Entrevista

Arte y fotografía

Mónica Pérez Blanquer, directora de Bombas Gens: "A Frida Kahlo le debemos un metaverso"

  • Mónica Pérez Blanquer.
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VALÈNCIA. Hace cerca de dos años que Bombas Gens iniciaba una nueva etapa como centro de artes digitales, tras el acuerdo entre la Fundació Per Amor a l’Art y la empresa Layers of Reality para su gestión, tiempo en el que la antigua fábrica ha sido habitada por vecinos que van de Salvador Dalí a Tutankamon. Realidad virtual o espacio inmersivo pasaron a formar parte del vocabulario cotidiano del centro cultural y, por ende, del mapa expositivo de la ciudad.

Ha sido con La Ruta, que todavía se puede visitar, que dieron un paso más siendo este su primer proyecto de producción propia para València, una muestra que en unas semanas se despedirá para dar paso a dos muestras que quieren conquistar al gran público: Titanic y Frida Kahlo. Estas apuestas convivirán con otras experiencias como Universos de Luz. Percepción y espacio, del colectivo valenciano Radiante Light Art Studio, o la segunda edición de las Media Server Sessions, que completan el ‘menú’ del espacio. 

Este segundo curso permite hablar de futuro pero, también, hacer balance de esta nueva vida de Bombas Gens como centro de artes digitales. Lo hacemos de la mano de Mónica Pérez Blanquer, que desde este mes asume la dirección del centro, hasta ahora ostentada por Artur Duart, que pasará a ser consejero delegado y asesor de contenidos.

- ¿Qué supone asumir la batuta de Bombas Gens?

- Asumir ese perfil público es el nuevo reto que me pone este rol. A nivel de dirección, de operativa, ya estaba muy vinculada con el proyecto, con el equipo y con el espacio. Como decía Artur Duart, ha sido un movimiento natural.

- Han pasado casi dos años desde del desembarco de Layers of Reality y la renovación de Bombas Gens, ¿qué balance hace?

- Yo he estado vinculada a muchas de las producciones, incluso antes de Bombas Gens, con la prueba que hicimos con Sorolla en La Marina. En ese análisis pienso en las preguntas que nos iba haciendo el público, gente que nos preguntaba si era gratis y cuando respondíamos que no se iba. Sorolla fue la primera experiencia para que la gente entendiera qué era una exposición inmersiva, con Dalí entendieron el valor del producto y Tutankamon nos ayudó a hacer entender que este era un centro estable, que somos un centro de artes digitales que ha venido a quedarse. De todos los visitantes de Tutankamon, más del 90% no había venido antes a Bombas Gens. Hemos superado estas etapas en tiempo récord, la gente ha entendido la transformación del espacio y un nuevo formato cultural. Además, con La Ruta hemos conseguido plantear nuevas narrativas. 

  • Artur Duart, Mónica Pérez Blanquer y Jordi Sellas. -

La Ruta ha sido hasta ahora la gran apuesta de producción propia, ¿cómo ha sido ese viraje?

- No hay tanto viraje como aprendizaje. La Ruta no hubiera sido posible sin Dalí, Sorolla o Tutankamon, sin toda la experiencia previa de Layers of Reality. Hay una evolución narrativa en este formato. El centro está en València y tiene que contar historias de lo que ha sucedido aquí y que tienen algo que ver con nosotros, aunque eso también sucede en Dalí y Tutankamon. La Ruta, además, es un tema que nos permitía una gran experimentación.

- ¿Se verá la exposición en otras ciudades? 

La Ruta ha tenido un público interesante de gestores culturales internacionales que se han mostrado muy interesados. Este formato puede girar en espacios que tienen la tecnología para hacerlo. Este proyecto es muy híbrido en el planteamiento y está interesando a muchos gestores culturales que no tienen espacios inmersivos. El siguiente reto que nos tenemos que plantear es: ¿puede La Ruta ir a cualquier espacio que esté interesado? La inversión que tienes que hacer para montar la sala inmersiva es elevada, claro. La vía más sencilla es ver si los espacios inmersivos que hay ya funcionando pueden acogerla, es algo que tendremos que ver, qué capacidad tiene de girar tanto tecnológicamente como a otros niveles. 

- Junto con La Ruta también se anunció el proyecto València. Memòria fotográfica, ¿se está trabajando en más proyectos de producción propia? 

