Arte y fotografía

El Genaro Lahuerta más allá del paisaje ya descansa en el Museu de Belles Arts

  • Autorretrato de Genaro Lahuerta, en el Museu de Belles Arts.
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VALÈNCIA. El Museu de Belles Arts de València (MUBAV) sigue sumando piezas en el puzzle del arte valenciano que le queda por formar. Genaro Lahuerta (València, 1905-1985) estaba, pero solo parcialmente. Su propia familia se ha encargado de llenar el vacío en la colección pública con la donación de cuatro retratos, presentados ayer en sociedad.

Lahuerta es más que un paisajista —el museo tiene cerca de una decenas de pinturas de esta temática— “es un excelente pintor figurativo a través de cuál se puede conocer qué pasó con la sociedad valenciana del siglo XX”, según ha explicado Pablo González Tornel, director del MUBAV.

“Después de Sorolla, hubo un grupo de pintores que siguieron replicándole durante décadas, y otro que se preguntaba cómo hacer algo diferente. Genaro Lahuerta perteneció a ese segundo grupo”, detalla González Tornel. El pintor, que estuvo viviendo en París, estuvo muy influenciado por las vanguardias: “Su figuración parece el camino inverso al cubismo: trabajó la figuración con los mínimos elementos”. 

Si bien museos de Bellas Artes de Oviedo o Bilbao ya cuentan con obras figurativas del artista en sus colecciones, València aún no tenía ninguna. Ahora les da la bienvenida con los brazos abiertos. Aprovechando el acto social, tanto González Tornel como la Directora General de Patrimonio Cultural, Marta Alonso, han puesto en valor la “generosidad” de las donaciones y la importancia vital para la colección del Museu de Belles Arts: “Las donaciones son también la historia del compromiso entre la sociedad y el museo” para que las obras “se conserven para siempre”, decía el primero; “Un museo se hace grande con la generosidad de sus donantes”, recordaba la segunda.

Las cuatro obras, en efecto, completan parte del puzzle Lahuerta, al que aún le faltaría sus obras figurativas previas a la influencia vanguardista. Dos de las cuatro pinturas, que estarán expuestas previsiblemente hasta después del verano, son retratos de los padres del pintor realizados en 1943. Su padre, totalmente de perfil con sus manos sobre un bastón; su madre, mirando de frente, con su rostro apoyado sobre su mano.

Un tercer retrato, realizado en 1955, está dedicado a Pío Baroja y lo hizo a raíz de la relación de amistad que entablaron cuando el literato vivió en València. También representa el contacto que tuvo el pintor durante toda su vida con las esferas intelectuales.

El último cuadro es un autorretrato y, a su vez, un homenaje a Picasso. Lahuerta aparece sentado en una silla, con una pose similar a la del retrato de su madre, y en la pared de fondo reproduce una retrato de Sylvette de Picasso. Un par de lienzos más, en su reverso, se apoyan en el suelo y la pared. Otra vez, las referencias a la pintura y a la cultura como parte de su universo propio, como parte de su paisaje. Este será el último autorretrato que pintaría.

La donación de estas obras se ha dado con la mediación de León Sancho, hierno del Lahuerta, y realizado por Genaro Lahuerta Galiana y Lorena Sancho Lahuerta, hijo y nieta del artista. Coincide, además, con el 40 aniversario de su fallecimiento.

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Documental inédito

Junto a las pinturas, se ha desvelado un documental inédito aunque rodado en 1977 y que incluye imágenes del artista pintando en su casa (en su salón, colgados, los dos retratos de sus padres) y también en la calle. Se trata de un nuevo montaje de 24 minutos, en los que se han seleccionando fragmentos de la producción original. En ella, Lahuerta loa París y su ambiente intelectual, desprecia la supuesta superioridad cultural de Estados Unidos, y tacha Madrid como un “abismo” que solo es “un paso más” en la vida de un artista.

El metraje acaba con la imagen de Lahuerta dibujando en un lienzo el Micalet en la Plaza de la Reina con decenas de personas asistiendo como público. El vídeo se podrá ver próximamente en el repositorio del museo y también sirve como testigo de excepción de la València de los 70.

Genaro Lahuerta

Nacido en València en 1905, el pintor Genaro Lahuerta estudió en la Escuela de Artes y Oficios y posteriormente en la de Bellas Artes de San Carlos.

En 1928 hizo su primera exposición dentro de la Primera Manifestación Valenciana de Arte Joven. Al año siguiente, expuso en la Sala Parés de Barcelona con Pedro Sánchez (Pedro de Valencia) y también en la Sala Blava de València.

En esos años y hasta 1936, se vio influido por el fauvismo, el expresionismo y el cubismo. En 1931, participó en exposiciones nacionales e internacionales y en 1932 consiguió la Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid con un retrato del escritor Max Aub.

En 1943 consiguió la Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes y cinco años después la Primera Medalla.

Especializado en la pintura de paisajes y retratos, sin abandonar la figuración Genaro Lahuerta alcanzó importantes cotas de modernidad y calidad pictórica, con un estilo basado en la intensidad cromática y en la sencillez compositiva.

 

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