Se trata de los bonos que tenían grado de inversión siendo degradados a 'basura', que el experto les augura un buen futuro en los próximos años
MADRID. Para los inversores en bonos, habrá dos elementos principales a los que prestar atención en los próximos meses: la política de los bancos centrales y la llegada de una vacuna.
La política de los bancos centrales no tiene precedentes y tiene consecuencias extraordinarias para los inversores. En el periodo comprendido entre principios y finales de marzo de este año, los bancos centrales pasaron a un grado de actividad nunca antes visto, trabajando junto al flanco político. El crecimiento de la oferta monetaria M2 aumentó un 16% entre febrero y mayo de 2020, mucho más y mucho más rápido que durante la crisis de 2008. La misma medida de oferta monetaria aumentó sólo un 7% entre agosto de 2008 y marzo de 2009.
Los inversores de renta fija pueden encontrarse ante una amplia variedad de resultados de la pandemia. Por un lado, una posible vacuna y el apoyo de los bancos y los gobiernos podrían reducir las tasas de impago. Por el contrario, hay otros factores negativos como un aumento aún mayor de la deuda de los gobiernos, que los bancos centrales no tomen más medidas y la ausencia de una vacuna podrían hacer que las tasas de impago aumenten. Por eso, el atractivo de los bonos de alto rendimiento depende de lo que ocurra. Por el momento, los mercados están descontando una tasa de impagos anual del 6-7%, pero la duración de la crisis será muy importante en este sentido.
La Reserva Federal ha situado un suelo para los activos de riesgo, pero las cifras que se prevén en relación al virus indican que es muy probable que el desempleo en EE UU siga siendo de dos dígitos el año que viene, y sin una vacuna la recuperación tardará mucho más tiempo en llegar. Como inversor de deuda de alto rendimiento, es importante encontrar un equilibrio entre el optimismo y el pesimismo para beneficiarse en ambos escenarios.
Los 'ángeles caídos', los bonos de grado de inversión que han sido degradados hasta alto rendimiento, se convertirán en una temática dominante en los próximos uno o dos años. Este año y el próximo, bonos de grado de inversión con un valor de unos 500.000 millones de dólares podrían asistir a una rebaja de rating que los sitúe en la categoría de alto rendimiento, o high yield, ya que las agencias de calificación son ahora más agresivas en comparación con crisis anteriores.
Vemos a estos 'ángeles caídos' más como una oportunidad que como un riesgo. Con el tiempo, este tipo de emisiones tienden a superar el índice general de alto rendimiento. Muchas empresas de sectores como el energético, el automovilístico, el industrial, el de materiales y el de consumo cíclico son buenos candidatos para volver al grado de inversión en los próximos cinco años".
Jeremy Cunningham es director de Renta Fija de Capital Group