- El próximo reto es Titanic y luego viene Frida Kahlo. Beyond the icon, que es un gran reto porque va a estrenarse aquí esa versión 2.0. Ahora mismo estos son los dos proyectos fundamentales en los que estamos trabajando. Al mismo tiempo, hay otros muchos elementos de esta programación que estamos preparando que van en esa línea de producción propia. Tenemos Universos de luz, de Radiante, por ejemplo, o las Media Server Sessions. Esa búsqueda del talento local que va a estar con nosotros en futuros proyectos necesita tiempo, maduración y testeo. De momento estos son los proyectos que están en el calendario.

- Para 2026 apostáis por dos grandes marcas: Titanic y Frida Kahlo, ¿cuál es el objetivo?

-Ambos son proyectos que tienen mucha potencia internacional, mucha gente nos lo pedía. El de Frida, además, es uno de los proyectos más queridos de Layers of Reality, pues ha permitido que se vea su trabajo por todo el mundo. El hecho de poder acoger el estreno de esa gran producción aquí en València nos está posicionando como un centro de referencia y de calidad, de que podemos hacer las cosas muy bien técnicamente.

 

- Hábleme de esta nueva versión de la muestra en torno a Frida Kahlo. 

- En un año se pueden hacer cosas que tecnológicamente eran impensables hace dos. La historia de Frida era muy potente, ahora lo que necesita es que pueda brillar con la máxima capacidad tecnológica que tenemos a día de hoy. Necesitaba esa revisión. Hace cuatro años era imposible hacer un metaverso. Ahora hay muchas posibilidades, además con el imaginario que te posibilita su obra. A Frida le debemos un metaverso y por primera vez se desarrollará en València. 

- Cada vez más espacios culturales o de ocio apuestan por nuevas tecnologías, ¿cómo veis este entorno?

- Creo que el discurso sobre estas tecnologías ha cambiado mucho. Al principio generaba mucho escepticismo, también era una cosa extraña en el mundo creativo. Se ha ido viendo que es una herramienta creativa más, una herramienta práctica a todos los niveles y ahora al alcance de muchos. Y está bien que sea así. Bombas Gens lo que quiere hacer es trabajar no sobre esa tecnología sino sobre la narrativa que posibilita esa tecnología. Ahí hemos demostrado que estamos liderando, tenemos esa capacidad de innovación y esa mirada permeable a qué es lo que está sucediendo. La tecnología cambia, por eso tiene que haber algo más allá. 

- Como operador privado las cifras serán importantes, ¿están satisfechos con cómo está funcionando el proyecto? 

- Los números te dan información relevante, pero tienes que saber trabajar con ellos. Son peligrosos si limitan la creatividad, son positivos cuando sabes leerlos y trabajas con ellos, no supeditada a ellos. Tenemos 330.000 espectadores desde marzo del 2024, hemos posicionado el centro y hecho que muchas personas que no lo conocían vinieran. Esas 330.000 personas con sus entradas han posibilitado que vinieran todas estas producciones internacionales o que los artistas valencianos pudieran crear La Ruta. Estamos felices con estos números y, además, estamos trabajando para que sigan creciendo y sigan abriendo posibilidades.

- ¿Quién es el público de Bombas Gens? 

- A mí me gusta mucho analizar el público y más cuando tenemos tanto, eso es un lujo. Una de las cosas que me gusta mucho destacar es que el público viene a Bombas Gens en grupo y eso es muy interesante, creo que eso lo diferencia sustancialmente de otro tipo de experiencias museísticas que es más individual. Aquí hay algo que conecta con las escénicas, es muy interesante. Esto es común a todas las exposiciones, luego es verdad que cada una tiene un perfil singular. Por ejemplo, Dalí atraía mucho público turista mientras que La Ruta nos ayudó a crecer en el público de entre 20 y 30 años. Cada exposición nos permite descubrir un tipo de público diferente. El reto está en la fidelización de todos ellos.

- En este año y medio se han tejido distintas alianzas, ¿cuáles son las parejas de baile que quedan por explorar? 

- A mí me gusta bailar así que voy a bailar con mucha gente [ríe] Creo que una de las cosas que motivó mi contratación en Bombas Gens es que conozco bien el tejido valenciano. Es fundamental esas alianzas y la colaboración público-privada, queremos seguir creciendo y seguir siendo permeables a todos esos proyectos que entran en nuestra línea, que es muy clara. Hemos afianzado nuestra relación con el festival Volumens, con 10 Sentidos o la Universitat de València y la Politècnica. También a nivel de música. Ahora mismo estoy muy abierta a pensar juntos y ver de qué manera se pueden generar proyectos sostenibles e interesantes que posibiliten el crecimiento conjunto.

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