MADRID (EP). El nuevo presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha asegurado este sábado 2 de mayo que uno de sus principales retos al frente de la entidad de gestión será el de "recuperar la normalidad" para "dejar de ser una telenovela que todo el mundo sigue".
"Eso de que esto es la última oportunidad es un discurso que ya está muy gastado. No sé si es la última o la penúltima oportunidad, pero tenemos que hacer los deberes. Vamos a recuperar la normalidad, que es lo que la inmensa mayoría de socios queremos, y dejar de ser una telenovela que todo el mundo sigue a ver cuál es el capítulo de esta semana y cuál el ultimo giro", ha señalado en una entrevista con Europa Press el guionista.
Onetti, que fue elegido el pasado jueves, se ha marcado como primer objetivo "inmediato" el de restablecer la comunicación "y buenas relaciones" tanto con el Ministerio de Cultura como con la CISAC, organismo internacional que excluyó a SGAE durante un año --y cuyo plazo vence este mismo de mes de mayo--.
Para ello, nada más ser nombrado, envió dos cartas tanto a Cultura como a la CISAC para cerrar una reunión y "trabajar lo antes posible". A la espera de la respuesta del Ministerio, CISAC ya ha contestado "con buena aceptación". "Ambos nos han dejado muy claro lo que quieren y lo que esperamos: hay una confluencia de intereses y lo que se nos pide no es nada del otro mundo. Que seamos una entidad de gestión normal", ha afirmado el presidente.
De esta manera, si desde la SGAE se consigue que Cultura dé el visto bueno a los nuevos estatutos aprobados en asamblea, la intención de Onetti sería la de convocar elecciones en "un plazo razonable", que según sus previsiones podrían darse en el próximo mes de octubre. A ellas todavía no ha decidido si se presentaría. "Vamos a ver primero como se dan estos cinco meses, porque hay que solucionar problemas", ha defendido.
"Si me meto en este fregado es por una cuestión de responsabilidad y asumo la presidencia con honor y placer", ha afirmado Onetti, para quien cobra importancia despojar de "todo el poder ejecutivo" a la presidencia. "Se trata de darle el poder de representación institucional y que sea la junta la que marque los criterios", ha añadido.
El guionista de televisión no cree que la trama conocida como 'La rueda' -un sistema mediante el cual se obtenían presuntamente ingresos millonarios derivados de los derechos de autor que generaban algunos contenidos musicales emitidos en programas nocturnos- siga siendo "un problema" para la SGAE, puesto que es un asunto ya judicializado y "que sea lo que la Justicia diga que tiene que ser".
Sí que considera a las editoriales multinacionales que decidieron no presentarse a las últimas elecciones de la SGAE como "fundamentales" para el futuro de la entidad. "Sus demandas coinciden con todo lo que se ha pedido desde CISAC o el Ministerio y podemos dialogar y llegar a acuerdos, porque en lo esencial estamos de acuerdo", ha explicado.
E incluso, se ha referido a la salida de algunos autores a finales del año pasado, mostrándose optimista no solo de cara a "parar la fuga a otras entidades, sino con que alguno vuelva a casa". "Los que se han ido lo han hecho dolidos porque no se estaban cumpliendo determinados estandares. Otros decidimos arreglarlas desde dentro, pero hay que reconocer que hay cosas que las hemos hecho mal", ha indicado.
La situación económica de la entidad también es otro tema pendiente para Onetti, ya que con la crisis sanitaria por el coronavirus desde la entidad se han estimado pérdidas de un tercio de la recaudación para este año. En cualquier caso, el presidente de la sociedad ha negado la "situación de ruina o bancarrota".
"La SGAE forma parte del tejido cultural, que es uno de los sectores más golpeados, pero esto va a ser un desastre para toda la economía. La SGAE, por su tamaño y por la fuerza que tiene, es probable que esté más preparada que otras entidades y vamos a salir perfectamente airosos de esto, porque hay sufiente capital y patrimonio", ha apuntado.
Por último, también ha hecho alusión a la imagén pública de la entidad. "Como socio de la casa, es una cosa que me duele especialmente. No puede haber un divorcio entre la sociedad y sus creadores, aunque creo que tenemos mucha responsabilidad de esta imagen: la normalización también pasa por eso", ha concluido.