Artesanal, tecnológico...: València suma nuevos usos urbanísticos para fomentar su implantación

14/10/2024 - 

VALÈNCIA. No son pocos los cambios que prepara el Ayuntamiento de València en la normas de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). El departamento de Urbanismo trabaja en la modificación del título relativo al régimen de usos en el planeamiento municipal, donde tiene previsto crear dos nuevos usos relativos a actividades económicas para facilitar y fomentar su implantación: el uso artesanal y el uso tecnológico.

La idea del área de Urbanismo es llevar a cabo una modificación pormenorizada de las normas urbanísticas del Plan General, como ha venido contando Valencia Plaza. Un cambio que, en esencia, busca por un lado "actualizar la normativa urbanística que por el paso del tiempo y de la evolución del sector inmobiliario, tanto por sus normas como en su aplicación práctica, se está quedando obsoleta", tal como explican las fuentes consultadas.

En esa actualización, se prevé introducir el encaje urbanístico para una actividad que, cuando se aprobó el Plan General en 1988, no se preveía como tal. Es el caso de la industria tecnológica, habida cuenta de que la ciudad busca constituirse como un nodo de empresas innovadoras en espacios como La Marina de València o el antiguo polígono industrial de Vara de Quart.

En ese sentido, la creación de un apartado específico para designar este nuevo uso económico busca precisamente fomentar su implantación, dejando claras sus características y las condiciones que han de cumplir las compañías que se implanten en suelos calificados con este uso, especialmente en antiguos entornos industriales que ha 'engullido' la ciudad por su crecimiento.

"Se trata de usos que suponen una oportunidad de desarrollo y modernización del mercado de trabajo, que exige entornos urbanos adecuados", explican al respecto las mencionadas fuentes, quienes resaltan el "potencial" de este uso tecnológico para "regenerar las zonas industriales que han quedado enclavadas en el interior del tejido residencial de la ciudad y que han devenido obsoletas".

En ese sentido, señalan que por un lado resulta "inadecuado desarrollar usos industriales tradicionales en la proximidad de edificios de viviendas" y por otro, estos usos desfasados generarían "un elevado tránsito de vehículos de transporte de mercancías en tramas urbanas consolidadas". Motivos por los cuales se busca la transformación de estos enclaves hacia los usos tecnológicos, con menor impacto en el entorno urbano.

Asimismo, se crearán dos nuevas subzonas industriales a nivel de planeamiento de desarrollos urbanísticos: tanto de industria tecnológica como de actividad logística. Esto tampoco estaba contemplado en el Plan General, por lo que al aterrizar estas actividades en la ciudad había "dudas sobre qué régimen urbanístico les sería de aplicación" a estos casos. Por ello, el cambio busca "clarificar esta situación, expresando el régimen urbanístico que será de aplicación a estos usos".

Usos artesanales

Otro de los cambios tiene que ver con el uso artesanal, que hasta ahora no existía en las normas urbanísticas. Uno de los motivos que se planteó, en un principio, era dar un tratamiento específico, por ejemplo, a las naves de los artistas falleros, situadas en la Ciudad del Artista Fallero. Aunque se desconoce si finalmente el cambio irá en este sentido.

"El objetivo de permitir la instalación, por ejemplo, de pequeños talleres de imprenta, reparaciones menores de carpintería, talleres de modistería, fabricación de instrumentos musicales o reparación de bicicletas", aseguran sobre este punto las voces conocedoras de los cambios, quienes destacan estas actividades como "esencialmente manuales y calificadas como inocuas por la normativa vigente en materia de calidad ambiental, en las plantas bajas de zonas residenciales".

Todas estas actividades, calificadas como industriales en las normas urbanísticas vigentes, según el Plan General de 1988 solo podrían realizarse en los polígonos industriales, pero con la modificación que se propone, se permite la puesta en uso de numerosos bajos en zonas residenciales, entendiendo la compatibilidad entre estos usos y el dinamismo y ventaja a todos los niveles que la mezcla de usos que esta posibilidad supone para la ciudad.

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