Tres meses después de comerlo sigo acordándome de este plato
La cocina libre de Gallina Negra es la de las que dejan huella. Cocina de todos lados y de ninguno, platos que no encuentras en ninguna otra carta de la ciudad, combinaciones singulares que perduran en la memoria. Este plato, aparentemente sencillo, se me quedó grabado. Hacía tiempo que no volvía a Gallina y ese reencuentro con la cocina de Javier Renovales y la hospitalidad de Alba Serrano me removió. Gallina Negra es un grandísimo restaurante que nunca me canso de recomendar. Rebañé hasta dejar el plato limpio.