La operación está cifrada en más de 30 millones 

Atitlan condiciona la compra del terciario a que el Valencia CF destine ese dinero al nuevo Mestalla

30/05/2024 - 

VALÈNCIA. Nuevo capítulo en el entramado urbanístico para la culminación del Nou Mestalla. El Valencia CF ha cerrado un acuerdo de compraventa de la parcela anexa al Nou Mestalla con el grupo empresarial Atitlan. Una operación, que se estima en más de 30 millones de euros, y que supone una importante inyección de capital para que el club de Peter Lim acabe el estadio. De hecho, una de las condiciones pactadas entre ambas empresas es precisamente que el dinero de esta transacción se destine exclusivamente a la materialización de las obras, según explican desde la compañía.

Pero, además, también está supeditada a la aprobación de los instrumentos urbanísticos y licencias necesarias para el desarrollo tanto del estadio como de las edificaciones terciarias proyectadas por el comprador, como el polideportivo de Benicalap. Y es que, en este momento, el club está a la espera de que el Ayuntamiento le conceda la licencia de obras que ha solicitado para reanudar el estadio, pero también de si se aprueban las fichas urbanísticas, algo para lo que de momento no hay mayoría en el consistorio. 

Sin embargo, y a falta de perfilar el diseño definitivo para este suelo de más de 40.000 metros cuadrados, la idea es configurar un proyecto comercial u hotelero, dado que ese es el uso que permite la calificación terciaria del suelo. Un planteamiento que, además, vendrá a completar la oferta en la avenida de Cortes Valencianas en la que se ubicará este futuro desarrollo, una zona ya consolidada y con una gran oferta hotelera, hostelera y residencial en el 'Cap i Casal'. Pero también para complementar al nuevo estadio.

En cualquier caso, desde Atitlan dejan claro que todo está condicionado a que el Valencia CF y el Ayuntamiento de València desbloqueen la operación urbanística de Mestalla. En caso contrario, no tendrá validez. Como también se ha exigido que los más de 30 millones de esta compraventa se destinen al nuevo estadio con el fin de finalizar el nuevo campo para el club Che, que lleva más de una década en el aire. 

De hecho, este montante da recursos financieros al club, que se suman a los 80 millones recibidos por parte del fondo británico CVC. Las obras están cifradas en más de 100 millones de euros. En un comunicado, el club señaló que la venta "culmina un proceso de largas negociaciones" y señaló que supone "un gran avance para el Valencia hacia el objetivo de reanudar y concluir las obras de la futura casa valencianista".

Lo cierto es que desde hace dos años que la entidad valencianista y la firma, propiedad de Roberto Centeno y Aritza Rodero, están en negociaciones, pero no fue hasta marzo del pasado año 2023 cuando trascendieron. Sin embargo, su formalización se produjo hace unos días. También participa Área Desarrollofilial del Grupo Simetría, que se encargará de la ejecución del suelo

La compra de los terrenos se materializará a través de Atitlan Desarrollos Inmobiliarios, la filial de Real Estate del grupo empresarial valenciano. Una plataforma con la que está impulsando numerosos movimientos en los últimos años como la adquisición de activos logísticos o el desarrollo de proyectos de flexliving o residencias de estudiantes. De hecho, es una de las principales patas de inversión de esta compañía.

Bloqueo urbanístico

Como se ha dicho, el Nou Mestalla atraviesa en estos momentos por un momento de bloqueo urbanístico. Por un lado, la concejalía de Urbanismo tramita la licencia solicita el pasado mes de enero la solicitud de licencia cursada por el Valencia CF para la finalización del nuevo coliseo en la avenida de Cortes Valencianas. Un proyecto que, según ha dicho el gobierno local, cumpliría con los requisitos de un campo 'cinco estrellas' como el que se prometió en 2005, con más de 70.000 asientos, una pista de atletismo y un diseño de un arquitecto reconocido.

La licencia de un proyecto, cabe recordar, es un acto reglado. Esto es: si cumple con toda la normativa, no puede rechazarse la licencia. Eso, en cuanto al proyecto de obra. Pero en el ámbito urbanístico, está por aclarar si el Ayuntamiento de València aprobará las fichas urbanísticas del Nou Mestalla. En ellas, el consistorio condiciona la explotación del terciario que acaba de comprar Atitlan a que el Valencia CF haya pagado el polideportivo de Benicalap. Y la explotación del suelo residencial y terciario en las parcelas del antiguo Mestalla, a que el campo nuevo esté finalizado.

En definitiva, las fichas urbanísticas fijan los requisitos que tiene el Valencia CF o un tercero -en caso del terciario de Nou Mestalla, Atitlan- para explotar los aprovechamientos urbanísticos que, cabe recordar, siguen vigentes pese a que las administraciones declararan la caducidad de la antigua Actuación Territorial Estratégica (ATE). Aquella decisión del Consell, a causa de los incumplimientos del club che en sus compromisos y plazos, mantuvo los aprovechamientos por "interés general", dado que con ellos el Valencia tenía la intención de financiar parte de las obras.

Con todo, hay una fecha clave: el 3 de agosto. Cuando se caducó la ATE, se suspendió la concesión de licencias para los suelos como el que ahora ha comprado Atitlan. Una suspensión de dos años que finaliza en agosto. Si se llega a ese momento sin aprobarse las fichas mencionadas, los promotores tienen libertad para solicitar licencia sin necesidad de cumplir con las obligaciones que quiere imponer el Ayuntamiento.

El problema, en ese sentido, es el bloqueo político: la oposición exige al PP, que dirige la concejalía de Urbanismo, que además de aprobar las fichas, con las que están de acuerdo, se suscriba un convenio con el Valencia para fijar las características que ha de cumplir el nuevo coliseo, unos plazos de ejecución de las obras y la exigencia de un aval financiero para asegurar que, si los trabajos vuelven a paralizarse, hay dinero suficiente para acabarlos.

 

Un reciente informe jurídico municipal señala que sería contrario a derecho fijar ese aval previo a la concesión de la licencia, pero considera coherente que en las fichas se haga referencia a un convenio. Los populares, sin embargo, insisten en que un convenio es un acuerdo entre ambas partes y el Valencia CF no estaría dispuesto a hacerlo. Por el momento, la situación está bloqueada y el verano se acerca.

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