Un bar que, aunque lo firme uno de los mejores cocineros de este país, sigue manteniendo alma de bar. Bar x tiene el trasiego, la energía y el cobijo de los locales que se convierten en una segunda casa. Porque después del hogar, pocas cosas que arropen tanto como los bares que una elige y donde suceden tantas cosas importantes. Y aquí, en Bar x, ese calorcito se intuye.
Me pregunto, más allá del nombre (tremenda genialidad ese juego de palabras), cuánto le deberá esta última apertura a aquel primer barecito que abrieron Ricard y Mari Carmen en la piscina de su pueblo: Barx. Aquel bar que fue el inicio de todo lo que vino después, planea sobre este, y una vez más, esta apertura, demuestra el enorme trabajo del cocinero y el gran equipo de profesionales que lo acompañan, tanto en la cocina como en la sala. En esta, la bienvenida la da Alicia López, que lleva ya varios años al lado de Camarena. Alicia es una profesional de la hostelería como la copa de un pino, pero además irradia luz y buen rollo. Algo que valoro cada vez más cuando voy a comer a algún sitio. Alicia y el resto del equipo de sala es de este tipo de profesionales que se anticipan a las necesidades del cliente y adivinan si te apetece otra cerveza o te has quedado con ganas de probar ese otro plato al que le hacías ojitos.