VALÈNCIA (EFE). El Banco Central Europeo (BCE) ha rebajado su previsión de inflación media para la eurozona al 2,3 % en 2024 y al 2 % en 2025, en tanto que la ha mantenido en el 1,9 % para 2026, una rebaja que situará la inflación el año que viene en línea con el objetivo de estabilidad de precios de la entidad.
La previsión de inflación media para 2024 se ha recortado cuatro décimas, con lo que se situará más cerca del objetivo del BCE del 2 % a medio plazo, uno de los factores que la entidad tendrá en cuenta a la hora de decidir sobre futuras rebajas de los tipos de interés.
También pesará en esa decisión que el avance de la economía de la región será este año más débil de lo previsto, del 0,6 %, frente al 0,8 % anteriormente calculado, debido a que las condiciones de financiación más restrictivas derivadas de las subidas de tipos previas continúan frenando la demanda.
No obstante, el BCE avisa en su comunicado de este jueves de que las presiones inflacionistas "siguen siendo intensas", debido en parte al fuerte crecimiento de los salarios.
Aun así, las proyecciones de inflación excluidos la energía y los alimentos también se han revisado a la baja y se sitúan, en promedio, en el 2,6 % en 2024, el 2,1 % en 2025 y el 2 % en 2026.
En este contexto, los expertos del BCE esperan que la actividad económica se mantenga moderada a corto plazo, para recuperarse en 2025 con un crecimiento del 1,5 %, que será una décima superior en 2026, del 1,6 %.
Se prevé que la recuperación del crecimiento esté inicialmente respaldada por el consumo privado y más tarde también por la inversión.