VALÈNCIA (EP). El Pleno del Ayuntamiento de València ha aprobado este martes de manera definitiva --con los votos a favor del equipo de gobierno y el Grupo Compromís y la abstención del Grupo Socialista-- el Inventario General de Bienes y Derechos Reales de la Corporación a fecha 31 de diciembre de 2022, por un valor de más de 3.700 millones de euros. La cifra en concreto es 3.700.293.921,35 euros.
Se trata de una "fotografía detallada" del patrimonio que atesora el consistorio, desde monumentos y edificios de un valor incalculable como las Torres de Serrans, la Llotja de la Seda o las Torres de Quart, por ejemplo, hasta parajes como la Dehesa y el real lago de l'Albufera, la colección de pesas y medidas donadas por el conde de Trénor, los Silos de Burjassot o la ermita de Sant Jordi en el término de El Puig.
El inventario municipal, que había sido ratificado de manera inicial por la Comisión de Patrimonio, es un documento vivo que sufre cambios a través de las altas, las bajas o las modificaciones de los bienes, explican fuentes municipales.
En la misma sesión, se ha dado luz verde a la comprobación del inventario municipal tras la toma de posesión de la nueva corporación, ocurrida el pasado 17 de junio de 2023. De acuerdo a la ley, un extracto del inventario municipal se publicará en el portal de transparencia del Ayuntamiento de València.
Tal como marca el Reglamento de Bienes de las Entidades Locales, el Ayuntamiento ha efectuado las operaciones necesarias para actualizar la situación del Inventario a 31 de diciembre de 2022. Para ello, el Servicio de Patrimonio cuenta con una "potente" aplicación informática: Sigespa, el Sistema de Gestión Patrimonial.
Se implantó en 1997 y permite instruir con celeridad y eficacia todos los expedientes administrativos vinculados con las variaciones del inventario. Desde la corporación municipal llaman la atención sonre el hecho de que los 4.382 bienes inmuebles municipales suponen aproximadamente el 94,32% del valor total de patrimonio del Ayuntamiento de València.
El inventario municipal está distribuido en ocho epígrafes. Los más destacados son los que se corresponden con los inmuebles, los muebles históricos o de considerable valor económico, los vehículos y los 18 caballos de la Policía Local.
El listado de los bienes inmuebles municipales está encabezado por la Llotja de la Seda, las Torres de Serrans y las de Quart, la Casa Consistorial, el Cementerio General y la Dehesa del Saler. En este apartado se incluyen también parques urbanos, jardines, edificios públicos, mercados, cementerios, fuentes y todo tipo de parcelas municipales. El valor global a 31 de diciembre de 2022 supera los 3.490 millones de euros.
Aunque la legislación actual obliga a indicar "el valor que correspondería en venta al inmueble" es evidente que los monumentos históricos declarados como Bien de Interés Cultural (BIC) son edificios únicos e insustituibles, están fuera de mercado y no se pueden poner a la venta.
Así sucede, por ejemplo, con la Llotja de la Seda y las Torres de Serrans y de Quart, que fueron declarados "monumentos histórico-artísticos pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional" por el gobierno español en junio de 1931. Entre los parajes que figuran en el inventario destacan, sin duda, las 778 hectáreas del monte de la Dehesa del Saler y las 2.964 hectáreas del real lago de l'Albufera. Desde el punto de vista medioambiental e histórico tienen un valor, literalmente, incalculable.
El primer inventario municipal elaborado por el Ayuntamiento data del 31 de diciembre de 1925, en la época de Luis Oliag como alcalde de la ciudad. El valor del patrimonio municipal de hace un siglo era de poco más de 38 millones de pesetas. Para hacerse una idea del coste de la vida en 1925, una consulta a la prensa valenciana en la Hemeroteca Municipal nos revela que el precio de la entrada de butaca para disfrutar de una zarzuela en el teatro Apolo, en la Nochevieja de 1925, era de tres pesetas.
Los esforzados funcionarios que elaboraron el primer inventario municipal en 1925 se encontraron con muchas dificultades técnicas y lamentaron no haber anotado la colección de cuadros existentes en la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer y no haber valorado tampoco la colección conquiliológica municipal, entre otros elementos.
Eso sí, le otorgaron un valor económico a inmuebles como la Llotja de la Seda (dos millones de pesetas), Torres de Serranos (500.000 ptas.); Palacio Municipal (450.000 ptas.); Cementerio General (300.000 ptas.); Torres de Quart (200.000 ptas.) o El Almudín (150.000 ptas.). Se trata, en definitiva, de una muestra del patrimonio municipal de València, tanto histórico como artístico, que no tiene precio para los vecinos y vecinas de la ciudad.