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Bárbara Ruiz-Bejarano y Demetrio Gómez: cuando musulmanes y gitanos son los malos de la película

Su tarea, romper estereotipos. Sus identidades resuenan con más fuerza por lo atípico. Ella una de las principales estudiosas del Islam en España, él activista de la comunidad romaní. Qué hay más allá del cliché

28/08/2016 - 

VALENCIA.  Los estereotipos a menudo sirven para simplificar la realidad, más digerible cuanto menos compleja. El trabajo diario y las propias vidas de Demetrio Gómez y Bárbara Ruiz-Bejarano están dedicados justamente a lo contrario: desmentir los mitos y batallar frente a los estigmas. En sus casos, los de la cultura romaní y la musulmana, habitualmente los malos de la película en multitud de imaginarios. Ella una de las principales estudiosas del Islam en España, dirigente del Centro Islámico de Valencia y la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia. Él activista de la comunidad romaní tras una vida superando estigmas, coordinador del programa Romed del Consejo de Europa. 

Es una tarde templada en un mirador privilegiado de la Valencia más histórica. 

Demetrio Gómez: Siempre me he encontrado en la zona de las minorías. Soy inmigrante, nací en México, pero vine a España en el 75, al morirse Franco. Mi abuelo era gitano, feriante, torero, republicano y masón; tuvo que exiliarse a las américas. Vengo de una familia desarraigada. Soy gay. Soy romaní. Ante todo eso uno siempre se plantea que sólo tiene que ser una cosa, busca una identidad asesina que se cargue todas las demás. Cuando era niño me planteaba que no era nada, sin tener ganas de levantarme cada día. Hasta que por una cuestión de supervivencia decido que yo era todo eso: romaní, gay, inmigrante… Me di cuenta cuando salí del colegio, después de muchos allí con unos roles muy definidos en un ambiente chungo, alrededor del puerto, donde el hecho de ser inmigrante y ser maricón no ayudaba precisamente. Me daban hostias hasta por debajo del paladar pero, me dijeran lo que me dijeran, continuaba siendo el Deme, continuaba siendo yo, reivindicándome a mí mismo con todas esas identidades que tengo. Y desde entonces eso hago, reivindicarme. 

Bárbara Ruiz-Bejarano: Siempre hemos funcionado con una dicotomía muy simple: los rojos y los azules, los de izquierda y los de derecha, los católicos y los no católicos… Pero esa dicotomía suele ser mentira, uno tiene varias identidades superpuestas. Como estamos cargados de prejuicios lo que hacemos es acorralar a los que muestran rasgos diferenciales, o varios rasgos, como este hombre, que los tiene todos… 

Demetrio Gómez: ¡Los colecciono!

Bárbara Ruiz-Bejarano: Hace unos años, cuando empecé a estudiar árabe, como lingüista, me acerqué a un grupo de musulmanes y me di cuenta que no tenían nada de lo que según los anuncios era el éxito, pero tenían algo que yo no tenía: fe. Yo dije, no me lo creo, tan fácil, no me lo creo… Fue en 2002, en Valencia. Empecé a estudiar árabe en la Mezquita de Valencia, aunque yo no sabía ni que aquí había una mezquita, de hecho por fuera me parecía una discoteca. Sentí rechazo a muchas explicaciones sobre el Islam que se me ofrecían. Pero fue una filosofía, un grupo de ideas, que empezó a explicarme que nuestro papel en el universo es muy pequeño, y que esa soberbia del ser humano ante el mundo es equivocada. Luego hay otras visiones del Islam que se van a los extremos… como en la mayoría de religiones y de culturas. El proceso hasta ser musulmana fue muy frío, con muchas dudas, porque te encuentras con ideas dispares, extrañas, opuestas… por eso acudía a fuentes donde el agua está limpia. Desde el 11S somos terroristas, pero cuando alguien me habla del Islam sin haber estudiado nada en torno a ello, le pregunto: ¿tú has estudiado 12 años el Islam como yo he hecho?

Demetrio Gómez: Ella y yo nos tenemos que enfrentar a los estereotipos de la sociedad mayoritaria pero también nos enfrentamos con nuestra propia comunidad porque no estamos dentro de los estereotipos que se tienen sobre nosotros. 

