VALÈNCIA. “Si no es en colaboración, las cosas no van a cambiar. Hay que moverse”. Este es el mensaje que el artista valenciano Hugo Martínez-Tormo puso sobre la mesa durante la presentación de su nuevo proyecto expositivo, una llamada a la acción en comunidad que posa la mirada sobre el gran reto –o uno de ellos- de nuestro tiempo: la relación con nuestro entorno.

Este es el punto de partida de El bosque, que abre sus puertas esta semana en el Centre del Carme, una exposición que nace para “despertar la conciencia” de la ciudadanía generando un diálogo entre arte digital, naturaleza y ecología. “Este proyecto aúna esta relación entre arte, ciencia, ecología, medio ambiente y nuevas tecnologías”, expresa el artista, que plantea un proyecto en el que lleva trabajando varios años y que, además, tiene su eco más allá del propio espacio expositivo.

En el primer plano, el que verá el visitante en el Centre del Carme en la sala de exposición, se sitúa una imagen digital pixelada de un bosque utópico, un paisaje que se descompone en numerosos cuadros monocromos de 20x20 centímetros pintados a mano. Cada uno representa un fragmento único de ese bosque y simboliza la importancia de cada elemento en el conjunto.

La finalidad del proyecto, el eco más allá de la exposición, es la venta de cada uno de estos pequeños cuadros –por un precio de 20 euros- que descompondrán el bosque en un sinfín de pixeles repartidos entre los distintos compradores, una adquisición que contribuirá a la reforestación del territorio de la provincia de Valencia, ya que por cada píxel/cuadro vendido se plantará un árbol. El objetivo es llegar a replantar 120.000 árboles en varias acciones que se convertirán a su vez en una acción artística.

“Este enfoque transforma la adquisición de arte en un acto de responsabilidad ambiental. Además, cada cuadro se convierte en un símbolo del compromiso con la reforestación, invitando a los visitantes a invertir en el futuro del planeta”, refleja Martínez-Tormo, quien presentó a medios el proyecto acompañado del gerente del Consorci de Museus, Nicolás Bugeda, quien destacó que el Centre del Carme “ha puesto sus estancias a su disposición para la producción de la muestra”. 

Tras la pieza principal, Bosque pixelado, la muestra continúa su recorrido con Real/unreal, una instalación audiovisual que plantea un diálogo entre lo orgánico y lo digital; e invita a reflexionar sobre nuestra conexión con la naturaleza y cómo la tecnología puede tanto conectarnos con ella como desconectarnos de ella, generando el debate sobre la coexistencia de ambos mundos en el futuro.

Por último, Semillas Digitales ofrece una experiencia multisensorial donde el visitante, al tocar un recipiente lleno de semillas, genera artificialmente árboles que crecen en tiempo real mediante tecnologías de detección táctil y algoritmos de arte generativo. La obra genera árboles únicos, reflejando la diversidad biológica y planteando la reflexión sobre el papel de la tecnología en nuestra relación con el medioambiente.