CASTELLÓ. La cosecha de cítricos española puede volver a tocar fondo en la campaña que comenzará el próximo otoño. Aunque la pasada ya fue la más baja de la última década en cuanto a tonelaje después de que no se llegase a los 6 millones de kilos, la próxima puede ser incluso más baja. Esta es al menos la previsión que maneja la Unión de Uniones, que estima que la campaña 2023-2024 se quedará por debajo de los 5,8 millones de toneladas.
Tras el análisis del conjunto de las zonas productoras españolas de cítricos, la organización agraria apunta, además, que el descenso productivo se materializará especialmente en el grupo de pequeños cítricos (mandarinas y clementinas) y también entre las naranjas, "mientras que subiría el tonelaje de limones y pomelos".
Se da la circunstancia de que las previsiones de La Unió Llauradora para la temporada citrícola de la Comunitat Valenciana apuntan un descenso algo mayor, del 2%, y este se producirá también fundamentalmente entre las mandarinas y clementinas, las variedades con mayor peso en la provincia de Castellón.