Arte y fotografía

EN LUIS ADELANTADO

Color, forma y luz: un diálogo entre los paisajes de José María Yturralde y José Luis Cremades

  • Durmiendo sobre un caballo
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VALÈNCIA. Para los artistas José Luis Cremades (Ibi, 1979) y José María Yturralde (Cuenca, 1942) lo que pinta Diego Velázquez podría ser, de alguna manera, una abstracción. Su trazo tiene la capacidad de generar un mundo donde antes había un lienzo blanco que se llena de colores, formas y protagonistas que cuentan un relato diferente en cada cuadro. Esta casualidad, la de considerar al pintor sevillano dentro de la abstracción, está también presente en la nueva muestra de Cremades: Durmiendo sobre un caballo, que galopa entre los muros de la galería Luis Adelantado hasta el próximo 25 de mayo. En esta y, tal y como se presenta en el texto de sala escrito por Javi Cruz, la abstracción se esconde bajo la mesa para jugar a una especie de pillapilla con la historia, el tiempo y las palabras.

 

“Velázquez pintó a su Cristo después de pintar la cabeza de un ciervo y antes de los borrachos. Cada cuadro abre y cierra paréntesis hacia sus lados”, expone Cruz sobre su obra, “bajábamos a ver el Cristo y, más que al Cristo, a ver su fondo. Una lámina de aceite con verde oscuro, claramente el fondo de algo -de un lago, de una habitación, de un cuerpo que ya no vive ni sangra-, un fondo que le sirve a esa forma -el cuerpo más famoso de nuestra Historia- para que el cuadro narre lo que pasa ahí”. Entre estas palabras, un paisaje, un paseo, colores, formas y luces conectan a Cremades e Yturralde que, con motivo de esta exposición, dialogan sobre cómo ha evolucionado el concepto de abstracción a lo largo del tiempo.

  • Durmiendo sobre un caballo -

 

Cremades, quien fuera alumno de Yturralde antes de que este fuera reconocido con el Premio Nacional de Artes Plásticas, contempla que del maestro lo aprendió “casi todo”, sobre todo gracias como su asistente durante un par de años y convertirse durante unos meses en su ayudante de taller. "Tuve la suerte de poder trabajar con él y aprender todo sobre el color, las formas y la geometría desde su arte. A lo largo del tiempo, el cambio de espacios y técnicas me ha ayudado a conocerme mejor a mí mismo y adaptar mi producción al concepto que me interese en cada momento. Me gusta generar un diálogo con el espectador que funcione de forma horizontal”, destaca el artista alicantino sobre las piezas que se pueden ver en Durmiendo sobre un caballo; que, de alguna forma, tienen parte del reflejo de lo aprendido en el taller de Yturralde, del que Cremades también destaca su trazo por tener una línea “muy radical, intensa e interesante”.

 

“Su trabajo me resulta innovador y rompedor, me parece única su manera de hablar del vacío y de los espacios que se generan y se destruyen constantemente -apunta Yturralde sobre la producción del que fuera su alumno-. Creo que la idea de Cremades es generar un espacio en el que la naturaleza esencial en la que estamos todos inmersos tome un espacio único”. Prueba de ello es como Cremades refleja el color, las formas y la luz sobre los lienzos que componen Durmiendo sobre un caballo, que a su vez suponen una relectura de su obra desde el año 2019 hasta la actualidad. Lo hace basándose en un poema de Guillermo de Aquitania, considerado uno de los primeros trovadores de la historia.

 

  • Foto: KIKE TABERNER. -

 

Entre sus versos intenta leer la esencia de “la nada” que se refleja así por parte de Guillermo de Aquitania: “Haré un poema de la pura nada. No tratará de mí ni de otra gente. No celebrará amor ni juventud ni cosa alguna, sino que fue compuesto durmiendo sobre un caballo”. Sobre este fondo en blanco (y caída al vacío), Cremades encuentra todo el espacio del mundo para crear: “Me parece una imagen muy sugerente y bonita. Este poema me ha acompañado a lo largo de quince años y quería rendirle un cierto homenaje con mi obra. Me gusta contar un relato que repase también cómo ha cambiado mi obra a lo largo de los años de una manera pausada”, lo que hace que entre los muros de Luis Adelantado su relato tenga cierta cohesión. 

 

Respecto a esa forma de hacer dialogar la obra dentro de la sala, Yturralde considera que todo tiene que ver con el diálogo que se puede llegar a establecer con el espectador y la intención del artista de explorar la realidad: “Cremades plantea una forma de representar una naturaleza paralela, emotiva y que ayuda a explorar la realidad. Hay artistas que lo hacen a través de unas formas y personajes más delimitados y hay quienes, desde lo abstracto, encuentran un nuevo universo en el que construir un relato propio”. Ambos comprenden que, sobre el lienzo, los colores, las luces y las formas tienen que jugar a favor de generar una nueva historia con la que, tal vez, conectar y dialogar con un visitante que decida entrar en la galería dejándose sorprender. 

 

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