BRUSELAS (EFECOM).- La Comisión Europea propondrá mantener suspendidas las reglas que ponen límites al déficit y la deuda también en 2023, un año más de lo previsto inicialmente, por el impacto económico de la guerra rusa en Ucrania.
La decisión fue adoptada en la reunión del colegio de comisarios de ayer y no se anunciará hasta el lunes, según adelantó el periódico británico Financial Times y confirmaron a EFE fuentes comunitarias, que señalaron que existe "consenso" sobre esta decisión.
En todo caso, la suspensión durante un nuevo ejercicio de las reglas fiscales tendrá que ser ratificada por los gobiernos del bloque, un proceso que no se espera "muy difícil", según fuentes europeas.
"Aunque los pronunciamientos políticos sobre el tema a veces han parecido bastante divididos, no creo que el desacuerdo subyacente sea tan grande. Todo el mundo entiende que el próximo año no será un año normal y que cualquier regla que tengamos en vigor tiene que ser implementada de forma inteligente", apuntó un alto cargo europeo.
La primera ocasión para escuchar las opiniones de los socios comunitarios será precisamente este lunes por la tarde, momento en el que está prevista una reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) en la capital europea.
Horas antes, el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, y el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, presentarán en una rueda de prensa el paquete anual de recomendaciones económicas a cada Estado miembro y será en ese contexto en el que desvelarán su decisión sobre las reglas fiscales.
En este ejercicio que se repite cada año, Bruselas emite una serie de recomendaciones económicas para cada país, aunque con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento suspendido desde el inicio de la pandemia, las autoridades comunitarias no evalúan el cumplimiento de los objetivos de déficit y deuda de cada socio.
Sin embargo, la Comisión Europea ha pedido durante estos dos años prudencia fiscal a los países más endeudados del bloque, entre los que se encuentra España, algo que previsiblemente se repetirá en esta ocasión.
La propuesta para mantener congeladas las normas que exigen un déficit inferior al 3% del PIB y llevar la deuda por debajo del 60% del PIB llega después de que la Comisión Europea rebajase esta semana su previsión de crecimiento para la economía de la eurozona en más de un punto por el impacto de la guerra, dejándola en el 2,7% para este año, y con una inflación disparada al 6,1%.