VALÈNCIA. Ha fallecido Armando Silvestre, prolífico artista valenciano, dedicado durante prácticamente toda su carrera a la serigrafía artística, y responsable, junto a su compañera de vida y socia Elisa Ayala, de la producción de buena parte de la imaginería de la escena valenciana de La Ruta de los 80 y principios de los 90.
El trabajo realizado en su taller de serigrafía, activo durante más de 40 años, fue capital a la hora de definir buena parte de los preceptos estéticos y artísticos de uno de los períodos más vibrantes del arte valenciano en las últimas décadas, como bien se recogió en la muestra Ruta gráfica, expuesta en el IVAM en el año 2022, así como en el libro homónimo publicado ese mismo año.
- Armando Silvestre y Elisa Ayala. 1985. Serigrafía artística
Uno de esos nombres tan importantes como ocultos en la historia local, no por falta de calidad o reconocimiento entre los círculos especializados, sino por su inquebrantable voluntad de permanecer en un segundo plano, siempre en favor de dotar de protagonismo a la propia obra por encima de nombres propios. Una poderosa muestra de su calidad humana, honestidad y compromiso con el Arte.
Armando comenzó su carrera como aprendiz en el año 1969, con trabajos, entre otros, para el Equipo Crónica o el Equipo Realidad. Tras un período de colaboración con la artista Lola Vázquez, estableció, junto a su pareja Elisa Ayala, su propio taller de serigrafía artística, en el que desarrolló toda su carrera hasta su jubilación, hace poco más de dos años. En este extenso período trabajó para numerosas instituciones, galerías y, a partir de los años 80, salas de fiesta de la efervescente escena subcultural valenciana. La popularmente conocida como Ruta Destroy o del Bacalao no sería igual sin su extraordinario aporte.
- Armando Silvestre y Elisa Ayala. 1986. Serigrafía artística (Foto de Zaibi).
Espiral y Barraca fueron las primeras y principales salas para las que trabajó, aunque no las únicas. Rubricó trabajos para buena parte de los locales más relevantes de esta escena, como Chocolate, Puzzle o Kohinoor, entre otras. Su genio fue responsable de algunas de las imágenes más relevantes de toda una generación, que ya forman parte, en mayúsculas, del acervo popular valenciano.
En todo caso, más allá de sus logros y su legado artístico, quienes tuvimos la suerte de conocer a Armando en lo personal, guardaremos siempre en la retina su inmensa humanidad, su intachable modestia y su generosidad irrenunciable.
Que la tierra te sea leve.
Alberto Haller
Editor del libro ‘Ruta Gráfica’
- Armando Silvestre y Elisa Ayala. 1989 y 1984. Serigrafía artística