Bárbara Ruiz-Bejarano: Me ocurre porque soy conversa y celebro cumpleaños, navidades… ellos no tienen esas situaciones, por eso se me ve como una distinta. Pero no lo somos. En el Centro Cultural Islámico de Valencia hemos tenido presidenta, mujer y española. Los que entramos en el Islam porque lo hemos estudiado a veces tenemos que corregirles a los que lo han sido toda la vida porque ellos han olvidado algunas de las ideas básicas. 

Demetrio Gómez: A la comunidad romaní -despectivamente se nos llama gitanos, que viene de egipcianos- lo que nos ha pasado es que durante mucho tiempo hemos tenido que crear una identidad de resistencia que nos ha convertido en impermeables ante los cambios del tiempo, hizo aumentar la endogamia. Eso está cambiando porque a la larga si continúas con esa impermeabilidad provocas tu autoaislamiento y un harakiri cultural. Por eso durante mucho tiempo se ha valorado excesivamente la pureza de la sangre, como si la cultura se transmitiera a través de la sangre. También hechos como ser gay se veían como una influencia paya. Pero empezamos a vivir una revolución. Vengo de Praga de celebrar con la comunidad romaní la gay pride. La nueva era de la comunicación provoca que los perros verdes nos podamos comunicar entre nosotros y darnos cuenta que los perros verdes son ellos, los que nos han aislado en nuestra comunidad considerándonos bizarros sin darse cuenta que eran ellos los que se aislaban de su tiempo, los que crearon una imagen de ser gitano que es una caricatura, formada por tópicos, quedándose desfasados de lo que es la comunidad gitana de a pie. 

Bárbara Ruiz-Bejarano: En la comunidad musulmana en España se produce un momento muy intenso. Vivimos desde el 11S una gran islamofobia, aunque en España es desde el 1200 y pico. Desde el 11S, cuando se decide que los malos fueran musulmanes, se da un rechazo total a lo musulmán y al mismo tiempo se despierta la curiosidad por saber que al otro lado existe una civilización que casualmente controla gran parte del petróleo del mundo. También ha hecho que los propios musulmanes revisen su condición y aparezcan muchas voces críticas y que en lugar de un choque de civilizaciones se plantee una sociedad más líquida donde las identidades son múltiples y van cambiando. Imagínate los cambios que hemos experimentado Deme y yo en nuestra corta vida...

Demetrio Gómez: ¡Corta, muy corta! Y volviendo al peligro que los estereotipos provocan en la propia comunidad gitana, te pongo el ejemplo del programa de televisión Palabra de gitano, son programas que tratan de afianzar clichés que dan a entender que los gitanos son tan exóticos que es imposible convivir con ellos. Pues justamente esos programas tienen un amplio seguimiento entre nuestra comunidad, todo el mundo lo sigue y se copian los tópicos… se acaba afianzando una identidad de caricatura. Por eso el antigitanismo tiene el doble efecto de crear odio a ellos entre la sociedad mayoritaria pero también de que nosotros mismos nos creamos esos estereotipos.

¿En qué pensáis cuando veis que dentro de vuestros propios grupos hay realidades que representan lo contrario a vuestro pensamiento?

Bárbara Ruiz-Bejarano: El Islam es una idea basada en un texto y por eso susceptible de diferentes interpretaciones. Por eso existen desde puntos de vistas más extremistas donde se agudizan comportamientos heredados, pero también otro punto de vista revisionista que se plantea revisitar ideas más allá del Islam secuestrado por Arabia Saudí. Vamos a decirlo claro: hemos perdido la batalla contra el wahabismo, la religión oficial de Arabia Saudí. Es el gran problema, la doctrina más extremista. Si tú te vas a Marruecos verás que la religión de allí no tiene nada que ver con la de Arabia Saudí, pero como ellos tienen el poder económico colonizan zonas como el norte de África, por eso en Marruecos hay mujeres totalmente cubiertas cuando hace diez años no las veías. Arabia Saudí llega y dice: te voy a construir esta mezquita estupenda, de mármol blanco, brutal, pero el megáfono lo controlo yo… 

Ahora mismo hay una pelea, como Juego de Tronos, por el liderazgo ideológico del Islam entre el Golfo y Asia, porque quien tenga el liderazgo ideológico tendrá el liderazgo económico. El wahabismo se ha tomado como referencia de lo que es el Islam perjudicando al resto de visiones. En Arabia Saudí la ley dice que las mujeres no pueden conducir un coche, pero, perdona, eso es la ley saudí, no el Islam. Entonces automáticamente se nos demoniza utilizando un régimen extremista. Hablemos de Turquía. La utilización de la idea religiosa para fines políticos. Erdogan dice: ésta es mi idea del Islam y al que no piense así se le silencia, como te vienen mal esas voces discordantes aprovechas sus ideas para quitártelos de encima. Lo mismo pasa en Argelia. Precisamente por eso las principales voces críticas del Islam no están en los países musulmanes porque allí no pueden hablar, son contrarios al wahabismo, como la Junta Islámica en España.

