MADRID (EP). La gestora de fondos internacionales BlackRock cree que solo deberían invertir en criptomonedas aquellos inversores que puedan soportar las potenciales pérdidas, pues la elevada volatilidad de estos activos obliga a mantener una actitud muy cautelosa y los convierte en productos de inversión complicados. Así, BlackRock considera que actualmente las monedas virtuales, como el bitcoin o el ripple, son demasiado volátiles como para ocupar un lugar en las carteras de inversión convencionales a corto plazo. Si bien, probablemente alcanzarán un mayor atractivo a lo largo del tiempo, a medida que el mercado madure.
"No vemos a las criptomonedas formando parte de las principales carteras de inversión pronto. Su volatilidad hace que las turbulencias del mercado bursátil estadounidense durante la crisis financiera de 2008 parezcan casi apacibles", ha explicado el estratega global de inversiones de BlackRock, Richard Turnill. Según los datos recogidos por la gestora, la cotización de las monedas virtuales no son solo varias veces más volátiles que el mercado bursátil estadounidense, sino que son más del doble de volátiles que los cambios en los precios de las acciones durante la crisis financiera.
BlakcRock otorga una puntuación, basada en la volatilidad diaria anualizada, de más del 70% para el bitcoin, mientras que la de las acciones durante la recesión se situaba en alrededor del 30%. Asimismo, la volatilidad de otras monedas virtuales como ethereum ronda el 150% y la de ripple es casi 15 veces más volátil (180%) que la de las acciones en EEUU actualmente, que se sitúa en el 10%. Además de los fuertes cambios en los precios, las criptomonedas se enfrentan a otros importantes desafíos, como la regulación o los fallos de seguridad en las plataformas de intercambios, mientras que su uso varía desde una apuesta especulativa hasta un medio de pago.
No obstante, el mercado está evolucionando y el estudio de su regulación ya está en la agenda del G20 en su reunión de marzo. Así, BlackRock se muestra "cauteloso" con el bitcoin, pero "alcista" respecto a la tecnología blockchain, ya que tiene un "potencial disruptivo". A su juicio, "una base de datos financiera única y compartida basada en la tecnología de bloques podría eliminar las ineficiencias y riesgos asociados a los procesos humanos, pero la adopción a escala requeriría un cambio radical en el desarrollo de software y un modelo de mantenimiento muy bien construido. Creemos que los reguladores y los bancos centrales deben desempañar un papel importante".