El director de Gestión de Patrimonios de GVC Gaesco aconseja combinar valores con potenciales de revaloración y retornos vía dividendo
MADRID. El 19 de marzo está marcado en rojo en los calendarios de la mayoría de familias. En el Día del Padre lo habitual es que sean los hijos los que hagan un pequeño detalle a su progenitor, pero, como símbolo de este vínculo, no estaría de más que los padres pensaran en 'regalar' y 'construir' a sus hijos una cartera de renta variable con visión en el largo plazo.
Para Antoni Bellfill, director de Gestión de Patrimonios de GVC Gaesco, “esta cartera debería ser una combinación entre valores con elevados potenciales de revalorización e interesantes retornos vía dividendo. Es importante tener presente que la construcción del portfolio debe realizarse con voluntad de maximizar la rentabilidad y minimizar el riesgo, por eso desde GVC Gaesco queremos ayudar a los padres en la toma de decisiones proponiendo algunas alternativas”.
En la parte más defensiva contemplamos valores con un elevado dividendo, por eso proponemos a Endesa, Enagás, Bolsas y Mercados Españoles (BME) y Telefónica. “Esta selección de títulos a precios actuales presentaría un dividendo medio del 6,6%, además de tener un sesgo nacional que nos permitiría una optimación fiscal y evitar dobles retenciones” comenta Bellfill. Por ello, recomendamos estas inversiones:
Utilities con rentabilidad por dividendo
Endesa y Enagás, ambas compañías pueden verse afectadas en el corto plazo por el cambio regulatorio que tiene previsto llevar a cabo el Gobierno, obteniendo menores retribuciones. No obstante, dado que es un tema conocido por el mercado, probablemente ya esté reflejado en las cotizaciones y no impacte en el valor a medio y largo plazo. Además, dichas compañías tienen una rentabilidad por dividendo muy atractiva, dado que generan flujos de caja lo suficientemente amplios como para ofrecer una rentabilidad por dividendo del 7,97% y del 6,88% respectivamente.
Una defensa ante la volatilidad
Otro de los valores que cumple con las condiciones necesarias para cumplimentar la cartera, por su carácter más defensivo, es BME. Sigue siendo un valor atractivo por tres aspectos fundamentales: generación recurrente de caja; remuneración atractiva para el accionista, con una rentabilidad por dividendo del 6,5%; y, por último, su escaso nivel de deuda, con un ratio de DN/EBITDA estimado de -2 veces. A precios actuales, vemos descontadas las menores perspectivas de crecimiento vistas en los últimos trimestres.
Actor de referencia con alta revalorización
Por otro lado, aunque en los últimos años el sector de las telecomunicaciones en España se ha ido atomizando con el aumento de nuevos players, Telefónica sigue siendo la compañía de referencia y presenta un potencial de revalorización lo suficientemente atractivo (25% según el consenso de Bloomberg) como para incorporar dicho valor a la cartera.
Si nos centramos en aquellos valores con los descuentos más importantes, nuestra selección se centraría en Santander, Deutsche Bank, Inditex, BMW y Alphabet (antes conocida como Google). Para Bellfill, “estos valores son un reflejo del descuento existente en el sector financiero europeo, del potencial de liderazgo en sectores como el retail o la automoción y de la capacidad de innovación desde posiciones de caja sumamente favorables”.
Si nos centramos en la parte más cíclica de la cartera y tenemos en cuenta la subida de tipos en EE UU así como la regularización de los mismos en la Eurozona, probablemente uno de los grandes beneficiados acabe siendo el sector financiero. “Los efectos de las políticas monetarias llevadas a cabo por ambos bancos centrales tienen que acabar transitando por el sector bancario, que ganará visibilidad aumentando sus márgenes de explotación” asegura Bellfill. Por este motivo, recomendamos tener en cuenta los siguientes aspectos:
Proyección financiera nacional e internacional
Siendo el Banco Santander una de las mayores entidades españolas, con proyección nacional e internacional (no olvidemos que el 50% de sus ingresos netos provienen de Latinoamérica), podría ser un valor atractivo a incorporar. De carácter internacional Deutsche Bank también sería un buen candidato por tratarse de un banco de referencia a nivel europeo, que en los últimos años ha realizado numerosas provisiones por litigios y que podría empezar a ver la luz al final del túnel.
Alto potencial de revalorización
Si nos situamos en el sector retail, tras los máximos alcanzados el pasado año y teniendo en cuenta las correcciones desde inicio del presente ejercicio, incorporar a nuestro portfolio a Inditex podría ser una buena opción. Aunque es cierto que los resultados del 2017 que hoy presenta la compañía podrían estar condicionados por el clima y por el efecto de las divisas, las expectativas son buenas, con crecimiento de las ventas en los próximos años y con un balance saneado. El precio que estima el consenso de analistas de Bloomberg ronda los 33 euros por acción, lo que se traduciría en un potencial del 37% respecto a la cotización actual.
Apuesta por la automoción ecológica
Por otro lado, el hecho de que la venta de automóviles se sitúe en máximos históricos es uno de los catalizadores por los que creemos que la cartera debe tener un miembro del sector, y BMW es un firme candidato a estar en cartera. Aparte del crecimiento en ventas experimentado en los últimos años, es importante tener en cuenta su focalización en el desarrollo de coches eléctricos y autónomos, donde la compañía germana se sitúa en muy buena posición para encabezar estos cambios tecnológicos.
Innovación tecnológica
Por último, si nos centramos en la capacidad de innovación que debe tener una compañía, encontramos a Alphabet. Ésta muestra una situación financiera impecable, con un incremento anual del 20% del flujo de efectivo –110.000 millones– gracias al continuo aumento de pago por anuncios online en plataformas como Google o YouTube, que año tras año ven crecer el número de usuarios. La alta generación de caja sitúa a la compañía en una situación privilegiada para crecer tanto orgánicamente, como para reinventarse en otros campos o nuevas demandas sociales.