Hoy es 11 de octubre
BRUSELAS (EP). La Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) han advertido de que la futura sentencia de la Justicia europea sobre el Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios (IRPH) podría afectar a la rentabilidad de los bancos afectados si finalmente declara nulas las cláusulas que incluyen este índice.
Así consta en el informe publicado este viernes por ambas instituciones tras la visita de supervisión posterior al rescate bancario que tuvo lugar a comienzos de mayo. Se trata del undécimo informe en el marco de este sistema de vigilancia posterior al programa y las visitas seguirán teniendo lugar hasta que España devuelva el 75% de los 41.300 millones del rescate.
"Aunque los costes vinculados con litigios sobre venta de preferentes o acciones ya están pagados o provisionados, pueden emerger riesgos potenciales en costes administrativos o índices de interés aplicados (como el IRPH) y, dependiendo de futuras decisiones judiciales, podrían afectar a la rentabilidad de algunos bancos", reza el texto.
Las conclusiones del abogado general del Tribunal de Justicia de la UE (TUE) están previstas para el 10 de septiembre, pero no serán vinculantes y para conocer el fallo definitivo habrá que esperar a la sentencia que llegará meses después.
Además, el documento subraya que la nueva ley hipotecaria española, que entró en vigor a mediados de junio que incluye cláusulas para aumentar la transparencia y aumenta el número de meses de impago antes de que se ejecute un crédito, podría encarecer indirectamente los costes de la financiación hipotecaria.
En concreto, el texto señala que la aplicación de la "recientemente aprobada" legislación hipotecaria "puede tener efectos mixtos" en el crédito del mercado hipotecario. Así, apunta que la normativa armoniza algunas cláusulas de los contratos hipotecarios, lo que conlleva un incremento de la transparencia.
A esto, añade que la extensión de los plazos de ejecución hipotecaria "podría resultar en un incremento indirecto de los costes de la financiación hipotecaria".
El informe dedica un extenso punto al mercado de la vivienda y del alquiler que comienza destacado que el sector ha continuado con su recuperación después del "agudo ajuste" tras la crisis. No obstante, remarca que la venta de viviendas nuevas "sigue siendo muy baja" y se mantiene "levemente" por encima del mínimo registrado durante la crisis.
En cualquier caso, pronostica una oferta "acelerada" de viviendas en el futuro cercano debido al "continuo crecimiento" de nuevos permisos de obra, en una tasa elevada durante los últimos tres años.
Con respecto al mercado del alquiler, Bruselas y el BCE subrayan que la mayor propensión al alquiler y las mejores condiciones económicas han presionado los precios. Además, señala que, aunque la información sobre este mercado es "bastante limitada", los portales inmobiliarios apuntan a un "rápido incremento" de los precios del alquiler que podría "potencialmente transmitirse" a los precios de las viviendas.
Por otro lado, la Comisión Europea y el BCE han vuelto a advertir sobre las mayores pérdidas de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) en 2018, principalmente por la caída del 28% de los ingresos y el aumento del 22% de sus costes financieros.
Asimismo, el informe afirma que la cifra "récord" de ventas de la Sareb el pasado año puede "apoyar el potencial" de su nueva estrategia, basada en convertir una gran parte de sus préstamos inmobiliarios en activos para maximizar su valor.
Sin embargo, a continuación añade que es "demasiado pronto" para evaluar la efectividad de esta estrategia y, por tanto, la Sareb debería "considerar detenidamente su viabilidad", en particular por los mayores costes operativos que supone y los riesgos vinculados al calendario de ventas de cara a su liquidación en 2027.
En este contexto, el Ejecutivo comunitario y el banco emisor remarcan que es "importante" que las operaciones de la Sareb se basen en un plan de negocio "detallado" con una estrategia "realista y completa" de ventas para "cumplir a tiempo con su mandato".
En resumen, el informe destaca que el sistema bancario español "disfruta de una buena rentabilidad, liquidez y capitalización general", aunque en esta última clasificación está en peores condiciones que el resto de bancos europeos después de que su posición de capital se haya deteriorado "levemente" en 2018.
A su vez, la rentabilidad de las entidades financieras españolas ha mejorado gracias a la reducción de las provisiones relacionadas préstamos dudosos de sus balances (NPL, por sus siglas en inglés). La ratio de NPL de los bancos españoles, de hecho, ha continuado con su caída por encima de la media europea.
Así, las entidades financieras recuperaron en 2018 los rendimientos domésticos positivos después de las pérdidas registradas un año antes, alcanzando un beneficio neto de 12.400 millones de euros. Los beneficios netos a nivel consolidado en 2019 fueron de 19.400 millones de euros.