VALENCIA. Crisis. La palabra más repetida en los últimos cinco años y de la que parece que el mundo de la cultura es incapaz de separarse. No son pocos los proyectos que tan pronto aparecen como desaparecen, víctima del peor de los trucos de magia. Sin embargo, y a pesar de un presente que no termina de arrancar, un oasis cultural ha sobrevivido entre tanta agitación y ahora se prepara para iniciar una nueva etapa gracias al apoyo de 200 mecenas que han desembolsado más de 5.000 euros para confirmar lo que parecía olvidado: la cultura está viva.
La revista Bostezo inicia una nueva etapa después de haber publicado diez números que concluían su primera, y hasta ahora única, serie. Con la impresión del último ejemplar se completaba la imagen que aparecía fragmentada en los lomos de cada tomo, un símbolo que ha llevado a los editores a repensar el destino del proyecto. La pregunta: ¿hay alguien ahí? A modo de "consulta popular" lanzaron una campaña a través de la plataforma de micromecenazgo Verkami por la que pedían el apoyo económico de sus fieles para iniciar -o no- la segunda etapa de la publicación. Aunque el objetivo fijado eran 4.400 euros, finalmente han superado los 5.000 euros recaudados para costear la producción de 2016. Bostezo reinicia la marcha.
Pero, ¿qué narices es Bostezo? "Un preciado objeto para coleccionistas", "un movimiento hormonal agazapado en pensamiento" o "un lomo que sujeta 80 páginas" son algunas de las opciones que dan sus creadores. Bostezo es una publicación impresa de arte y pensamiento concebida "entre el estupor y el desenfado" que, desde el año 2008, ha centrado cada uno de sus números en dossieres monográficos que han versado sobre la identidad, el fracaso, la genitalidad o el mal.
"La revista impresa se sostiene por militancia y activismo", afirma el editor Paco Inclán. Consciente del elemento casi de lujo en el que se han convertido muchas publicaciones de esta índole, son sólo dos los números que publican por año. El próximo, ya en marcha, es precisamente un homenaje a las revistas, un monográfico sobre la prensa que ha sido referente para sus creadores, como pueden ser Ajoblanco, Ozono o Replicante.
Esta nueva etapa llegará con más de una novedad, entre ellas el cambio de formato y el rediseño de sus páginas. Será también un número especial doble: por una parte el dedicado a las revistas y, por otra, un segundo cuya temática será elegida por los mecenas que han colaborado a través de la plataforma de crowdfunding.
"La cultura, en Valencia o en otras partes del mundo, nunca ha sido de grandes masas, que acceden a otro tipo de productos. Sí veo que en esta ciudad se ha generado un poso, igual no bien tejido, pero al fin y al cabo un buen entorno cultural", explica Inclán. Así las cosas, menciona otros proyectos, como el de los cines Aragón, que están saliendo adelante gracias a estructuras socioeconómicas fuera del círculo habitual. Es precisamente esta falta de gran estructura asociativa y empresarial lo que, para bien y para mal, va ligado y marca la "autenticidad" del panorama cultural valenciano.
Pero para los impulsores de Bostezo, Valencia es sólo el principio. Uno de sus objetivos más ambiciosos es el de llevar la revista a América Latina, un terreno que no les es ajeno. "Hemos presentado la revista en varias ciudades latinoamericanas, como Quito o el D.F. Así, hemos ido creando una relación con colaboradores, con pequeños círculos de gente que apoya el proyecto allí, aportaciones puntuales. Lo que nos gustaría, más que llevar la revista, es hacer un Bostezo Bogotá", explica Paco Inclán. Por el momento, y con el próximo número en el horno, una cosa está clara: hay cultura para rato.