VALENCIA. Los llamados 'Planes de Ahorro 5' acaban de cumplir su primer año de visa captando 898 millones de euros y 284.126 suscriptores de alguna de estas pólizas fruto de la reforma fiscal de 2014, según los datos recabados por ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones).
Pero, ¿qué son estos nuevos planes de ahorro? Básicamente un plan de ahorro a cinco años, cuya aportación máxima anual se limita a un tope de 5.000 euros, bien en un único pago o a través de aportaciones a lo largo del ejercicio.
En caso de que el cliente necesite reembolsar su plan antes del plazo previsto puede hacerlo, pero eso sí renunciando a las exenciones fiscales que sí las tienen todos aquellos que aguantan los cinco años de rigor -por tanto conllevará una retención del 19%- y, además, garantizando al menos el 85% de las primas al vencimiento. O lo que es lo mismo: se corre el riesgo de perder el 15% de lo aportado en esos 60 meses.
Sin embargo, este producto de ahorro ofrece la posibilidad de alargar la vida sin tener que tributar por Hacienda cambiándolo a a largo plazo. Actualmente hay dos categorías: por un lado, los Planes SIALP (Seguros Individuales de Vida/Ahorro a Largo Plazo), que se contratan en una entidad aseguradora; y, por otro lado, los Planes CIALP (Cuentas Individuales de Ahorro a Largo Plazo), que se contratan en una entidad bancaria o de crédito.
Cada contribuyente sólo puede disponer de un único contrato de este tipo, bien en un seguro o bien en una cuenta individual; mientras que la disposición del capital solo puede efectuarse mediante un capital único.
Cada vez son más las entidades financieras y aseguradoras que ofrecen estos planes a sus clientes más conservadores a la vista de la caída en picado de los tipos de interés, que ha impactado directamente sobre los depósitos bancarios y las Letras del Tesoro, otrora vehículos preferidos por los pequeños ahorradores poco dados al riesgo. Actualmente superan en algunos casos el 1%, muy por encima de lo que pagan los depósitos, pero conviene leer siempre la letra pequeña.
"No les veo mucho atractivo para incentivar el ahorro porque son productos poco flexibles (por aportaciones, plazo, posibilidades...) y aunque ofrezcan rentabilidades superiores a los bajísimos tipos de interés actuales sinceramente creo que vale la pena asumir algo de riesgo, aunque sea poco, e irse directamente a los fondos de inversión donde hay un amplísimo abanico de posibilidades", apuntan desde una gestora de fondos consultada por este diario.
"No son tan atractivos como los planes de pensiones de toda la vida que sí que fomentan el ahorro a largo plazo y son un complemento adecuado para complementar la pensión a la hora de jubilarse, pero insisto con el precio del dinero en el 0,05% toca asumir más riesgo para tener más rentabilidad y los fondos, además, ofrecen ventajas fiscales y diversificación", añaden.
Al cierre del pasado año, las aseguradoras gestionaban 206.851 millones de euros de sus clientes, lo que representaba un 2,25% más respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. De esa cantidad, 167.699 millones correspondían a productos de seguro (+0,84%). Los restantes 39.151 millones constituyen el patrimonio de los planes de pensiones encomendados a gestoras de entidades del sector, que han experimentado un crecimiento interanual del 8,59%.
En las dos últimas semanas, diez grandes compañías de seguros y reaseguros han abandonado la NZIA, entre ellas AXA, Allianz, SCOR y Swiss Re