BARCELONA (EP). Banco Sabadell propondrá este jueves a su junta anual de accionistas aprobar un dividendo de siete céntimos de euro por acción, repartidos en 0,05 euros a elegir entre efectivo o nuevas acciones ('script dividend') a través de una ampliación de capital liberada, y 0,02 euros de retribución complementaria a través de acciones de autocartera.
El dividendo de este año es superior al aprobado en 2015, que fue de cinco céntimos por acción -0,04 euros de 'script dividend' y 0,01 como retribución complementaria-, y en un encuentro con prensa previo a la junta de 2016, el presidente de la entidad, Josep Oliu, ha explicado que la cifra de este año supone una rentabilidad media del 3% y un 'pay out' del 53%.
"No hemos tenido ni tenemos ninguna limitación al dividendo salvo la prudencia y lo racional; nos parece que es un buen dividendo, una buena rentabilidad para el accionista este año", tras un 2015 que ha calificado de extraordinario.
Para abonar el 'script dividend' de este año, Banco Sabadell prevé una ampliación de capital de hasta 272.962.250 euros, según consta en el orden del día de la junta, que se celebrará en las instalaciones de la Fira de Sabadell (Barcelona).
La junta de accionistas también deberá aprobar las cuentas de la entidad de 2015, cuando Banco Sabadell registró un beneficio neto de 708,4 millones de euros, un 90,6% más que el año anterior, impulsado por el banco británico TSB -incorporado a las cuentas el 30 de junio-, sin el cual el avance de las ganancias hubiese sido del 57,8%, con 586,4 millones.
Otros puntos del orden del día son la modificación de los Estatutos y reglamento de la entidad presidida por Josep Oliu para adaptarlos a nuevas normas -"son cambios técnicos, no tienen más significado", ha dicho Oliu-, y la ampliación de los empleados con límite máximo de retribución variable.
También se someterá a votación el incentivo complementario a largo plazo -devengable a tres años- para los altos directivos basado en el incremento del valor de las acciones del banco -una medida que ya se aplicó en los ejercicios 2007, 2010 y 2014-, y la política de remuneraciones de los consejeros, así como la reelección de PwC como firma auditora de las cuentas de Banco Sabadell.