VALÈNCIA (VP). La celebración del Día Mundial del Ahorro Energético, cada 21 de octubre, recuerda la necesidad de cambiar mentalidad y hábitos con el objetivo de aportar y contribuir en el objetivo global de ahorrar energía. A menudo, los ciudadanos piensan que poco se puede lograr desde el ámbito individual y que se trata de una labor más propia de instituciones o grandes corporaciones. No obstante, casi la mitad del consumo de energía eléctrica tiene lugar en viviendas, oficinas y comercios, por lo que la suma de pequeñas acciones marca la diferencia.
Esta realidad ha llevado al Ayuntamiento de València a acompañar a sus ciudadanos en los necesarios cambios de hábito para realizar un consumo más responsable de la energía. Ese es el papel que se desarrolla desde la Oficina de l’Energia, que gestiona la Fundació Municipal València Clima i Energia. Se trata de un servicio público y gratuito, creado con el fin de formar e informar sobre la energía mediante asesoramiento particular, talleres y actividades.
Reducción del gasto energético del hogar, autoproducción de energía solar e instalación de placas fotovoltaicas, rehabilitación de edificios desde el punto de vista energético, comunidades sostenibles, renovación energética del hogar o comprensión de la factura de la luz son algunas de las cuestiones que se abordan en estos talleres de los que se benefician más de siete mil valencianos cada año, según recordó el concejal de Mejora Climática, Acústica y Eficiencia Energética, Carlos Mundina.
En palabras de Mundina, “el futuro pasa por la descarbonización y por optimizar la eficiencia energética. Por ello es imprescindible la implicación de la Administración, la ciudadanía, el mundo académico y empresarial, trabajo que impulsamos desde el Ayuntamiento y que ha reconocido la Comisión Europea con la etiqueta Ciudad Misión”. Esta distinción, concedida solo a diez ciudades de toda Europa, refrenda la apuesta municipal por la mejora climática y permitirá acceder, con una posición de ventaja, a beneficios y ayudas europeas, así como obtener financiación del Banco Europeo de Inversiones.
En este sentido, Mundina recordó que “la Oficina de l’Energia cuenta con un presupuesto anual de 670.000 euros, y ha sido clave para atraer financiación europea para proyectos de innovación como Horizon Europe et Interreg Europe, PowerUp, SaveTheHome, WellBased, Ebento o FEEL, con un valor de 1,2 millones de euros a lo largo de los últimos tres años”.
Crear una red de participación ciudadana, que fomente la compartición de información y experiencias entre los ciudadanos, es una de las últimas iniciativas que se ha puesto en marcha desde la Fundació Municipal València Clima i Energia.
Se trata de un foro ciudadano online, ubicado en su página web climainergia.com, que ayuda a poner en contacto a personas que quieren rehabilitar su casa para compartir referencias y consejos prácticos, productos, subvenciones o financiación, así como recibir el asesoramiento del personal técnico de la Fundació València Clima i Energia y la Oficina de l`Energia.
Este tipo de actuaciones refrenda, a juicio de Carlos Mundina, que “València quiere ser líder en Europa en políticas de sostenibilidad y queremos estar en todos los foros de intercambio de experiencias que puedan servirnos para mejorar la calidad de vida de los valencianos”.
Dentro de las distintas oportunidades que ofrece la transición energética, la figura de los agentes energéticos comunitarios está siendo cada vez más demandada, hasta convertirse en una nueva oportunidad de empleo. En particular, para aquellas personas que se encuentran en situación o riesgo de exclusión social.
Conscientes de esta necesidad surgió Inserta, proyecto piloto de la Oficina de l’Energia con el objetivo de formar a personas en situación de exclusión social para ser agentes energéticos comunitarios. Su labor es acompañar a personas que necesitan hacer frente a la pobreza energética y garantizar su derecho de acceso a suministros básicos como luz y gas. De este modo, este curso de formación permite abordar, de manera simultánea, los retos de la pobreza energética y la inserción laboral en colectivos vulnerables.