Bouet

Intuíamos que el nuevo Bouet iba a molar, lo que no sabíamos es que al traspasar la puerta de cristal íbamos a quedarnos fascinados. Un hechizo que avanza a medida que se sucede la secuencia de espacios: la barra de mármol negro donde tomar una copa o picar algo rápido; la cocina abierta en la que Tono Pastor trabaja, ahora sí, con libertad total; la terraza que hace que implores para que el calor llegue cuanto antes,  y esa sala donde el ladrillo caravista, el mobiliario, las luces y los espejos se combinan de forma precisa dando lugar a uno de los restaurantes más bonitos de Valencia.

Pero el espacio, diseñado por el arquitecto Ramón Esteve, no es lo más importante. Lo fundamental es que el local no hace sombra a la cocina de Tono, que mantiene intactos sus currys y su propuesta de platos con influencia americana y asiática. En la sala, la naturalidad de César Lopo, sigue siendo otro de los puntos fuertes de este nuevo Bouet, ahora situado en la Gran Vía Germanías. 

Hace menos de un mes que abrió y ya es, sin ninguna duda, el restorán más espectacular de la ciudad.