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Pablo González Tornel: "Si queremos que el museo investigue, difunda y restaure necesitamos personal capacitado

  • Foto: ESTRELLA JOVER.
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VALÈNCIA. Hace algo más de un año que Pablo González Tornel pisó por primera vez el Museo de Bellas Artes de València como su nuevo director. Tornel llegaba con el objetivo de poner orden y dar estabilidad a una casa por la que habían pasado cuatro directores en dos años, un trabajo que se materializa ahora con la presentación de la programación para 2022, para la que comisaria dos exposiciones, entre las que destaca la ambiciosa Ánima, una retrospectiva del retrato como dispositivo para generar memoria más allá de la vida. Este año, además, ha estado marcado por dos hitos: la llegada del Retrato de Michele Marullo Tarcaniota de Botticelli y, hace unos días, de la colección Gerstenmaier. El arte, sin embargo, es una parte de un todo en el que la gestión no solo es importante sino que es el principal dolor de cabeza de una institución que sigue soñando con su autonomía. Sobre esta y más cuestiones, hacemos balance con Pablo González Tornel. 

-Ha pasado más de un año desde su llegada, ¿es la realidad del museo como la esperaba?
-Para bien y para mal había ciertas cosas del funcionamiento interno que conocía porque había trabajado aquí tanto como investigador como en el montaje de exposiciones. Ahora bien, plenamente consciente solo se es cuando uno lleva un tiempo al frente de un museo de estas dimensiones. Hay sorpresas de todo tipo. Desde querer trabajar mucho y que a veces falten recursos o personal, algo que tenía más o menos claro, pero también he constatado que es un lugar maravilloso para trabajar para un historiador del arte. Trabajar todo el día rodeado de belleza vale la pena enormemente, difundirla y ver que hay una respuesta del público. Esto es un mastodonte de gestionar, esa es la parte menos dulce, pero tremendamente necesaria para que todo funcione. 

-¿Cuál ha sido la gran batalla? 
-Los dos grandes elementos sobre los que hay que trabajar, y que pueden convertir al museo en una pinacoteca de primer orden, es la ley de autonomía y un presupuesto acorde a las dimensiones de la colección. En ambos asuntos se está trabajando por parte del museo y del gobierno autonómico y estatal. Espero que se consiga y que esto nos permita situarnos en la misma liga de funcionamiento, agilidad o para captar patrocinios de museos como el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) o el Museo de Bellas Artes de Bilbao, que funcionan de una manera envidiable. 

-El pasado mes de febrero, tras la comisión del nuevo patronato, Carmen Amoraga [directora general de Cultura] confirmó que se ha descartado las fórmulas del consorcio y de la fundación y lo que está sobre la mesa es "un ente más o menos autónomo”, ¿qué fórmula está sobre la mesa?¿se está haciendo suficiente presión desde València?
-La fórmula jurídico administrativa a la que se llegue no es lo relevante, lo relevante es que se llegue. El MNAC es un consorcio y Bilbao es una fundación, por ejemplo. La figura será una figura más parecida a lo que es el IVAM o el Consorci, aunque también se puede buscar otra manera, como ente autónomo administrativo. Lo importante es que se llegue a un destino y es menos complejo de lo que parece. No se está discutiendo la titularidad de las obras o el edificio, sino el organismo de gestión y ese es un organismo enteramente autonómico con lo que, mientras no se toque las titularidades, no debería presentar mayores problemas. 

Foto: ESTRELLA JOVER.

-La conversación sobre la autonomía del museo no es nueva, ¿de qué plazos hablamos? 
-Hay una clara voluntad del gobierno autonómico y central por llegar a una solución. Tengo confianza en que en un plazo de tiempo más bien corto se va a llegar a una solución para el museo. No se trata de conversaciones informales, se está trabajando con el clarísimo objetivo de llegar a una solución que espero que veamos en breve. 

-La otra batalla es el presupuesto, que además este año ha vuelto a retrasar los proyectos del Ministerio para el museo. 
-Las aportaciones directas son prácticamente imposibles porque a pesar de que repetimos que tiene presupuesto en realidad lo que tiene es una línea presupuestaria, un apartado dentro del presupuesto general. No hay manera por parte del estado de hacer una aportación directa, con lo que no se puede hacer una comparación con IVAM o Les Arts porque al ser autónomos tienen esa capacidad para recibir ingresos y, también, una cierta capacidad para reclamar.

"desconozco las razones de fondo por las que no se destina presupuesto al plan museológico"

Los dos proyectos importantes que tenemos pendientes de resolver por acción ministerial son el plan museológico y la dignificación del entorno. El segundo es una actuación de tipo urbanístico y lleva tal proceso de autorizaciones que ha sido muy lento y solamente recientemente parece que está todo claro para que siga adelante, cuando se dote presupuestariamente. Sobre el plan museológico desconozco las razones de fondo por las que no se destina presupuesto. Sé que el Ministerio tiene que hacerse responsable de una serie de museos de los cuales sigue detentando la titularidad pero no la gestión. Ahí entran, entiendo, una serie de juegos para intentar ser ecuánime y, además, con un prepuesto que en cultura siempre limitado. Esto son elucubraciones, pero lo que sé es que en la elaboración de los presupuestos del año que viene se ha decidido no incluir en cultura la reforma de la museografía del Museo de Bellas Artes. 

Es muy importante la renovación de la museografía, todos los museos lo hacen con cierta periodicidad porque los planteamientos caducan. De repente, el museo no es un museo de hoy sino de anteayer. Todo envejece. Yo intento intervenir sobre la museografía del museo a pequeña escala pero intervenciones como vaciar y volver a llenar la Sala de Retablos sin una inyección económica fuerte es muy difícil. Ahora bien, no pensemos que una museografía va a cambiar el Museo de Bellas Artes. No será una revolución. 

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