo recurra al diálogo social para comunicar sus decisiones, sino que consulte y negocie cuáles son las mejores medidas para empresas y trabajadores". Además, según Navarro, "urge ampliar la línea de avales ICO aprobada por el Gobierno y agilizar su puesta en marcha" .
La construcción es uno de los sectores clave de la Comunitat Valenciana que podrá retomar la actividad después de los festivos de Semana Santa. Al menos, a la espera de ver negro sobre blanco la nueva normativa en el BOE, así lo indica el anuncio realizado este sábado por el presidente del Gobierno sobre la evolución de las medidas de confinamiento. El sector, según distintas fuentes consultadas por Valencia Plaza, ha acogido con satisfacción y una dosis de prudencia el discurso de Sánchez.
En el mes de marzo la afiliación a la Seguridad Social en el sector de la construcción se redujo en España en casi 40.000 personas y el paro aumentó en 59.551 personas. En la Comunitat Valenciana el paro en la construcción aumentó en 6.179 personas.
Los promotores consultados por este periódico tras el anuncio de Sánchez consideran que la decisión de permitir volver a construir se justifica no solo a la luz de los últimos datos sobre la evolución de la pandemia, sino porque el suyo es un sector con un índice de contagio muy bajo y en cambio, con los efectos económicos de arrastre más notables para la economía. Además, anticipan que la vuelta a la actividad se producirá a ritmos muy bajos, hasta que la amenaza del coronavirus haya pasado completamente.
En una línea similar se han pronunciado desde la patronal valenciana del calzado, Avecal, desde la que su presidenta Marián Cano apunta que la liquidez de las empresas del sector es clave. Hay que poder utilizar cuanto antes instrumentos como el ICO, "cuanto más ágil, mejor, las inyecciones de liquidez son imprescindibles", y añade que se les tendría que agilizar y devolver cuanto antes el IVA, sobre todo para sectores exportadores como el que representa. "Cualquier otra medida que vaya en el sentido de anticipar, abonar las subvenciones de 2019... en definitiva, que vayan a la tesorería de las empresas y les permita hacer frente a estas semanas, es positiva".
Con todo, Cano asevera que lo primero es frenar la pandemia, pero califica de positiva la reanudación de la actividad industrial porque "la paralización de la economía se va a notar y ya se está notando", pero al poder empezar cuanto antes "se podrán recuperar posiciones". En ese sentido, advierte que en el sector del calzado no solo les ha hecho daño estas dos semanas del permiso retribuido, "el problema es el comercio en general y los departments a nivel europeo", recordando que ya llevan semanas sufriendo la situación económica por el coronavirus. Ya se notó con la situación en China, pero el agravante italiano "acentuó mucho la situación, son los países de nuestras exportaciones, y nos hemos encontrado con aplazamientos de pago y retrasos para la campaña de otoño-invierno, puesto que los representantes tendrían que estar ahora moviéndose para comercializar sus productos, pero se han paralizado la mayoría de los envíos".
Así pues, aunque valoran el levantamiento de la suspensión de actividad como positivo, en el calzado se vive preocupación, ya que aún están a expensas de cómo se desarrolle la actividad comercial en EEUU y en toda Europa, por los países clientes. "Nuestra recuperación será total cuando abra el comercio", explica la presidenta de Avecal, quien añade que además al ser un producto que depende mucho de cómo esté el consumidor, "muy sensible a un producto de moda y que no es un bien de primera necesidad", esgrime. "Tenemos claro que va a afectar a varias temporadas, hasta 2021", zanja la presidenta de la patronal.
Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Componentes (AEC), Manuel Román, apunta a que la noticia es "estupenda", y relata que la situación en los componentes no es tan dura, "aunque necesitamos empezar a trabajar ya". Apunta que el sector ahora mismo está bien, "aunque ahora estamos sobre todo viendo la situación con los clientes, haciendo un seguimiento para gestionar el contexto financiero y las devoluciones". Eso sí, muestra más preocupación por el calzado, que es su principal cliente y por el que se pueden ver arrastrados: "Tienen mucho stock sin colocar y partidas sin terminar, tememos que hayan anulaciones".
En cualquier caso, Román apunta que lo más difícil será la vuelta. No obstante, en la industria auxiliar del calzado "puede que alguna empresa cierre, pero no es normal, son empresas muy familiares y lo que hacen es reducir producción, es más acuciante en el zapato porque las fábricas tienen que asumir grandes costes que se disparan para mantener las plantillas".