VALÈNCIA. Uno de los nombramientos del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que causó mayor interés y cierta sorpresa en el PSPV semanas atrás fue el de Arcadi España (Carcaixent, 1974) como conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad. Una designación que le llevaba a abandonar así su hasta ahora abnegada tarea labor de jefe de Gabinete del máximo responsable del Palau de la Generalitat.
De esta manera, Puig permitía y avalaba que su mano derecha en Presidencia ocupara un puesto de gestión en primera línea y, por tanto, que el nuevo conseller empezara a disfrutar una carrera política propia en un cargo de notable relevancia. Arcadi España se reúne con Valencia Plaza para analizar las primeras semanas al frente del departamento que ha heredado de María José Salvador.
-No pocos empresarios relacionados con la inversión se quejaban de que su cartera se centró demasiado en Vivienda y muy poco en Obras Públicas. ¿Cree que hubo cierto desequilibrio en la pasada legislatura?
-Desequilibrio, no. Se hicieron muchas cosas en la etapa de María José Salvador y fue muy positiva. Más que desequilibrio yo diría que había más repercusión mediática de las políticas de vivienda porque sigue siendo uno de los principales problemas que tiene la ciudadanía. Entonces yo creo que se visibilizaba más porque era mucho más fácil transmitir eso que otras actuaciones. Por otro lado, también es verdad que veníamos de una caída en lo que es la inversión en obra pública indiscutible en los últimos años, aquí y en todas partes. Uno de los efectos colaterales de la crisis fue que, a la hora de recortar y hacer los ajustes, no se quitaba lógicamente de sanidad, educación, políticas sociales pero se ha llegado a un punto en el que ya no se puede bajar más en lo que se refiere a las obras en infraestructuras
-Está bien 'vender' logros en vivienda pero también habrá que poder 'vender' carreteras u otras actuaciones que sean útiles para la ciudadanía y despierten el interés empresarial.
-Exactamente, porque al final también con ello aceleras la actividad económica. Si pasan años sin hacer nada, las empresas al final tienen que irse al extranjero y de hecho es lo que ha pasado en muchos casos, que han tenido que buscarse la vida fuera de España.
-¿Diría que hemos tocado suelo en la obra pública y a partir de ahora, en esta legislatura, debe crecer?
-Sí. A ver, la restricción presupuestaria no se va a ir de un día para otro. La recuperación de la inversión en obra pública va a ser, no diría acelerada, pero sí paulatina. Creo que hay que caminar tanto desde el Gobierno de España como desde las administraciones autonómicas en una recuperación de la inversión en obra pública, porque eso es bueno para las propias infraestructuras, es bueno para el sistema económico y para las empresas que trabajan y dan empleo en ese ámbito, que tienen mucha experiencia y son muy buenas a nivel internacional. Por otro lado, quiero insistir también en que en esta legislatura tenemos que buscarnos la vida no sólo en los presupuestos del Estado, sino también en la Unión Europea.
-¿Puede ser una ventaja precisamente haber separado Vivienda de Obras Públicas para también recuperar el interés empresarial y hacer hincapié en ello?
-Sí, yo creo que sí se puede ver así, pero también es verdad que la parte de vivienda en sí misma es muy importante por el impacto social que tiene y por el momento que estamos atravesando.
-¿Tiene previsiones de crecimiento concretas?
-Eso preferiría preguntárselo al conseller de Hacienda, Vicent Soler (ríe). En cualquier caso, espero que vayamos recuperando un poco el nivel de inversión en obra pública. Esto está vinculado a dos hechos fundamentales: uno, que haya presupuestos del Estado y se mantenga el 10% para la Comunitat que conseguimos en las últimas cuentas que no salieron adelante; y dos, que la Generalitat tenga suficiente pulmón financiero, lo cual está vinculado al cambio de modelo de financiación autonómica que el Gobierno de Pedro Sánchez tiene voluntad de abordar pronto.
