VALÈNCIA. Atitlan mueve ficha en Naves y Viviendas SA (Navisa), la sociedad propietaria de el complejo hotelero, comercial y de ocio Aqua Multiespacio o la antigua sede de Iberdrola en el centro de València, entre otros activos. La compañía de Roberto Centeno y Aritza Rodero se encuentra en minoría en Navisa pese a contar como aliado a su socio Gesfesa -con el que suma cerca del 50% a través de varias sociedades-. Pero aun así parece dispuesta a presionar a la familia Montoro, que controla la mayoría.
Así quedó de manifiesto este viernes con la publicación de un complemento a la junta general de accionistas de la mercantil prevista para el próximo 24 de julio. Entre los puntos del orden del día introducidos se encuentra la petición del "cese, si procede, de las administradoras mancomunadas" de la sociedad, que son las hermanas Montoro. Además, se propone cambiar el modelo organizativo de la sociedad. En concreto, pasar de dos administradores mancomunados a "un consejo de administración".
Preguntadas al respecto, fuentes de Atitlan confirmaron a este periódico que tales puntos fueron introducidos en el orden del día por iniciativa suya, si bien subrayaron que la mercantil "reconoce la mayoría de la familia Montoro". Su propósito, aclaran, es "que la administración de Navisa refleje la realidad de su sociedad dominante, Osito Park SL".
Osito Park SL, según los datos del Registro Mercantil, ostenta el 64,28% de Navisa, y su accionariado está repartido a partes iguales entre la sociedad Valencia Residencial SL, de la familia Montoro, y el tandem Atitlan-Gesfesa, motivo por el que Atitlan pretende trasladar esta equidad a un eventual consejo de administración en Navisa.
No obstante, se antoja complicado que las hermanas Montoro, que tienen el voto de Osito Park y, en consecuencia, conservan el poder de decisión en la mercantil, cedan ante tal pretensión de Atitlan.
Del complemento al orden del día de la junta llama la atención otro punto, el que hace referencia al "debate y aprobación, en su caso, del proyecto y presupuesto de gastos para el desarrollo urbanístico del inmueble propiedad de la sociedad en la calle Isabel la Católica de València". Según Atitlan, la introducción de este punto fue voluntad de sus socias, las hermanas Montoro.
Se trata de un movimiento inesperado, puesto que el edificio, que es la antigua sede de Iberdrola en València, lleva vacío once años -desde que la eléctrica inauguró su nueva sede en el complejo Aqua Multiespacio- sin que Navisa se haya planteado rentabilizarlo. De hecho es uno de los bienes -junto a Aqua, que es el de mayor valor- llamados a configurar el reparto entre los Montoro y Atitlan cuando ambas compañías, como es su propósito, dividan en el futuro los activos que ahora comparten. Atitlan ya estaba analizando los posibles usos futuros de este inmueble.
En consecuencia, la inclusión repentina de este punto a instancias del socio mayoritario, que propone reactivar la antigua sede de Iberdrola en el seno de Navisa, con fondos de la propia sociedad, podría interpretarse como una respuesta de las Montoro a la pretensión de Atitlan de acceder a un eventual consejo de administración en Navisa.
Los movimientos de Atitlan en Navisa se encuentran en línea con la forma de proceder de la empresa en otras mercantiles, a las que accede con el propósito claro de reflotar su actividad o rentabilizar sus activos. El mejor ejemplo de esta práctica ha sido la revolución experimentada por NAU desde que irrumpió en ella Atitlán.