VALÈNCIA. Nuria Bustamante, directora de Economía Española de España, y Joaquín Maldonado, responsable territorial de Banco Mediolanum en la Comunitat Valenciana, se mostraron optimistas sobre el futuro económico y bursátil. Lo hicieron en una interesante charla sobre las perspectivas de la economía en 2018, que tuvo lugar el pasado jueves en Forinvest, moderada por Víctor Romero, delegado de El Confidencial en València, donde participó también Adrià Morrón, economista de CaixaBank Research.
Bustamante, que alertó de la persistencia de riesgos y algunos impulsos que podrían ir perdiendo intensidad -como la apreciación del euro y el encarecimiento del petróleo-, advirtió que "las previsiones podrían volver a quedarse cortas porque los errores de previsión han procedido del mayor tirón de la demanda externa". A su juicio, "el sector exterior ha jugado un papel clave en el buen comportamiento de la economía española". Además señaló que el patrón de crecimiento actual "es más sólido, con un mayor peso de las exportaciones y de la inversión impulsando así la corrección de los desequilibrios".
La directora de Economía Española de Bankia recordó que "por primera vez la economía española ha logrado en una fase expansiva mantener el superávit de la balanza corriente y eso hay que mantenerlo para reducir la deuda externa". Además, el tirón y la fortaleza de las exportaciones "está impulsando la actividad industrial". Bustamante tiene claro que actualmente "se dan las condiciones para mantener el crecimiento en la confluencia de factores que lo apoya y eso lo vemos en la financiación y en el crédito a las empresas".
También habló del papel impulsor que supone para la economía española del sector turístico donde el pasado año se batió otro récord, pero eso sí puso sobre la mesa dos factores que podrían frenar la llegada de visitantes extranjeros a España: "los problemas de la saturación y la incorporación de nuevos competidores". La pujanza del mercado de la vivienda, el crecimiento de la renta de las familias, los riesgos del endeudamiento, la transformación digital y el panorama demográfico fueron, entre otros, algunos de los aspectos que abordó.
Por su parte, Joaquín Maldonado comenzó su charla con una verdad como un templo: "Hacer previsiones en bolsa a corto plazo es un ejercicio inútil porque no tenemos bola de cristal y hay que hacerlas a largo plazo". Pero eso sí tiene claro que hay fijarse en la bolsa a la vista de los bajos tipos de interés, de ahí que manifestara que "hoy por hoy no hay alternativas a la renta variable".
El responsable territorial del Banco Mediolanum en la Comunitat Valenciana recomendó marcarse el objetivo del ahorro y de los mercados siempre a largo plazo. "Debemos ampliar el horizonte temporal cuando hablamos de los ahorros de los particulares como también de a la hora de invertir en los mercados". Asimismo recordó que en España hay 800.000 millones de euros en depósitos a plazo fijo y cuentas corrientes "aún sabiendo que apenas pagan intereses, por lo que no es la mejor formar de tenerlos y más con la inflación al 1,1%". Y no le falta razón porque a la hora de la verdad la inflación se 'come' a esa nimia rentabilidad.
Maldonado recordó que invertir en bolsa es arriesgado y "si se invierte en un solo activo es arriesgadísimo por lo que hay que invertir con una estrategia válida a través de la diversificación masiva en todos los sentidos incluyendo el geográfico". Para ello puso de ejemplo el mega fondo soberano noruego, que invierte casi dos tercios de su más de billón de dólares en activos de renta variable "y que en los últimos años ha obtenido una rentabilidad media del 6%".
También habló de que "cuando se pierden las herramientas tradicionales se buscan atajos y uno de ellos es el bitcoin, que no es una manera sana de invertir". Para acabar con una frase del célebre inversor Peter Lynch: "Los inversores han perdido mucho más dinero esperando correcciones del mercado, o tratando de anticiparse a ellas, que en las mismas correcciones".