-Supongo que desde el Consell se sigue con cierta preocupación el peligro de una repetición de las elecciones y que se prorroguen los presupuestos. ¿Cuánto dinero perderían los valencianos si nos vemos abocados a otros presupuestos sin sacar adelante las cuentas?
-A ver, hay muchas cuestiones que están ya adjudicadas y que tienen su propia vida. Lo difícil con un presupuesto prorrogado es hacer nuevas actuaciones. Es verdad que ir a otras elecciones sería una mala noticia no solo para la Generalitat, sino para todos los españoles. Los ciudadanos ya han elegido: nos han dado unas fichas a los políticos y ahora nuestro trabajo no es pasarle otra vez la pelota a los ciudadanos.
-Entiendo que desde el PSPV y desde el Gobierno valenciano se transmite esta preocupación a Madrid.
-El presidente Sánchez tiene todo el apoyo, no solo del PSPV, sino también diría de la sociedad valenciana para sacar cuanto antes esto adelante porque nosotros tenemos cuestiones de especial urgencia como la condonación de deuda de La Marina o la ayuda al Transporte Metropolitano, por ejemplo.
-¿Qué actuaciones prevé la conselleria para el transporte en el área metropolitana de Castelló toda vez que han desestimado los planes de anteriores gobiernos para conseguir el área de La Plana con las líneas de vía reservada?
-Hay una actuación que tenemos pendiente desde hace mucho tiempo, además de la ronda de Vila-real que en septiembre empezarán ya las obras, que es cerrar lo que sería la circunvalación de Castellón, que queda un tramo corto. Entonces ahí vamos a llegar a un acuerdo espero que pronto con el ayuntamiento para impulsar ese tramo que queda.
-Siguiendo con Castellón, el trazado del Corredor aspira a una doble plataforma en todo su trayecto, así como mejorar la conexión ferroviaria al puerto. ¿Se cumplirán los plazos? ¿No cree que la sociedad civil ha ido por delante de la Administración a la hora de reclamar esta infraestructura? ¿Qué harán para recuperar la iniciativa?
-En cuanto a la conexión ferroviaria al puerto estamos en contacto con el ministerio para ver cómo puede mejorarse porque es especialmente importante por su vinculación con la industria cerámica. El Puerto de Castellón está consiguiendo tener su propia personalidad y no estar a la sombra del Puerto de València. Respecto a lo otro, creo que es muy buena noticia tener una sociedad civil como la que tenemos aquí, que es un ejemplo para el resto de España. Que haya personas y empresarios que pongan dinero de su bolsillo para impulsar una infraestructura que es buena para la sociedad en su conjunto es muy importante, porque es una cosa que solo vaya a beneficiar a unos empresarios determinados, sino que es buena para todos. Creo que lo bueno de la situación del corredor es que, después de muchos años, empieza a verse el final. El ministro ya ha puesto el 2021-2022 como una fecha en la que ya estará todo licitado en obras.
-¿No le parece increíble cómo es la comunicación ferroviaria entre Valencia y Barcelona? ¿Que cojas un tren y tardes tres horas y media en llegar de un sitio a otro cojas?
-Es absolutamente irracional. Más aún cuando esa línea, de las que no son AVE, es una de las pocas rentables de Renfe, que no es fácil. Es de sentido común y de hecho el presidente Puig lo ha dicho más de una vez porque hay una conexión clara económica y social.
-Al final, la comunicación con Barcelona desde València es cara y lenta mientras que en Madrid hay carretera gratuita y tienes el AVE. Todo parece entrar dentro de ese concepto de España radial...
