crean piezas donde CONVIVEN la memoria, la ficción y las experiencias propias

Artistas contemporáneos renuevan la tradición cerámica de l'Alcora

26/12/2022 - 

CASTELLÓ. Varios artistas contemporáneos llegaron a l'Alcora el pasado mes de octubre sin saber muy bien qué iban a encontrar. Si bien eran conscientes de lo importante que es la cerámica para el municipio castellonense, se presentaron en efecto a la residencia artística Ceramic Res centrada en crear nuevos trabajos a partir de este material, no eran conocedores de toda la tradición que hay en la localidad. Por su patrimonio industrial y arqueológico, está considerada l'Alcora como un referente nacional de la cerámica. Allí reside la Real Fábrica del Conde de Aranda, fundada en 1727 y declarada Bien de Interés Cultural. 

Ahora bien, como todo arte, pasado cierto tiempo, necesita renovarse y actualizarse. También la Real Fábrica está en proceso de rehabilitación. Y en el caso de su patrimonio, Saldra Val (Madrid), Ana Rod (A Coruña), Montserrat Gómez Osuna (Madrid) y Javier Brado de Rueda (Perú) han sido capaces de crear nuevas piezas inspiradas en su riqueza y también en sus ruinas. 

 

"Todos han trabajado teniendo en mente el paisaje de l'Alcora. Ha sido una experiencia muy positiva que seguramente se repita, porque tanto los artistas como el pueblo se han involucrado mucho en el proceso", asegura Agustín Serisuelo, quien como parte del programa de residencias Co_net, se ha encargado de la organización del proyecto. Durante tres meses los creadores pudieron desarrollar sus trabajos en la Escola Superior de Cerámica de l'Alcora. Allí han brotado obras diversas y complejas en las que la tradición y la industria van de la mano de la vanguardia. Unos trabajos que se expusieron hace semanas en la localidad y que podrán verse en una nueva edición de la Feria Marte, colaboradora también de esta iniciativa, producida por el Consorci de Museus y la Diputación de Castellón. 

Detrás de las ruínas

"L'Alcora está construida sobre LAlcora y Tilesa sobre la Real Fábrica", afirma Javier Brado de Rueda. Pero, ¿qué es Tilesa? Así ha llamado el artista a su obra, un nombre que parte de 'tiles', lo cual significa azulejos en inglés. "Tilesa fue el último huésped de lo que queda de la Real Fábrica del Conde de Aranda", afirma el mismo, quien para su trabajo se ha servido de materiales que fueron abandonado en las naves: azulejos rotos, pintados y sin pintar; hay azules, rojos, amarillos, verdes; con estampaciones, en crudo, sin hornear; hay esmaltes y engobes por doquier, hornos rotos, vigas colgando y tejados caídos. Tilesa dejó todo atrás. Y el espíritu del Conde de Aranda deambula por el pueblo". Lo que hizo de Rueda con ellos fue recogerlos, registrarlos en foto y meterlos en un horno a temperaturas a las que no estaban preparados para ver cómo reaccionaban.

"La cerámica es jugar con el tiempo, es sintetizar procesos geológicos de millones de años en tan solo unas horas y es capaz de congelar momentos e historias. El tiempo se solidifica y todo termina siendo paisaje y piedras en el bolsillo", sentencia el creador.

La utopía y la atemporalidad marcan, por su parte, las piezas de Sandra Val. Futuros de pasado es un ejercicio de espacialización del tiempo que especula sobre realidades alternativas en un acercamiento directo al entorno de Alcora. Esta idea de paisaje como materia transita por dos coordenadas o ejes fundamentales sobre los que se vertebra el municipio, su patrimonio arqueológico y su patrimonio industrial. Este planteamiento surge de las ruinas de las Termas Romanas de Santa y de las chimeneas que caracterizan al modelo de industria cerámica del contexto. La artista, escultora de formación, combina así la memoria con la ficción y también con las aspiraciones y experiencias propias. 

Montserrat Gómez no puede separar la cerámica de la pintura. Lleva la madrileña más de veinte años pintando y solo tres haciendo cerámica, motivo por el que es incapaz de producir al margen de un lenguaje pictórico. En Para qué sirve un caduf, la creadora observa e investiga la tradición cerámica de l'Alcora y sus alrededores desde la alfarería tradicional, la cerámica de la Real Fábrica y la nueva industria azulejera de la localidad. A partir de esta búsqueda, ha realizado varias piezas en las que reinterpreta estilos decorativos propios del municipio, como el chinesco, el jaspís o el estilo berain, y los transforma en nuevos objetos próximos a la cerámica doméstica donde se junta la tradición, la ruina y el abandono, y donde crea nuevas formas decoradas con su propio estilo. 

Así mismo, también ha realizado varias obras utilizando azulejos recogidos en las ruinas de la Real Fábrica, que ha insertado en nuevas formas mezclando el pasado y el presente en una nueva obra contemporánea. 

En su caso, Ana Rod ha querido utilizar en su trabajo texturas y colores que no son los arquetipos cerámicos para dar lugar además a formas atemporales, oníricas y fantásticas, las cuales obligan -según apunta la autora- a "cuestionar y revisar nuestro anquilosado imaginario formal". "Los elementos de Estética fortuita nacen de manera relacional, habitando un limbo entre lo natural y lo artificial; reconocemos en ellos rastros de organismos que existen —plantas marinas o terrestres, moluscos, etc— al mismo tiempo que vemos la intrusión de estilos decorativos presentes en la tradición cerámica de Alcora", describe Rod, quien concluye: "Las corrientes pueden actualizarse y convivir con el contexto actual". 

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