La hija de Javier es sorda. Una de las cosas que más miedo le daba es que se perdiera y hubiera una falta de comunicación con quien la encontrara para que consiguiera volver con sus padres. ¿Alguna vez has extraviado a tu hijo/a en una playa, centro comercial o aglomeración? Es una experiencia, por corta que sea, absolutamente traumática para padres y niños
Hago un alto en el camino africano para hablar de un proyecto que me llega a Lamu, me parece fascinante y necesito compartirlo. Y es que a veces una necesidad personal lleva a crear proyectos sociales de utilidad para otros que empiezan a cobrar vida propia y a correr como la pólvora. Es el caso de las pulseras localizadoras para personas y para mascotas. El miedo de Javier por perder a su hija fue el comienzo de este proyecto. Un miedo que en Lamu no existe porque aquí toda la gente se conoce, nadie se pierde, es una isla y aquí unos cuidan de otros como la famosa "educación en tribu" que tan en auge está en el esto del mundo y que aquí ocurre de manera natural. Pero cierto es que en pocos lugares del mundo uno no tiene el miedo de perder a sus hijos, a sus hijas o a sus seres queridos,incluso, a sus mascotas.
Cuando Javier y su mujer vieron que este temor no era exclusivo de ellos y que esa preocupación la tienen muchos padres y madres que utilizan métodos varios como escribir el número de teléfono en el brazo del niño o poner una etiqueta adhesiva. Cierto es que ahora las nuevas tecnologías dan ciertas comodidades en esos aspectos pero no sirven siempre ni para todas las edades. Así que decidieron crear un producto de identificación que aglutinara diseño, funcionalidad, durabilidad, facilidad de uso, y un buen precio para las familias. Así nacieron las pulseras y el proyecto aitanastar.com
La idea consiste en que la pulsera lleve un número de teléfono de contacto para casos de emergencia, y quien encuentre a un niño extraviado sólo tenga que llamar al teléfono que aparece en su pulsera para poder contactar con las padres. La idea es reducir los tiempos de angustia. Además, estas pulseras incorporan un código QR para datos adicionales. Los padres y madres, a través de su Smartphone pueden añadir datos adicionales sobre el portador de la pulsera, y cambiarlos las veces que deseen: números de teléfono alternativos, grupo sanguíneo, alergias, medicaciones, etc. Los servicio de emergencia, y cada vez más personas, están ya acostumbrados a leer un código QR y extraer la información.
Según Javier Alandes,el Project Manager de aitanaStar.com , es un proceso muy sencillo.La respuesta ha sido fenomenal ya que en muy poco tiempo, ya son más de dos mil familias de toda España las que han confiado en estas pulseras identificativas que cada vez tienen más ámbito de actuación. Y además, son los propios usuarios los que proponen nuevas ideas, nuevos diseños, o nuevos usos.
De este modo, de pensar un producto, en principio, solo para niños, ahora son muchísimas familias las que le dan un uso para personas mayores, deportistas que salen a entrenar, etc. Incluso colegios que desean que los alumnos vayan identificados durante las salidas educativas son una parte muy importante de nuestros usuarios.
La última novedad es la aplicación de estas pulseras para la identificación para perros. Una pulsera transformada en un collar que incorpora el número de teléfono del responsable del perro, para poder contactar en caso de emergencia.
El amor por los animales, por sus mascotas, sus animales de compañía y el terror a perderlos también ha sido el motivo por el que los propios responsables de perros han propuesto la idea de que los perros lleven un chip identificativo, pero para leerlo hay que llamar a la policía o llevar al perro a un veterinario.
Y todo eso ya depende de la persona que encuentra el perro, de que quiera y pueda invertir tiempo en devolver al perro o de que se atreva a cogerlo, ya que hay personas que no se atreven a coger a un perro por su raza, por el tamaño o por temor a ser agredidos. Y es que, uno de los principales problemas cuando se pierde un perro es que tiene miedo y normalmente no se deja coger. Con estos collares, el perro lleva, de una manera muy visible, el número de teléfono de su propietario, de una manera estética, colorida, personalizable y duradera. Así, con un simple vistazo y una llamada telefónica se puede devolver el perro a su responsable de una manera rápida y sencilla. Muchos ciudadanos entienden que los perros son un miembro más de la familia, y la misma preocupación, o parecida, que se puede tener por los hijos, la pueden tener por sus perros.
Javier no quiere poner límites, solo quiere poner soluciones pues según su opinión, crecer es descubrir, descubrir es explorar, y explorar es, a veces,…..extraviarse. Esto forma parte del proceso de la vida y de la acumulación de experiencias. No se trata de evitar que alguna persona o mascota se extravíe, hay veces que estas experiencias son necesarias para el proceso de crecimiento y madurez personal. Lo que pretenden es dar una herramienta para que si se produce un extravío, éste pueda resolverse en el menor tiempo posible. Una herramienta accesible a todos los bolsillos pues existe la posibilidad que las familias tengan varios miembros susceptibles de extraviarse, y la solución no debería penalizarles.
Se trata de un proyecto modesto, pero cargado de ilusión, y están convencidos de que aportan valor a las familias. Familias que han visto este producto y deciden que puede ser muy útil para ellos. Una pulsera apta para todos los públicos: padres y madres responsables, dueños de perros responsables, y colectivos responsables.
Quién le iba a decir a Javier que el tener una hija sorda iba a ser el motivo que le llevará a crear un proyecto de estas características. Nunca podemos saber la razón por la que nos suceden las cosas pero sí que podemos analizar dónde nos llevan y trabajar para que nos lleven donde queremos. De una dificultad aparece una oportunidad. Una oportunidad además para ayudar a más gente. En esta ocasión es la oportunidad de haber desarrollado un proyecto que ayuda a padres y madres y a los amantes del mundo animal. Un proyecto que nos hace la vida más fácil y cómoda. Algo que se agradece.
La semana que viene... ¡más!