-Una de las cosas que yo estoy planteando estos primeros días es la necesidad de objetivar muchas inversiones en obra pública, porque a menudo la obra pública se aplica en función de banderas identitarias y al final se utilizan los presupuestos en función de la coyuntura política. Y esto no es lógico porque hay inversiones como el Corredor Mediterráneo o como una buena conexión de Valencia-Alicante o Valencia-Barcelona, que son de sentido común por el nivel de población y los flujos comerciales y personales que hay allí. Entonces, bajo mi punto de vista hay que impulsar un pacto nacional por inversiones estratégicas que sean objetivables y sobre las que exista cierta certidumbre tanto para las empresas que trabajan en su construcción como para los operadores económicos y que no dependan de que un partido llegue a un pacto con quien sea porque en un momento determinado te convenga tratar bien a una comunidad en concreto. Y en esta caso, tratar bien a las comunidades del Mediterráneo es bueno para toda España y para Europa.
-¿Se atreve a dar fecha concreta para terminar la L10?
-El tramo que queda se va a adjudicar pronto y en breve visitaremos las obras e imagino que daremos fechas más exactas. Ahora va hasta Nazaret y luego queda la conexión a la playa, además de la otra parte del centro que la estamos estudiando ahora. La previsión es tener esta legislatura culminada la primera parte y tener licitada la segunda.
-Ya que hablamos de Ferrocarrils, ¿qué hoja de ruta se ha marcado para resolver los problemas que hay con los paros, las frecuencias... etcétera?
-FGV es una empresa pública de 1.600 trabajadores y es una prioridad revitalizarla y conseguir avanzar para que el servicio funcione lo mejor posible. Este año se han hecho algunas cosas interesantes como el metro nocturno.
-¿Se plantean ampliar los horarios nocturnos para el metro?
-Ha funcionado bien desde su implantación y estamos estudiándolo porque tener cobertura presupuestaria para ello es complejo. Quizá es cuestión de ampliar el horario en fechas puntuales de especial relevancia. Por otro lado, pienso que también se puede avanzar en la integración tarifaria porque tengo la sensación de que podemos coordinarnos mejor y se le podría dar una vuelta en esta legislatura que mejore el servicio para el ciudadano.
-Su posicionamiento a favor de la ampliación del Puerto de Valencia le ha costado ser criticado por los colectivos que piden una moratoria o incluso la paralización del proyecto por su impacto ambiental, ¿considera razonable esa petición? ¿Cree que la ampliación está suficientemente justificada?
-La ampliación es un proyecto que lleva muchos años y ya se han hecho obras muy caras como es la construcción del dique, aunque en general todavía queda muchísimo, según me dice la Autoridad Portuaria. Yo no sé, dado que es una cuestión técnica, si es necesaria una nueva declaración de impacto ambiental. Lo que sí que hay que transmitir es que lo que es bueno para el puerto es bueno para la ciudad, y viceversa. Así que debemos ir de la mano tanto en el aspecto social, como el urbanístico, la sostenibilidad medioambiental y luego que se posibilite el crecimiento económico. No podemos estrangular una joya que a otras ciudades les gustaría tener, pero es verdad que hay que conjugar muchos intereses. Hay que ver cómo hacemos que el puerto se integre mejor en lo que es la sociedad valenciana y pienso que La Marina está siendo un buen ejemplo de cómo se debe avanzar.
-¿Considera necesario que el Puerto de Valencia tenga un acceso por el norte y cómo debería hacerse?
-Estoy a favor de que el puerto tenga un acceso norte y hay que ver cuál es la mejor solución para ello. Si el túnel submarino u otras opciones. Como os digo, hay que objetivar y para ello la Autoridad Portuaria ha encargado un estudio. No podemos obsesionarnos con sólo con una alternativa.
-El vicepresidente segundo del Consell, Rubén Martínez Dalmau, de Podem, ya se ha manifestado en contra de Intu Mediterráneo y el alcalde de Paterna, el socialista Juan Antonio Sagredo salió a replicarlo. ¿Qué opinión tiene del proyecto y qué cree que va a ocurrir? Porque empezar la legislatura con los mismos rifirrafes internos que la pasada...
