Manifestación de la Plataforma Salvemos Farranjón por la defensa del territorio. Foto: Plataforma Salvemos FarranjónVALÈNCIA. Virginia Sanz, alcaldesa de Buñol, y el concejal de urbanismo, Horacio José Varona, se reunieron el jueves 21 en la Conselleria con el director general de urbanismo, paisaje y evaluación medioambiental, Miguel Ángel Ivorra Devesa, junto a representantes de la Asociación Eco-vecinal Salvemos Farrajón, Toni Mas y Francisco Pérez. El objetivo: abordar las crecientes preocupaciones de Buñol frente a las macroplantas fotovoltaicas que afectan cada vez más al municipio y las poblaciones del entorno pertenecientes a la comarca.
Durante el encuentro, tanto la asociación como el ayuntamiento expusieron su firme postura de rechazo hacia los grandes proyectos fotovoltaicos. A su vez, han dejado en claro que seguirán "luchando por una ubicación racional de las energías renovables en el pueblo y la comarca". Desde la Conselleria se han comprometido a ofrecer soluciones y posibilidades para que los ayuntamientos tengan una mayor potestad en la toma de decisiones respecto a estos proyectos renovables, en base a las particularidades de cada situación.
Por su parte, Toni Mas, miembro de la Plataforma Salvemos Farrajón, advirtió sobre los riesgos asociados a estas macroplantas y destacó la resistencia ante la estrategia de su instalación. La Plataforma Salvemos Farrajón, surgida en oposición a la primera planta en 2020, Godelleta 1, denuncia la aprobación de proyectos sin tener en cuenta las características específicas del entorno. Cabe recordar que la Conselleria de Emergencia Climática rechazó en mayo de 2023 la planta Godelleta 1, ya que obtuvo la Declaración de Impacto Medioambiental (DIA) desfavorable por los acuíferos que llegan a afectar al parque de cabecera de la Albufera.
A pesar de ello, varios proyectos se están llevando a cabo en la zona. Entre ellos, destaca 'Victoria One', una planta solar cuya implantación está bastante avanzada y se prevé que no pueda ser detenida. No obstante, se continúa trabajando en la paralización de otras plantas solares, tanto de pequeñas dimensiones como de gran tamaño.
En este contexto, el ayuntamiento está en proceso de modificar las normas subsidiarias y se espera que el borrador esté listo para el verano. Esta modificación tiene como objetivo paralizar las macroplantas que puedan afectar negativamente al territorio y separar los distintos proyectos en distancias de 2 o 3 kilómetros cada uno.
"Estamos a favor de la energía solar, pero no en estas proporciones", explican desde la Plataforma Salvemos Farrajón. "Nuestra única intención es que las macroplantas se ubiquen en espacios reducidos que no dañen los parajes", argumenta la asociación. La organización aboga por la selección de ubicaciones más adecuadas para estas infraestructuras soles, "sin perjudicar el ecosistema". Como alternativa, proponen las Comunidades de Energía Locales para que la comunidad local pueda aprovechar los recursos. Además, insisten en que el beneficio de estas macroplantas debe permanecer dentro de la comunidad. En este sentido, señalan que otras plantas podrían ser aceptadas, siempre y cuando se instalen de forma racional y respetando ciertos criterios, como la exclusión de materiales fósiles.
Cifra histórica de renovables en los municipios valencianos: 654 solicitudes de plantas solares
La reunión en la Conselleria entre representantes tanto municipales como de asociaciones vecinales y las autoridades pertinentes refleja la determinación del municipio por encontrar un equilibrio entre el impulso de las energías renovables y la protección del entorno. La postura de rechazo a las macroplantas fotovoltaicas se mantiene firme, no solo en Buñol, sino también en otros territorios -en especial los rurales-. El objetivo es encontrar ubicaciones adecuadas que no comprometan el ecosistema local, donde el beneficio de estos proyectos recaiga directamente en la comunidad, preservando así la biodiversidad y el paisaje característico de las comarcas.