Demetrio Gómez: Precisamente nuestra labor es romper ese statu quo, Bárbara y yo somos gente incómoda porque nos cargamos los estereotipos. Lo que intentamos es que la gente salga de su pensamiento y la comunidad y la sociedad mayoritaria debatan sus argumentos. 

Bárbara Ruiz-Bejarano: Es verdad que tocamos las pelotas… En el caso de los musulmanes siempre somos un demonio del que todo el mundo habla pero que casi nadie conoce. Y lo que defendemos desde el Centro Cultural Islámico y la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia es que se conozca para que la gente pierda el miedo y vea que somos personas. 

Demetrio Gómez: Poca gente sabe que entre esos refugiados que vienen de Siria hay grupos de romaníes que sufren la discriminación por ser refugiados y que dentro de los propios refugiados sirios son discriminados porque son diferentes al resto… 

Bárbara Ruiz-Bejarano: En los momentos de gran competencia por los recursos, el espacio, la migración, esas diferencias se exacerban para poder discriminar. 

Demetrio Gómez:  Lo que me parece canallesco es que hagas que un grupo de personas vivan en condiciones infrahumanas y luego los conviertas culpable de su situación, y ésa es la política que se suele llevar con las minorías. 

Suele argumentarse que la de los gitanos es una sociedad muy machista, con la prueba del pañuelo, la importancia de la virginidad. Y que entre los musulmanes la mujer es una víctima, sumisa… 

Demetrio Gómez: ¿Sabes cuál es la verdad? Que vivimos en una sociedad donde el hombre marca las pautas y que esas manifestaciones se reproducen en todas las culturas, desgraciadamente, pero son más visibles cuanto más extrañas nos parecen porque se salen de nuestras pautas y nos resultan menos comunes. 

Bárbara Ruiz-Bejarano: Es así en muchos casos a pesar de… Si tú te vas a la idea del Islam no predica precisamente esto pero no ha conseguido erradicarlo de la realidad. El Islam no discrimina a la mujer pero luego el hombre sí lo hace. ¿Por qué? Porque ha heredado un sistema en el que el control económico lo tiene él y ella cumple una función biológica. 

Demetrio Gómez: El hecho de que uno se sienta más romaní porque su mujer no lleva falda corta o no sale sola es simplemente por una sociedad de dominio del hombre. Afortunadamente cada vez hay más mujeres que se rebelan ante ello, cada vez somos más, no somos tan extraños, lo que no somos es tan visibles. Como minoría que ha vivido la persecución tenemos el deber de empatizar con otras minorías, no establecer diferencias entre nosotros que es a lo que ha jugado la minoría para dividirnos.

Hablemos del burkini...

Bárbara Ruiz-Bejarano: Estoy hastiada… El propio país fundador de la declaración universal de los derechos humanos está fusilando la fraternidad, la igualdad y la libertad. Ahora esas prerrogativas están desapareciendo y hay sólo una: laicidad, pero la que yo quiero, y es que los musulmanes no me vienen bien por eso los voy a invisibilizar. Lo que dice la declaración universal es que las personas tienen el derecho de expresar en público y en privado su creencia, y eso lo están coartando. 

Un argumento habitual consiste en esgrimir que se coarta la libertad de la mujer…

Bárbara Ruiz-Bejarano: No entiendo la pregunta.

“Se ponen el burkini porque se lo imponen”

Bárbara Ruiz-Bejarano: No es exactamente así. ¿Por qué no nos dejan elegir a nosotras? La cuestión es que cada uno debe ser libre de vestir como quiera. 

¿Existe esa libertad?

Bárbara Ruiz-Bejarano: Conozco mujeres en el mundo musulmán que van como van por presiones, por libertad, o un revival del pañuelo como una reivindicación de su pertenencia al grupo. 

Demetrio Gómez: Normalmente se confunde el laicismo con ser antirreligioso.

Bárbara Ruiz-Bejarano: Que se vistan como digo yo porque si no… Las mujeres siempre somos menores de edad cuando se trata de nuestro cuerpo, nos dejan pensar pero cuando se trata de elegir... 

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