VALÈNCIA. Quedaban pocos días para dar carpetazo al 2023 cuando salió el ‘Gordo’ cultural: Bombas Gens anunciaba el fin del proyecto artístico que venía impulsando durante seis años para dar paso a una nueva etapa como centro cultural de artes digitales, convirtiéndose en la sala de metaverso más grande de Europa. Casi nada. La otrora fábrica de bombas hidráulicas, reconvertida tras años de abandono en museo de la mano de la Fundació Per Amor a l’Art (FPAA), alcanzaba un acuerdo con la empresa Layers of Reality para la gestión del espacio, poniendo punto y final a la misión que había sido pilar del centro en esos años, la de divulgar la colección de arte contemporáneo amasada desde la fundación privada.
No pasó mucho tiempo entre el anuncio del acuerdo y la concreción sobre cómo y cuándo sería su transición, que primero vendría con una suerte de aperitivo en clave fallera para, poco después, presentar la primera gran apuesta de esta nueva etapa: la exposición Dalí Cibernètic. De esta inauguración hace ahora un año, doce meses en los que el centro de Marxalenes se ha reubicado en el mapa cultural de València con un proyecto totalmente diferente al que vino impulsando durante sus primeros años años, un primer curso del que ya se puede hacer un primer balance. Por lo pronto, una cifra: el centro cultural ha atraído a más de 225.000 visitantes en su primer año de vida, prácticamente el doble de la previsión que habían fijado sus impulsores.
Esta nueva etapa ha supuesto un cambio de proyecto y, con él, también en el nombre del espacio -que desde entonces lleva el apellido de “Centre d’Arts Digitals”- y de caras, con Artur Duart y Jordi Sellas, director y director artístico de Bombas Gens, como nuevos líderes de la ‘casa’, a los que más adelante se sumó Mónica Pérez Blanquer como directora de operaciones. El proyecto, con todo, no partía desde cero, pues había sido testado a través de los centros IDEAL de Barcelona y MAD Madrid, que gestiona la misma empresa, un precedente al que después sumarían la exposición temporal Sorolla, una nueva dimensión, que acogió La Base de La Marina y que se convirtió en una suerte de carta de presentación para la ciudad antes de su desembarco definitivo en Bombas Gens.
“En este primer año de Bombas Gens Centre d’Arts Digitals hemos superado con creces los objetivos que nos habíamos marcado en cuanto a la calidad de las propuestas y el número de visitantes”, relata Artur Duart. “Nuestras exposiciones han tenido una gran aceptación entre los diferentes públicos y, al mismo tiempo, hemos tejido redes con diferentes agentes culturales demostrando la capacidad de este nuevo proyecto de ser un espacio de referencia en cuanto a creación y exhibición de artes digitales abierto a la innovación y a la experimentación”.

- Foto: Patricia Vargas/Bombas Gens. -
Estos primeros meses han estado marcados por el universo de Salvador Dalí, protagonista de la primera apuesta expositiva, a la que siguió otro ‘hit’ internacional: Tutankamón, la experiencia inmersiva, un proyecto curado por el historiador y periodista Nacho Ares que se ha visto también en ciudades como Sao Paulo, Viena, Munich o Barcelona. La muestra ya ha superado la barrera de los 150.000 visitantes y ha servido, más allá del propio proyecto cultural, para asentar el proyecto y presentar al público qué es ese nuevo Bombas Gens que muestra una cara bien diferente al resto de museos, un proyecto que ha usado en este primer año la carta de un proyecto testado internacionalmente para alcanzar a un público que más adelante descubrirá otras propuestas como una muestra en torno a Frida Khalo u otras de carácter más local y creadas ad hoc para el espacio, como una sobre La Ruta o mirando al patrimonio fotográfico valenciano.
Más arte digital para celebrar su aniversario
Coincidiendo con este aniversario, y casi a modo de fiesta de cumpleaños, Bombas Gens Centre d’Arts Digitals presenta Media Server Sessions, una nueva propuesta que reúne en una sesión “las mejores obras de arte digital que se pueden ver ahora en nuestro país”, mostrando las posibilidades de creación de las nuevas tecnologías y la capacidad del centro como espacio de innovación y experimentación. Las creaciones de artistas locales e internacionales como Vitamin, Lauren Moffatt, Jordi Massó, Desilence y Lucas Gutiérrez darán forma a este propuesta, que no será la única que engrosará su ‘menú’ en las próxima semanas. Entre las citas, este mes de abril Bombas Gens también acogerá el concierto “silencioso” del grupo Rufus T. Firefly, que supondrá la presentación de su nuevo disco Todas las cosas buenas.

- Propuesta de Jordi Massó -
La primera edición de Media Server Sessions -que contará con cuatro sesiones, los 11 y 12 de abril, 24 de mayo y 5 de junio- plantea una reflexión en la que cabe pasado, presente y futuro desde al arte digital. En este sentido, la naturaleza será clave en proyectos como el que presenta la artista australiana Laurent Moffat o el creador especializado en videomapping Jordi Massó. La primera presentará Des/Composición (Flores para Suzanne Clair), una obra inmersiva que explora los ciclos naturales de crecimiento y decadencia mediante ecosistemas virtuales y físicos interconectados, inspirándose en la obra de J.G. Ballard, con una impactante banda sonora original de Draisine y efectos visuales de bunnybreaker. Massó, por su parte, desplegará Pax Rata Fiat, un cortometraje fulldome que explora la relación con la naturaleza a través de una reinterpretación abstracta del proceso de elaboración de la ratafía.
En la sesión también participará el estudio creativo con sede en València Vitamin, que presentará Matt3r: Origin of Creation, una experiencia inmersiva y multisensorial que invita a reflexionar sobre el origen y la estructura de nuestro universo desde una perspectiva estética y conceptual, mientras que el argentino Lucas Gutiérrez explora con This is not 3D la intersección entre programas informáticos y errores gráficos, creando objetos autónomos en un entorno virtual sin principio ni final. Completa el cartel el estudio Desilence, liderado por Tatiana Halbach y Søren Christensen, que mostrará su proyecto más reciente, Paramnésico, una pieza que fusiona inteligencia artificial, imágenes generativas y música para crear una narrativa surrealista que cuestiona la frontera entre lo real y lo imaginado.