Lo que estamos pidiendo es muy sencillo: que las empresas puedan presentar sus impuestos hasta el 1 de junio, en lugar de hasta el 20 de abril, que es la fecha límite. Vamos, ampliar la fecha límite de presentación poco más de un mes. Esta petición, repetida hasta en tres ocasiones, que el Ministerio sigue sin atender y por la que los asesores nos encontramos indignados, se basa en evidentes razones de salud pública.
Y es que, aunque actualmente se pueden presentar los impuestos por vía telemática y es habitual que se canalicen a través de profesionales, muchos contribuyentes necesitan desplazarse para entregar los datos a sus asesores, lo que es imposible con la situación de confinamiento actual, aunque el Gobierno se empeñe en no entenderlo.
La medida que exige la Asociación Española de Asesores Fiscales ya ha sido adoptada por la mayor parte de los países de nuestro entorno, así como por los gobiernos autonómicos de nuestro país, con aplazamientos de carácter general en los plazos de presentación de impuestos.
La ministra de Hacienda sigue empeñada en “pasar” de los contribuyentes y de los asesores fiscales, “como si la situación actual fuera la normal”.
Y la situación no es normal porque:
•Hay asesores, empresarios y autónomos que o están afectados por el Covid-19 o con familiares afectados, lo que les impide atender el despacho o el negocio
•Será imposible poder presentar los impuestos de forma correcta en el actual Estado de Alarma. Los clientes no pueden ir a sus empresas ya que no se puede salir de casa.
•Desde la declaración del Estado de Alarma las empresas no han podido organizar su documentación con normalidad ni enviarla a sus asesores.
•Muchas empresas son bares, cafeterías, peluquerías o pequeños comercios, sin medios informáticos o formación que permitan remitir de forma telemática los datos al asesor. El papel en esos sectores está todavía muy presente. La España vacía existe.
•Los departamentos administrativos de las empresas están bajo mínimos sin que en estos momentos el cumplimiento fiscal sea prioritario.
•No todas las asesorías han podido organizar el teletrabajo como para sacar adelante una campaña trimestral, no hemos podido planificar con tiempo la situación. Tememos por la salud de nuestros empleados.
Lo que AEDAF pide al Ministerio de Hacienda es solidaridad con los contribuyentes, que van a soportar el peso de la crisis y recuerda el compromiso del Presidente del Gobierno de estar del lado de todos aquellos afectados por esta situación crítica.
Éste era el momento de demostrarlo y, en lugar de ello, mantienen fechas y plazos, lo que no ayuda a luchar contra el Covid-19 y que, indirectamente, puede implicar un mayor número de contagios y costar vidas.
El Gobierno está demostrando una falta de sensibilidad, de sentido común y hasta de vergüenza, que el contribuyente y el colectivo profesional tardará mucho en olvidar.
Aunque se han oído rumores, los asesores fiscales no nos vamos a poner en huelga. Vamos a estar, más que nunca, al lado de los autónomos y las empresas de este país para intentar presentar los impuestos del trimestre ¡cómo se pueda! y no transmitiéndoles más angustia de la que ya tienen, por la terrible crisis sanitaria en la que estamos inmersos e insistiéndoles a que no se salten las medidas de confinamiento para traernos documentación, bajo ningún concepto.
Mientras terminaba de escribir estas líneas un ruido me ha sobresaltado. Era un autónomo que, saltándose dichas medidas, me ha pasado un sobre con las facturas del trimestre por debajo de la puerta del despacho, en el que me encuentro trabajando con la persiana medio bajada.
Ánimo autónomos, ánimo empresas y ánimo asesores fiscales, que el RD 10/2010 nos ha incluido entre las “actividades esenciales” de este país y nos estamos ganando el que, cualquier día de estos, a las 20h, salgan todos a las ventanas a aplaudirnos.
Bernardo Bande Garcia-Romeu es asesor fiscal y abogado. Delegado Territorial AEDAF de Alicante y Albacete