Fotos: BIOPARCVALÈNCIA (EP). Bioparc Valencia ha recibido una hembra de rinoceronte dentro del proyecto internacional de conservación de esta amenazada especie, según ha informado el parque en un comunicado. Se trata de la joven Amy, que hoy cumple cinco años.
Bioparc Valencia participa en un proyecto internacional denominado 'ex situ'. Bajo las directrices del equipo experto del EEP (Programa Europeo de Especies Amenazadas), se ha trasladado a València una hembra joven de rinoceronte blanco sureño (Ceratotherium simum simum) con el objetivo de integrarse en el grupo del parque, formado por un macho y una hembra.
Proviene del Kolmården Wildlife Park en Suecia y, tras un largo y complejo viaje de dos días por las características de un animal de 1.300 kg, el transporte especializado ha llegado a la capital del Turia, donde el personal encargado del bienestar animal ha comenzado el protocolo de cuidados.
En esta especie se implementa un procedimiento más lento pero más seguro para que entre a su recinto interior caminado lentamente hacia atrás y no de cara como podría pensarse. De esta forma se evita que pueda asustarse y embestir, han explicado las mismas fuentes.
Por el momento Amy, que hoy cumple cinco años, se encuentra en perfecto estado y se mantendrá en las instalaciones interiores especialmente adaptadas a sus necesidades. Lo primordial es que permanezca tranquila y que, poco a poco, se familiarice con su nuevo hogar.
Todavía es difícil prever el tiempo que puede tardar el periodo de aclimatación, "pues lo más importante es su bienestar y que la incorporación al grupo actual con el macho Cirilo y la hembra Nombula se realice correctamente y sea un éxito", han indicado desde el parque.
Bioparc Valencia cuenta con un espacio excepcional para contemplar la magnitud del rinoceronte. En la zona que recrea la sabana, domina un recinto muntiespecie que comparte con cebras de Hartmann (Equus zebra hartmannae), avestruces (Struthio camelus), marabús (Leptoptilos crumeniferus), pelícanos (Pelecanus onocrotalus) e ibis sagrados (Threskiornis aethiopicus).
El rinoceronte blanco sureño puede identificarse por su típico morro cuadrado adaptado para pastar. Lleva siempre baja su gran cabeza, tiene una giba en el cuello y dos orejas puntiagudas. Este herbívoro requiere de grandes cantidades de alimento y zonas de agua donde refrescarse y disfrutar de los baños de barro, por lo que la pérdida de hábitat también es un grave problema para su preservación.
