presupuesto de 1,5 millones

Así será el nuevo rastro de València

24/04/2018 - 

VALÈNCIA. Los puestos de venta tendrán unas dimensiones de dos metros por dos. En total habrán 517. Se situarán 67 árboles en alcorques como forma de separación entre puesto y puesto. Asimismo, un vallado perimetral de 462,33 metros lineales circundará el complejo. En total, la parcela ocupará 11.639 metros cuadrados. 

Así será, grosso modo, el nuevo rastro de València que se situará entre las calles Yáñez de la Almedina y la avenida de Tarongers. El concejal de Comercio, Carlos Galiana, presentó este martes el proyecto que cuenta con un presupuesto de licitación de algo más de 1,5 millones de euros y un plazo de ejecución de 10 meses a partir de la adjudicación de las obras. En principio estas comenzarían en el último trimestre del curso, con lo que estarían para verano del año que viene.

Galiana ha calificado el proyecto de “muy ilusionante”, y ha destacado que será “un gran jardín que gana la ciudad y que ganan los vecinos del barrio de Beteró”. Precisamente, la iniciativa se ha llevado adelante en coordinación con la asociación de vecinos del barrio, cuyas aportaciones han sido constantes; y también cuenta con el respaldo de los vendedores del Rastro, que sometieron y dieron su respaldo a la iniciativa mediante una votación. “De hecho –ha añadido el concejal- esta acción supone también una apuesta y un impulso al pequeño comercio en la ciudad”.

Una de las características del proyecto es que trata al rastro como una gran zona verde, y en su desarrollo han participado concejalías como Medio Ambiente, Deportes o Gobierno Interior, a cuyos responsables y personal técnico Galiana ha agradecido su colaboración. El nuevo jardín estará vallado y cerrado en horario nocturno, de manera que habrá control sobre los accesos tanto de las personas (ciudadanía y comerciantes) como de los vechículos autorizados y empleados públicos (policía local, inspectores...).

El concejal de Comercio destacó la versatilidad del espacio, con muchos usos posibles, que podrían ir desde muestras culturales a actividades al aire libre, encuentros... “Durante los próximos meses iremos trabajando con las asociaciones de vecinos en la utilización que se le podrá dar al jardín, además de las ya previstas como zona de comercio y como zona de encuentro y paseo”, avanzó. El Rastro de València entra en el siglo XXI.

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