VALÈNCIA. Las energías renovables en España se encuentran en un momento de efervescencia propiciado por una legislación que busca acelerar la transición energética para cumplir con los objetivos europeos de descarbonización. Sin embargo, su despliegue va a diferentes velocidades en función de cada región. Y la valenciana es una de las que se sitúan a la cola. "En la Comunitat Valenciana siempre hemos ido súper retrasados en materia de renovables y nunca hemos puesto el foco en fomentar esta energía", asegura Bernardo Luis, delegado de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) en la Comunidad Valenciana y CEO de DPV Energy.
Así, según sus datos, de los 20.269 MW que actualmente hay instalados en España, 432 MW se ubican en territorio valenciano. No obstante, considera que en los últimos meses se ha producido un cambio en la Administración Valenciana para impulsar estas tecnologías. "Hasta que no ha venido una situación límite de crisis energética no se han puesto los medios para revertir ese retraso que llevamos en la región", remarca para subrayar que ahora el sector sí que ha detecta "el apoyo político" para impulsar las renovables.
-¿Cuál es la radiografía del despliegue de las renovables en España?
-Actualmente, hay instalados 20.269 MW en el país. Además, este 2023 será el año de la consolidación tanto del autoconsumo como de las plantas en suelo. Es cierto que en el primer trimestre de este año hemos detectado un estancamiento del crecimiento de estas tecnologías debido a la crisis económica y los intereses tan altos. No obstante, en autoconsumo fotovoltaico se ha crecido un 108% respecto a 2022, alcanzando cerca de 200.000 instalaciones y 2,5 GW de potencia instalada. Estamos en un momento muy estable del mercado y 2023 será un año de consolidación, aunque también habrá obstáculos externos al sector como la financiación, la seguridad y la actual recesión, además de la escasez de mano de obra que todos prevemos.
Sin embargo, confiamos en poder seguir creciendo en autoconsumo con subvenciones por parte ayuntamientos y CCAA, mientras que esperamos que se agilicen los fondos europeos como los Next Generation. Asimismo, a nivel general en renovables, se espera que el Gobierno presente nuevos objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que serán entre 55 y 65 GW para 2030. Según el calendario publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en 2023 se deberán de subastar 6,4 GW. Por tanto, el futuro del sector sigue siendo próspero.
-¿A qué achaca el 'boom' actual del sector?
-El escenario ahora en España es fantástico frente a otros países porque lo tenemos todo, especialmente horas de sol. Por tanto, ahora el país es objetivo de la mayoría de fondos internacionales. Hemos sido muy rápidos en la promoción de muchos parques, aunque hemos tenido un problema con las Administraciones porque no han ido al paso de la presentación de los proyectos. Si España administrativamente ejecuta todas las ayudas como los Next Generation, tenemos años venideros tanto a nivel de crecimiento económico como de empleo. Pero, para ello, nos tenemos que poner en serio para cumplir los objetivos del PNIEC.
-Y en este contexto, ¿en qué situación está la Comunitat Valenciana a nivel de potencia instalada y de desarrollo de proyectos?
-En la Comunitat siempre hemos ido súper retrasados y nunca hemos puesto el foco en fomentar esta energía por temas administrativos y políticos. Hemos visto cómo después de la guerra de Ucrania, los precios de la electricidad se han elevado y han sido los propietarios de viviendas y suelos los que están haciendo fuerza. Por tanto, no queda otra que administrativamente y políticamente apoyar las renovables.
-¿Por qué en la autonomía se ha ido más despacio que otras regiones de España?
-Hemos ido por detrás tanto por temas de concienciación como por cuestiones administrativas. No había profesionales que dieran salida a los proyectos y si no hay funcionarios, cada vez se hace la cola más grande. No obstante, ahora sí que estamos notando ese apoyo político que realmente deberíamos haber tenido años atrás como en tras autonomías.
-¿Ha sido la Administración Valenciana más lenta a la hora de sacar normativas para fomentar la transición energética o también ha sido una cuestión de cómo se habían configurado los proyectos?
-El promotor y desarrollador sabe perfectamente cómo es la orografía de la Comunitat, excepto algunos proyectos que no tenían sentido. Por tanto, todo los profesionales que han venido aquí sabían lo que tenían que hacer. Por tanto, el retraso en la Comunitat ha sido un tema de credibilidad y de haber hecho los deberes antes administrativamente.
-¿Cree entonces que ha faltado voluntad política?
-Voluntad política siempre ha habido, pero hemos visto que hasta que no ha venido una situación límite y una crisis energética no se han puesto los medios para revertir ese retraso que llevamos.
-¿Los desencuentros en el seno del propio gobierno valenciano, concretamente en la Conselleria de Territorio con la dirección general de Paisaje, han sido la causa de ese cuello de botella?
