VALÈNCIA. El festival VOlumens crece cada año un poco más. Esta séptima edición se enfrenta al reto de comprender la aplicación de la Inteligencia Artificial en la creatividad, temática que marca el pulso del festival que se celebrará del 20 al 23 de septiembre en diversos espacios de la ciudad. Este evento, capitaneado por Antonio J. Albertos, busca encontrar su espacio fijo y profesionalizarse para convertirse en una cita clave. Su director, experto en vanguardias musicales, conversa con Culturplaza sobre el futuro que le espera al festival, las expectativas de cara a los próximos años y la necesidad de ir siempre un paso por delante. En el mundo de la música nunca se sabe.
-¿Cómo se plantea esta nueva edición de VOlumens?
-Es una edición más ambiciosa, seguimos con la modalidad del año pasado de ir aumentando los días y de ir mejorando el formato poco a poco.
-¿Va a haber una sede definitiva del festival?
-No te puedo contestar a esto, pero el problema que tiene València es que no hay un espacio para albergar los festivales. No tenemos, como en Barcelona o Madrid ,un espacio pensado para albergar festivales. El problema estructural de nuestra ciudad, que a nosotros también nos afecta, es que nos vemos en la tesitura de buscar nuevos sitios y adaptar el festival a estos espacios.
-¿En qué espacios podremos ver el festival este año?
-Estaremos instalados en la Fábrica de Hielo, la Sala Off y la Sala Hot, entre otros lugares Este año los conciertos que va a haber en La Mutant y las actividades que se llevarán a cabo en Las Naves están hechos exporofeso para el lugar y adaptándose a sus condiciones.
-Se ahorraría mucho tiempo y organización si se contara con una sede fija…
-Cada año es un reto, hay que encajar espacios y artistas como un puzzle. Lo bueno de esto es que el equipo en general está muy acostumbrado a ir adaptándose a la batalla. Cuando surge la oportunidad de colaborar con otros festivales o de formar parte de otros eventos ya estamos preparados.
-¿Ves algún momento en el que el festival pueda estar asentado?
-Es algo que buscamos, dar estabilidad al festival y a las promociones de las ediciones siguientes. Queremos que VOlumens se sitúe en el mapa con un lugar exacto y unas fechas concretas.
-Este año una de las claves es que han entrado artistas por una convocatoria abierta, ¿habéis recibido muchas solicitudes?
-Hemos recibido casi cien propuestas, tanto a nivel nacional como internacional. Todas eran muy variadas: desde danza interactiva hasta propuestas de realidad virtual, pasando por actuaciones de todo tipo y hasta disc jockeys. Hemos visto que hay nivel, mucho nivel, ha sido todo un acierto aceptar estas demos y ver hacia dónde camina esto.
-Está bien que los festivales hagan de lanzadera.
-Es un currazo, pero te llevas el placer de descubrir grandes talentos. El Sónar hizo esto en sus primeras ediciones, y nos dieron un espacio clave a varios disc jockeys de València que en esa época estábamos mal mirados. Ahí pudimos abrir un campo y demostrar que en la ruta no era solo Bakalao lo que se consumía [ríe], fue una muy buena oportunidad.
-Hablando de la Ruta, tras el lanzamiento de la serie de La Ruta y el éxito de Ruta Gráfica… ¿en qué momento crees que está el fenómeno?
-Siento que todo se ha equilibrado bastante. Se ha aceptado y se ha hecho justicia. Creo que había un desequilibrio entre lo que era hasta ahora la visión de la Ruta con lo que pasó en realidad. Hacía falta hacer un poco de contrapeso con todo esto.
-El tema de este año es la Inteligencia Artificial, que al igual que la Ruta también tiene su parte “conflictiva”.
-En la Ruta había gente que lo hacía mal y gente que hacía que mereciera la pena. Todo depende mucho de las manos en las que caiga algo, con la Inteligencia Artificial (IA) pasa exactamente lo mismo, si hay una buena mano se usa bien. Un cuchillo puede servir tanto para cocinar como para asesinar.
-¿Cuál es la lectura que se hace desde VOlumens de la IA?
-Al final queremos explicar un poco el fenómeno. Seleccionamos proyectos que la definan y organizamos charlas para que la gente lo entienda, hay que tener ojos en todo. Haremos desde un taller para niños hasta una charla con el divulgador Carlos Santana (experto en la materia). Es un tema que ahora mismo avanza más rápido que la regulación, la polémica está y no se va a esquivar tampoco en las charlas.
-Háblame de los platos fuertes, ¿cuáles son los avances tecnológicos de esta edición?
-Desde el 2021 considero que hemos ido explorando mucho la introducción a un aspecto más “cinematográfico”. Este año queremos incidir en el tema de la IA con una exhibición de cine hecho con esta herramienta, que se puede ver en formato inmersivo. También vamos a tener un streaming accesible a nivel mundial en el que hablaremos sobre tecnología cuántica. Tras la charla, y para rebajar la intensidad, habrá una actuación de algo que tenga que ver con el tema.
-¿Se sabe ya hacia dónde va a ir la próxima edición?
-Nuestro reto, como festival tecnológico y visual, es ir siempre un paso más allá. La clave es leer el entorno y ver la pulsión que hay en la tecnología, la ciencia y la creatividad. Ahora mismo nos planteamos trasladar el festival a otra dimensión, o igual no… son solo algunas ideas sueltas.
-También estuviste en el festival Observatori (el festival Internacional de Investigación Artística de Valencia), y te quería preguntar por la cabida que tiene la programación de música de vanguardia aquí en València
-Es una plaza difícil. Cabe tener en cuenta que venimos de donde venimos, de una Ruta en la que se implantaron esas ganas de descubrir lo nuevo e ir siempre por delante. Quiero pensar que aunque sea una plaza difícil estamos también en un momento paradigmático en el que recibimos mucho más de la gente de fuera que antes. Esto ayuda mucho a que nos nutramos de todo lo que pasa en Europa y más allá.
-¿Crecemos de ese aprendizaje?
-De lo que viene de fuera y de lo propio. Yo creo que ahora mismo somos pequeños pero tenemos nuestro nicho, y la escena valenciana está muy en auge. Lo que tenemos que hacer es dar espacios a la gente que está empezando, y aquellos que apuntan a ser grandes referentes.
-¿Cómo ves la escena valenciana?
-Hay proyectos increíbles como Pluto o Nvcli, y grupos muy buenos como La Plata o Mausoleo. Siempre he confiado mucho en nuestras pequeñas joyas, y tenemos un talento joven que tiene un poder increíble. Lo que hay que conseguir es que se profesionalicen en la ciudad, darles ese espacio y que quieran quedarse aquí.
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