Foto: AYUNTAMIENTO DE VALÈNCIAVALÈNCIA (EP). El Ayuntamiento de València ha aprobado definitivamente el Plan de Ordenación Forestal de la Devesa, que regula y protege los valores ambientales de este bosque que forma parte del Parque Natural de la Albufera. Este documento técnico analiza este paraje, declarado en 2009 Bosque de Utilidad Pública, y recoge una propuesta de gestión para los próximos diez años con una inversión de 12.880.832 euros.
El vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, ha subrayado que se trata de un instrumento de protección "de primer orden que, además, es de obligado cumplimiento". "Con la aprobación de este plan, que se suma al específico de prevención de incendios forestales, la Devesa cuenta con todos los instrumentos legales obligatorios para su gestión", ha resaltado.
El mencionado plan, que comenzó a elaborarse "hace años", ha sido objeto de diferentes requerimientos de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición ecológica. Ahora, una vez aprobado en la Junta de Gobierno Local, el Ayuntamiento volverá a remitir el documento a esta administración autonómica para su aprobación definitiva, ha precisado el consistorio en un comunicado.
El plan concluye que la Devesa tiene una superficie de 732,8 hectáreas, de las que 371,54 son de pinar, 267,34 de vegetación herbácea y 93,92 están ocupadas por infraestructuras, caminos y viales. El 10 por ciento de este espacio ha sido catalogado como bosque maduro de referencia, es decir, con características "muy próximas a las que tendría un bosque no alterado por la mano del hombre". Respecto a los árboles, se cifran 108.159 ejemplares, de los que la mayor parte son pinos blancos y pinos piñoneros.
El objetivo fundamental de su ordenación es conseguir el "desarrollo óptimo" de la Devesa, con la formación de un ecosistema que "facilite la conservación y el fomento de su biodiversidad", es decir, de las especies de flora y fauna características de este entorno. Por ello, el plan establece actuaciones destinadas al mantenimiento del bosque como la reducción de la cantidad de madera muerta.
También señala medidas de gestión, la realización de tareas de vigilancia y divulgación para la prevención de incendios, contener el desarrollo urbanístico, campañas de sensibilización para dar a conocer la importancia de estos hábitats, restauración y promoción de las poblaciones autóctonas, aumento de la conectividad entre la costa y el interior, construcción de infraestructuras (como pasarelas o vallas), respetando la dinámica del sistema dunar y evitar que la presión humana afecta a este entorno o seguimiento y control del estado fitosanitario la masa forestal.
Unas actuaciones que están valoradas en 108.000 euros. Aprobado el Plan de Ordenación Forestal, la legislación establece la obligatoriedad de su revisión cada 10 años.