-El tema político no es fácil, pero somos conscientes del cuello de botella que teníamos. Está claro que no todo vale y que no todo pueden ser 'megaplantas' porque en la región tenemos un paisaje con un valor muy fuerte. Pero creo que hay demasiado proteccionismo y ante esta emergencia climática hay que acostumbrarse a ver plantas fotovoltaicas.
-¿Cómo se sitúa la Comunitat a nivel de potencia instalada frente a otras autonomías?
-Como he comentado, siempre hemos ido muy retrasados y hemos hecho poco o prácticamente nada en los últimos años, pero ahora estamos empezando a correr. Es un momento en el que tenemos una lucha muy importante contra el cambio climático y eso hace que haya un esfuerzo importante tanto a nivel europeo como nacional por combatir sus efectos. A fecha de enero de este año, en la Comunitat había 419 MW instalados, mientras que eran 5.298 MW en Extremadura; 3.904 MW en Castilla-La Mancha; 293 MW en Cataluña; 1.793 en Aragón y 63 MW en Madrid.
-Ha comentado que no todo pueden ser 'megaplantas', ¿cuál es entonces el modelo de instalación solar que debe imperar en la región?
-La Comunitat es un territorio de plantas pequeñas de hasta 20 MW e incluso de 15 MW, que son mayoritariamente el tipo de instalaciones que se están haciendo. A ello se le añade el autoconsumo industrial, el individual y las comunidades energéticas, pero también tiene que haber plantas grandes o no cumpliremos con los objetivos fijados por Europa.
-Partidos como Compromís defienden que solo con placas fotovoltaicas en techos y cubiertas se podría cumplir con el objetivo de llegar a 2030 con una potencia instalada de 10.000 MW. ¿Es factible?
-Es complicado llegar solo con autoconsumo a los objetivos que nos marca Europa. Creo que el mix energético tiene que ser autoconsumo, comunidades energéticas y plantas fotovoltaicas, pero para ir rápido son necesarios los desarrollos en suelo.
-Dada la situación actual, ¿se llegará a ese objetivo de 10.000 MW instalados en 2030?
-Estamos al límite de poder conseguirlo. No obstante, hay proyectos suficientes para realmente poder cumplir, pero tienen que ir saliendo.
-En algunos municipios valencianos se ha generado un fuerte rechazo a las renovables. ¿Han peligrado inversiones y se ha provocado fuga de capital a otras regiones?
-Hay zonas en las que se han proyectado grandes plantas y por la orografía se han rechazado. En la delegación de UNEF nos llegan muchos proyectos de gente de todo el territorio nacional, pero también internacionales a los que la falta de respuesta de la Administración les provoca nerviosismo. Sin embargo, ha habido poco fuga de la inversión porque al final los profesionales creen que van a sacar adelante los desarrollos. La gente es peleona.
-¿Ha faltado pedagogía sobre la importancia de las renovables en el contexto actual?
-Mucha. Creo que desde el Gobierno se debe ir divulgando lo que son las plantas, el porqué se hacen y su importancia para que la gente conozca los proyectos. Hay una emergencia climática y tenemos que cumplir con unos objetivos que Europa ha marcado.
-¿De no cumplir con esos objetivos de descarbonación, qué escenario nos espera?
-No quiero ni pensarlo, pero creo que vamos a llegar. Hay una emergencia climática que ya no solo afecta a la Comunitat Valenciana, sino a toda Europa y vamos a cumplir sí o sí porque tenemos proyectos.
-Con el ‘boom’ de proyectos que hay tanto en construcción como en tramitación. ¿Hará falta mano de obra cualificada?
-Muchísima. Todos los sectores estamos faltos de profesionales, pero un mercado como el de las renovables, con un crecimiento exponencial mes a mes, tiene una gran necesidad de mano de obra. En la Comunitat Valenciana necesitamos ya más de 5.000 personas para empleo directo y a nivel nacional, cerca de 200.000.
-Alemania ha apagado sus últimas tres centrales nucleares. ¿España estaría preparada para desprenderse de esta energía?
-Creo que solo con las renovables podríamos combatir la situación actual e ir poco a poco eliminando la nuclear. Por tanto, vamos a ello, pero todo dependerá de cómo nos comportemos con las renovables. Si vamos cumpliendo objetivos, poco a poco se irán apagando.
-¿El reto ahora es el almacenamiento energético para una mayor eficiencia del sistema o dónde se debería de incidir?
- Totalmente. Hemos visto un crecimiento de 1.3 GW este año de almacenamiento tanto a nivel particular como industrial. El almacenamiento está ahí y viene para quedarse y poco a poco se irá aclarando el tema legal. Ya se están haciendo plantas con baterías de 2 MW y vemos cómo las empresas están empujando por esto. El almacenamiento hace más rentables las instalaciones y ya es un presente.