VALÈNCIA. Hay veces en las que un encuentro puede cambiar el rumbo de una vida. Y si, en este caso, es con Diana de Gales, la anécdota está servida. Corría el año 1981, poco antes de contraer matrimonio con el actual rey británico, Carlos III, cuando Diana entró a la tienda de la diseñadora inglesa Zandra Rhodes acompañada por Sarah Ferguson, un primer encuentro que se repetiría hasta en cinco ocasiones y que fue un punto de inflexión en la carrera de Rhodes. “Era una mujer maravillosa y trabajar con ella supuso un antes y un después, cambió la cara de mi marca para siempre”, relataba en una reciente entrevista con Vanity Fair.
Diana de Gales es la punte del iceberg de una larga lista de clientes que antes y después confiaron en el savoir faire de Rhodes, un listado que hace una fotografía casi completa de la cultura pop de finales del siglo XX. Entre ellos están artistas como Freddie Mercury, que lució una icónica túnica blanca de inspiración nupcial que luego fue recreada en su película biográfica, Diana Ross, Debbie Harry o Donna Summer, entre otros. Muchos otros. El extenso listado de celebridades que colaboró con la diseñadora sirvió para impulsar una trayectoria enmarcada en el vibrante Londres de los años 70 y 80, escena de la que ella formó parte indiscutible con sus originales y coloridos diseños y que le valió el sobrenombre de la “princesa del punk” de la moda.
Graduada en el Royal College of Art con un máster en Textiles Estampados en 1964, Rhodes fue un terremoto en la industria de la moda presentando colecciones innovadoras que también tienen su eco en el ámbito artístico, pues algunos de sus trajes o creaciones textiles han sido expuestos en prestigiosos museos como el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York o el Victoria & Albert Museum de Londres. Ahora toda su creatividad se podrá ver en València con una nueva exposición que bucea en la obra y procesos de Rhodes.

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- Imagen cortesía de Dr. Robot
Será la galería de arte contemporáneo Dr. Robot, que hace apenas seis meses abrió sus puertas en el número 11 de la calle Adressadors, la que presente la exposición Carrera de lápices, una muestra comisariada y producida por Andrey Bartenev y Alexander Khromov que explora la “magia creativa” de Rhodes transformando el espacio de la galería en una instalación inmersiva, un fragmento del vibrante estudio de arte y taller de costura de la diseñadora en el barrio londinense de Bermondsey.
La muestra, que abrirá sus puertas el próximo jueves 15 de mayo, se plantea como un viaje al punto de partida del hecho creativo, ofreciendo una singular mirada a esa suerte de “laboratorio” donde toman forma las prendas y estampados que la han hecho famosa. “Los lápices son el motor creativo detrás de cada obra maestra en rosa. Zandra dibuja sin cesar, sin detenerse ni un solo momento. Cada superficie de su estudio londinense está trazada a lápiz y luego adornada con remolinos de gouache rosa”, comenta Bartenev, quien, junto a Khromov, viajaron al taller de la diseñadora para dar forma al proyecto expositivo.
“Bartenev y Khromov han seleccionado cuidadosamente tesoros de mi trayectoria como diseñadora —telas estampadas desde mis inicios en el Royal College of Art hasta mis dibujos más recientes— para crear una exposición ecléctica que ofrece una ventana al mundo interior de mi colorido estudio de diseño”, comenta por su parte la diseñadora, cuyo trabajo se ha podido ver en centros expositivos españoles en ocasiones puntuales, en espacios como la Fundación Barrié de Galicia o el Museo del Traje de Madrid, una labor de divulgación en la que ha puesto el acento muy especialmente desde 2020, cuando creó la Fundación Zandra Rhodes para la preservación de su legado y difusión de su archivo.