Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. El Ayuntamiento de València ya ha incorporado a su patrimonio el Palacio de los Marqueses de Montortal después de comprarlo mediante la fórmula del retracto a su antiguo propietario, el abogado y empresario Manuel Broseta. Un inmueble que, ahora, pasará a ampliar el Archivo Histórico municipal, motivo por el que se iniciaron los trámites para adquirirlo.
Así, la Junta de Gobierno Local aprobará este viernes la adscripción del edificio "a la Delegación de Bienestar Social y Cultura" y su destino a la ampliación del Archivo. Una adscripción que, según la resolución a la que ha tenido acceso Valencia Plaza, se revisará dentro de dos años para comprobar "la efectiva utilización del inmueble" para la finalidad que se le va a dar.
Con ello, se pone punto y final a una historia que se remonta a diciembre de 2021, cuando el propietario del edificio (Grupo Murcia Puchades) se lo vendió a Pitman Inversiones Inmobiliarias, propiedad de Broseta, por 2,4 millones de euros más otros 400.000 euros de un proyecto de rehabilitación que había pagado el anterior propietario.
En aquel momento, tras tener conocimiento de la transacción, el Servicio de Patrimonio del Ayuntamiento de València dirigido entonces por Gloria Tello consideró que podía ser interesante quedarse el edificio, dado que el Palacio de Montortal -edificio histórico del siglo XVIII y de estilo barroco- colinda con el Palacio de los Condes de Cervelló, residencia de los Reyes durante el siglo XIX y que en la actualidad acoge el Archivo Histórico municipal. Con esto mimbres, apenas dos meses después de que se firmara la operación, el 1 de febrero de 2022, Patrimonio puso en marcha el expediente para iniciar los trámites tendentes a ejercer el derecho de retracto.
Este procedimiento legal permite a las administraciones, dentro de un plazo de seis meses, quedarse el edificio que ha sido previamente vendido. Tras el acuerdo de adquisición por parte del Ayuntamiento, Pitman Inversiones Inmobiliarias presentó alegaciones para frenar la compra y, subsidiariamente, en caso de no ser atendida su primera petición, reclamó que se sumara al precio los 400.000 euros del proyecto de rehabilitación impuestos por el vendedor como condición para cerrar la operación, así como los gastos de gestión, notariales y fiscales. De todo lo que reclamó en ese momento, solo fue atendida esta última petición y el Ayuntamiento acordó la compra, el 23 de diciembre de 2022, por 3,04 millones de euros.
Sin embargo, Broseta interpuso un recurso ante las dudas de que el Ayuntamiento hubiera respetado los plazos que fija la ley para poder ejercer el derecho de retracto. Si esta es de un semestre, el consistorio habría superado este margen temporal para ejercerlos, por lo que entendía que la administración local había perdido el derecho de adquisición preferente del Palacio.
Pero el conflicto, finalmente, se zanjó en mayo de forma amistosa entre el comprador y el Ayuntamiento: Broseta renunció a pleitear por el inmueble en favor de la administración, pero el consistorio se comprometió a abonarle los gastos de haber rehabilitado el inmueble, así como la plusvalía y los gastos de notaría. En total, 400.000 euros más IVA. Ahora, el inmueble pasará a ampliar el Archivo Histórico municipal.
