Mi padre se quedó huérfano de madre cuando tenía cuatro años. El padre de mi padre, mi abuelo, fue quien se hizo cargo de la casa y de sus cuatro hijos. ¡Feliz Día del Padre!
El padre de mi padre se quedó de la noche a la mañana viudo y con cuatro hijos que mantener, tenía 50 años. Mi abuela murió con 39 años a consecuencia de un error médico pues se infectó de tétanos porque el hilo de sutura estaba infectado. Después de cuatro partos tenía algunas hemorragias y para evitarlas decidió operarse ya que no revestía ningún peligro y quería seguir trabajando con mi abuelo y disfrutando de su familia. No pudo ser. Mi padre tenía 8 años, mi Tío Vicente 3, mis tías Maru y Tere 10 y 12. No se puede explicar el vacío, el impacto y el dolor que supuso para toda la familia. Pudieron despedirse de ella pero empezó un drama con el que tuvieron que vivir y siguen conviviendo cada día aunque ya esté superado.Un drama al que se tuvieron que acostumbrar, que les hizo fuertes y que hizo que mi abuelo, el padre de mi padre, demostrara aún más su valía, su fuerza, su integridad, su amor por la familia y su capacidad de sacar todo adelante, eso sí, con la ayuda de su familia y de la de su mujer, con mi Tía Julia a la cabeza. Porque mi abuelo nunca estuvo solo aunque al principio le costara entrar en la familia de su mujer que no entendía que su hija Maruja ( la madre de mi padre), de "buena familia ", con estudios y de ciudad se enamorara de un hombre sin estudios que venía del pueblo, de Montanejos.
El padre de mi padre era un hombre que venía del campo, un hombre rural sin estudios pero que se preocupó que sus hijos fueran al colegio, a uno de los mejores colegios de Valencia, y tuvieran la educación necesaria para tener una vida con más oportunidades que la que él tuvo. Tenía la inteligencia necesaria para valorar la importancia de la educación cuando él nunca tuvo la oportunidad de estudiar.
El padre de mi padre, mi abuelo, estuvo dos años escondido en una cueva durante la Guerra Civil donde volvió a aprender a leer y escribir. Su primo, el dentista, le enseñó mientras estuvieron en cautiverio. Mi abuelo no quería luchar en una guerra. No quería tomar partido. Era un hombre de principios. Uno de esos hombres que me encantaría encontrar hoy en día en mi vida. El caso es que estuvo refugiado en una cueva donde volvió a aprender a leer y a escribir. Él tuvo que dejar los estudios cuando tenía 8 años porque necesitaba trabajar como pastor. Así que la guerra le dio la oportunidad de volver a escribir y leer.
El padre de mi padre era una persona ruda pero íntegra. Una persona que ayudaba y muy querida por eso nunca estuvo solo. Estaba siempre rodeado de gente que hacía más llevadera la ausencia de su mujer y madre de sus hijos. Su carnicería, su negocio, se convirtió en un centro social y siempre tenía visitas, muchas visitas. Amigos que iban a almorzar con él y mujeres y hombres que le ayudaban en el negocio.
El padre de mi padre, mi abuelo fue un buen padre. Lo sé de buena tienta y lo percibo en sus hijos. Siempre hablan de él
El padre de mi padre era una persona muy querida y muy emprendedora también. Cuando llegó a Valencia dejó atrás, en Montanejos, los negocios de la familia por buscar una vida mejor y no le fue mal. Montó varias carnicerías de las que ya sólo queda una, Cárnicas Mansergas, adquirió varias propiedades y dio empleo a mucha gente que a día de hoy siguen vinculados a nuestra familia de alguna manera.
El padre de mi padre, mi abuelo fue un buen padre. Lo sé de buena tienta y lo percibo en sus hijos. Siempre hablan de él, ríen alrededor de sus recuerdos y no olvidan sus anécdotas. Anécdotas que hacen que siga vivo entre nosotros y que me parezca que incluso yo haya convivido con él, aunque murió cuando yo tenía 8 años. Eso sí, recuerdo con especial cariño cuando sentada en sus rodillas me enseñaba a hacer hamburguesas.
Hoy, día del padre, recuerdo especialmente su figura. La del padre de mi padre Manuel. No es única pero es especial. Porque hay muchas más familias que han tenido que vivir solo con la figura paterna. Y como él hay muchos más con diferentes situaciones que les han llevado a convertirse en el pilar de sus familias monoparentales, por elección o por obligación.
Por eso hoy quiero felicitar especialmente a esos hombres que afrontan su paternidad en solitario que pueden acallar muchas bocas cuando se pone en cuestión su figura.
Hoy sobre todo recuerdo a padres imprescindibles, a padres que no necesitan a mujeres a su lado para formar una familia y a padres que luchan, se preocupan y aman a sus hijos tanto como las madres. Recuerdo a las familias formadas y estructuradas solo con la figura del padre. Familias que solo tienen padres o que la figura del padre se convierte en pilar de la estructura familiar y de la vida de sus hijos. Padres que llevan a gala y por bandera su "amor de padre". Padres luchadores y fuertes que tienen que demostrar por encima de cualquier prejuicio, por encima de los tópicos, que perfectamente pueden llevar en solitario la crianza de sus hijos y formar una familia monoparental o con pareja del mismo sexo.
Conseguir la idoneidad y los tiempos de espera eternos como en cualquier proceso de adopción son los primeros momentos complicados y es solo el inicio del camino de la adopción. Una vez el país de adopción le aceptó como padre para sus dos hijos comenzó una espera llena de incertidumbres. Incertidumbre con la que tuvo que convivir hasta que llegó el primer viaje para conocer a sus hijos. En ese momento se le olvidaron los años de espera y las noches sin dormir de cara al ordenador intentando encontrar alguna señal aunque fuera todo en ruso ( país de origen de sus hijos).
Josevi recuerda especialmente ese momento mágico en el aeropuerto de Moscú, a las cinco de la mañana, lleno de placas de hielo, donde por primera vez se vio "sólo ante el peligro" en un país totalmente desconocido. Es la primera vez que se sintió "superpapá" cuando les protegió del frío y del miedo a la oscuridad. Ya en Valencia tanto su familia, sus amigos y los entornos escolares donde han estudiado han servido de apoyo para que viva colmado de felicidad y lleno de fuerza y de energía para enfrentarse a la preadolescencia que le espera. Sus hijos son felices, no tienen ninguna carencia y forman una preciosa familia digan de mentar. Según Josevi esto debe ser la fuerza del cariño.
Hoy es el Día de todos los padres, otro de esos "inventos" bonitos de celebrar. Padres de familias estructuradas, desestructuradas, padres de familias monoparentales, padres de familias con pareja o sin pareja, padres de adopción, biológicos... Yo no sería la misma persona sin mi padre, sin la referencia de mi padre. No imagino mi vida sin él, sin su apoyo, sin su entrega, sin su amor. Soy una chica con suerte. ¡Felicidades, papá!
La semana que viene... más
El director de Gestión de Patrimonios de GVC Gaesco aconseja combinar valores con potenciales de revaloración y retornos vía dividendo