-Yo creo que Intu ha intentado adaptarse a las demandas exigidas. Esto es el mismo criterio de siempre: ¿cumples la normativa? Pues entonces tendrás las licencias oportunas. Es de perogrullo. A veces esto se pierde en el ruido con los debates y opiniones legítimas sobre si te parecen mejor o peor ese tipo de proyectos, pero si cumples la ley, la Administración debe concederte las autorizaciones.
-¿Cree que la Generalitat tiene amarrados los cambios normativos que se introdujeron para restringir la construcción en el litoral, en l'Horta y no tener que indemnizar a nadie?
-Hay que mantener un equilibrio, sobre todo para proteger el litoral sin ahogar tampoco el impulso económico que supone la construcción.
-Muchos alcaldes estaban molestos...
-Es normal en el sentido de que siempre que se hace una actuación en el litoral marítimo no todo el mundo está contento. Por eso digo yo que hay que insistir mucho más en el diálogo y evitar una cosa que es una enfermedad muy, muy mala para cualquier administración, que es el despotismo ilustrado.
-Desde el sector inmobiliario se ha advertido de un encarecimiento de los precios como consecuencia de esta norma.
-Puede ser, pero todo tiene sus límites. Si hay una zona saturada no por facilitar la construcción estás ayudando a la sociedad en su conjunto. Hay que mantener un equilibrio. No solo en las actuaciones de infraestructuras y de costas hay que hacer una suma económica de costes y beneficios, sino interiorizar otros elementos como el paisaje. Es una cuestión de construir de forma inteligente y protegiendo tu patrimonio cultural y paisajístico.
-El 'president' ha reclamado en varias ocasiones la transferencia del servicio de Cercanías a la Generalitat Valenciana, ¿usted es favorable?
-Yo creo que tiene cierta lógica porque la propia palabra lo dice: Cercanías dentro de una comunidad autónoma. Es una cuestión de mejora de la gestión que afecta al día a día. Ahora es Fomento el que paga a Renfe para que preste el servicio en una autonomía. Como reflexión de futuro lo más razonable sería que la Generalitat pagara a Renfe por la prestación del servicio. Es una idea a futuro que tiene que hacerse bien y estudiando la transferencia financiera, pero tiene lógica que una cuestión que afecta a los municipios la gestione la administración más cercana a los ciudadanos. No hay ningún sentimiento identitario, sino que creemos que tiene más lógica.
-En la pasada legislatura el Consell aprobó una ley para regular el servicio de VTC que ha generado la salida de Uber de València y Cabify burlando la norma. A la espera de que se apruebe su reglamento ¿Cómo se puede resolver esta situación?
-El taxi es un servicio público y como tal hay que apoyarlo, especialmente en un momento en el que las formas de movilidad en las ciudades están cambiando. A mí me parece una mala noticia que Uber se haya ido de València y creo que hay que buscar un equilibrio entre el taxi y las nuevas formas de movilidad para que no haya competencia desleal entre ellos. Tienen que convivir de una forma razonable. No hay que hacer una regulación pensando en un colectivo concreto, sino en los ciudadanos y viendo cómo los operadores prestan un buen servicio. Primero hay que pensar en el usuario y luego en los otros. Vamos a mantener el diálogo, pero la administración va a velar para que la ley se cumpla. Yo voy a verme con cualquier persona relevante que tenga algo qué decir.
-¿Es usted usuario de VTC?
-No. No tengo la aplicación. Alguna vez he subido con alguna persona que ha pedido uno. El taxi sí que lo utilizo.
-¿Cómo va la ampliación de Parc Sagunt II?
-Falta la tramitación administrativa a la que hay que darle un empujón. La Comunitat valenciana tiene ahora una ventana de oportunidad muy buena y hay cola para venir aquí a instalarse. Hay mucha confianza de los inversores para venir, pero esto no dura siempre y desde la administración se debe evitar que sus tiempos hagan que estos operadores se vayan.
-¿Habrá un Parc Sagunt III?
-Todavía no estamos en eso, pero desde luego si hay demanda habrá que valorar otras actuaciones y cómo les damos respuesta porque no podemos perder oportunidades.